miércoles, 15 de diciembre de 2021

Sección Literaria. Nº 8/2021


El adentro del afuera(Cuento)

Silvia Gabriela Vázquez[1]

 

El encierro que trajo la pandemia nos encontró a dos metros de distancia de los que aún suspiran por no poder salir cuanto quisieran.

Me acuerdo del momento en el que un periodista lo decía en la radio (lo escuché, sorprendida, por la ventana abierta del señor de aquí al lado).

-“Hay que quedarse en casa”, pronunció con voz clara. 

Luis y yo nos miramos. Dejamos los cartones que habíamos juntado allí sobre el asfalto. Volvimos a mirarnos y así, sin decir nada, hicimos una mueca que intentó ser sonrisa. Paulita todavía no había despertado de la siesta que duerme casi todos los días cuando la vence el hambre.

-“Hay que quedarse en casa”, repitió Luis, impostando la voz. Entonces sí, brotó con exageración mi carcajada… aunque se apagó en seguida.

-“¿Cómo se hace para permanecer adentro cuando sólo hay afuera? “, preguntó don Raúl sin esperar respuesta y remarcando, con el repiqueteo de su bastón en la vereda, cada palabra.

-“Los chicos, los borrachos, los locos y los viejos decimos la verdad que más les duele a los que no se animan siquiera a pronunciarla”, murmuró doña Irma. Había estado observando la escena de reojo mientras amasaba, en una enclenque mesa improvisada, la única comida que compartiríamos los cinco al final de ese día: torta frita.

Las cosas no cambiaron demasiado desde aquella tarde en la que comenzamos a temerle a la pandemia. Hoy, como entonces, un locutor acaba de anunciar un conjunto de medidas que debe tomar la población para evitar los contagios.

Desde la ventana abierta podemos ver a los cinco integrantes de una familia como la nuestra, dispuestos a cenar, ajenos a lo que (nos) ocurre a poco más de dos metros de sus platos humeantes.

Entre un bocado y otro, se quejan por las nuevas restricciones, por el cansancio que el teletrabajo les provoca, por el fastidio que les causa el uso del barbijo. No giran la cabeza, no notan la intemperie de los otros (nosotros), como si sólo pudieran mirar sus propios miedos.

 

Mientras, en esta esquina, sin nada que beber más que silencio, soñamos con que alguien nos explique -bajo algún techo propio que no sea el que tejen entre sí las estrellas- que hay que quedarse en casa… ¡y logremos hacerlo!

 

Por quienes desoyeron cada alerta

                

           Silvia Gabriela Vázquez *

 

Antes, mucho antes de estar muerta, 

regaba los jazmines por las noches

y tejía respuestas por la tarde

que olvidaba después, cada mañana.

 

(Un día y otro, semana tras semana).

 

Decidía marcharse, pero claro,

él le llevaba flores y la espina

-esa astilla morada- parecía

apenas un detalle ante su aroma.

 

(La esquina del silencio nunca es roma)

 

Antes, mucho antes de estar muerta, 

había estado alerta, sospechaba,

mas eligió ocultar quién le causaba,

con el paso del tiempo, tantas penas.

 

Qué parte de ese amor no era tan sano,

qué mano misteriosa de azucenas

-o un ramo de violetas o una rosa-

le pedían disculpas reiteradas.

 

Y aplazó decisiones ya tomadas,

confundiendo pasión con otra cosa,

y aceptó aquella sal su herida abierta,

antes, mucho antes de estar muerta.


[1]     Silvia Gabriela Vázquez: Lic. y Prof. en Psicopedagogía, Maestranda en Educación y escritora.Autora, entre otros libros, de: Resiliencia entre líneas, Poemas desovillados y La tenacidad de la palabra (declarado “De Interés para la Comunicación Social”). Obtuvo premios literarios internacionales. Dirige la Cátedra de Responsabilidad Social UdeMM  y, como embajadora para la paz, integra proyectos culturales solidarios. Su poema “Por quienes desoyeron cada alerta” fue publicado en español, esloveno e inglés como parte de una campaña para dar visibilidad a la problemática de la violencia de género y apoyar las acciones tendientes a su prevención. Otros antecedentes

 

 

                                                        Tu eres mi tarea[1]

Amilkar A. Brunal

 

          Tu eres mi tarea, la tarea que he que escogido por vocación y formación y que me ha escogido, que me construye y le da sentido en gran parte a mi acción humana cada día sobre esta tierra. La tarea cobijada bajo la bandera de la “Rosa de los vientos”.

Te hago día a día, con alegría, pero a veces también con lágrimas por el dolor de la impotencia frente a situaciones cotidianas que nos desbordan, a veces con incertidumbre, pero al final con gran esperanza.

Confianza en que mis acciones contribuyen (aunque sea poco, aunque sea lento) de manera trascendental en la construcción de proyectos de vida de las comunidades educativas a las que pertenezco.

Te hago todos los días, hasta los sábados por la mañana, hasta los domingos, aunque me pierda mi programa favorito o la caminata matutina, porque una gran pasión me embarga, la pasión por ver un mundo cada vez más equitativo, más libre, más fraterno, más humano, comprometido con una vida cada vez más digna y deseable de ser vivida. Una vida en la que las generaciones presentes y futuras puedan ser la mejor versión de ellos para sí mismos y para sus “próximos”.

Repujo tus mapas con cuidado en papel pergamino y delimito tus márgenes con mucho esmero esperando que el lunes tan anhelado, todas las personas que valoran la verdad del conocimiento y mi esfuerzo, te reciban con gratitud y aprovechen con gozo tus enseñanzas.

¡Soy Orientador y por eso doy gracias ¡

 

Amilkar Brunal

Orientador Educativo

 

 

  

Entrega de testimonio[2]

 

 

Bogotá, D.C. diciembre 9 del 2021

2011-2021. Una década de fortalecimiento de la Orientación Educativa

en Ámbito Escolar en Colombia

Bogotá, no podría dejar de ser epicentro de tan importante espacio transicional que le permitió a nuestra generación (Estatuto Docente 2277 de 1979), entregar el testimonio de más de cuatro décadas en las manos de nuevos profesionales (nombrados en 2011 y en 2013), altamente capacitados, que han demostrado con creces su compromiso con las necesidades humanas de las comunidades educativas a las que pertenecemos.

Hemos compartido con ellos hombro con hombro, con entereza la defensa de un parámetro equitativo para atender adecuada y oportunamente a todas las familias que conforman nuestras comunidades educativas, en la calle bajo el sol resplandeciente al amparo de las mesas sindicales que hoy se han multiplicado (Comisión sindical/ADE Aso-Orientadores, Colegiado de Orientadores, USTRAB y SINDODIC) no solo como manifestación de las inconformidades laborales, sino como espacio selecto del pensamiento crítico social.

También hemos participado activamente junto con ellos en la mesa Distrital de Orientadores (espacio ganado por y para el diseño y evaluación de las políticas públicas en educación en general y en la Orientaciòn Educativa en ámbito escolar en particular) instancia que nos representa ante la administración central. También nos hemos complacido con el simple hecho de la socialización fraternal y la catarsis propia de las mesas locales de participación (espacio natural de bienestar social).

            Evidentemente se han destacado como líderes no solamente en el campo sindical, sino también en el campo de la investigación académica reconocida por las entidades competentes como las diversas universidades que reconocen la relevancia de nuestro campo y el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP)instancia fundamental para la formación docente continuada, haciendo importantes aportes conceptuales y aplicados al campo, publicados en diversos medios académicos. Pero sobre todo son reconocidos por sus pares, instancia más valiosa que cualquier otra.

Hemos tenido el honor y el placer de verles crecer profesionalmente siempre alimentados de la fuente de las ciencias bases que conforman el campo: La psicología, la psicopedagogía, el trabajo social, la pedagogía reeducativa y las terapias ocupacionales y del lenguaje, dejan de ser cúmulos de conocimientos teóricos (letra muerta) para constituirse en sentí-pensamientos (Fals Borda) y acciones para diseñar alternativas de mediación pertinentes a las situaciones cotidianas de la vida escolar. 

Hemos visto nacer “Sinapsis” innovadoras, conceptos fundamentales, y proyectos pertinentes para enriquecer esta noble acción humana que se mueve al interior de la escuela pero que permea todos los ámbitos de la sociedad contemporánea desde la Investigación-Acción.

  “Red 60”, nuestro primer sueño naranja (2009) patrocinado por la cara educativa de “Salud al Colegio” (SED), coordinada en su momento por Diana Mena, visionaria de la potencialidad de la Orientaciòn como acción humana transversal, fue una excelente incubadora que permitió trazar el horizonte que hoy visualizamos. “Orienta Reddi” nodo originario y crisol acalorado de extensas discusiones sabatinas sobre el pensamiento crítico decolonial y liberador en sus relaciones con la compleja realidad social, base para proyectos actuales como “La Caja de Pandora” alternativa propicia para el bienestar y la salud mental, El nuevo enfoque sobre masculinidades y el mismo modelo pedagógico latinoamericano:” Orientaciòn Transicional Confluente para El sentido Ético de la Vida” (RELAPRO,2021) entre otros.

Los hemos visto crecer hasta convertirse en el tipo de profesionales que son hoy en día y les hemos visto ondear muy alto la bandera universal de la “Rosa de los vientos” con gran orgullo, dignidad y sobre todo vocación no solo en el contexto distrital, sino también en los diferentes ámbitos nacionales e internacionales. Resulta pertinente recordar que en Buenos Aires (2017) se marcó un hito en la historia de la Orientaciòn latinoamericana y que en México 2018 (entre varios eventos) la bandera nacional se ondeó con dignidad y gran esfuerzo de manera presencial pero también de manera pionera en las ponencias virtuales que hoy son cosa cotidiana.

Un enorme orgullo y gozo nos embarga por todos y cada uno de ellos frente a un panorama cada vez más alentador, con un campo enriquecido y empoderado no simplemente de un cumulo de funciones dispersas, sino de un rol definido con sentido ético (Cortina/Maturana) posicionado como elemento fundamental para el desarrollo a escala humana (Max-Neef) de toda la sociedad.

Va por ellos un gran abrazo fraternal, una voz de aliento, un sentido aplauso, toda vez que reiteramos nuestro acompañamiento y compromiso fraternal con alegría en torno a nuestra noble acción humana trascendental.

Amilkar A. Brunal

Orientador Educativo en ámbito Escolar (Col)

 

 

Hay quienes luchan un día y son buenos.

Hay otros que luchan un año y son mejores.

Hay quienes luchan muchos años

y son muy buenos.

Pero hay los que luchan toda la vida:

esos son los imprescindibles.”

Bertolt Brecht

 


Botiquín Emocional adaptación de la versión original de Danny Rondón
 por Diana Marcela Méndez Gómez

 

Mi botiquín emocional debe contener como mínimo los siguientes elementos: palillo, liga, curita, gasa, lápiz, borrador, chicle, chocolate, bolsa de té, tijeras sin punta, regla pequeña, tajalápiz

 

¿Para qué?

 

1.Bolsa de té, mate o café: para tomarte un tiempo para ti, una pausa activa, para construir con alguien desde la gratitud.

2. Borrador: para acordarte de que todos cometemos errores, pero se pueden corregir.

3. Caja de colores: para reconocer que el blanco, el negro y el gris hacen parte de la caja de colores llamada vida.

4. Chicle: para pegarte de todo aquello que puedes pegarte con tu esfuerzo, que depende de ti y de todos aquellos que han impulsado tus sueños, que tengas presente que tu inspiras los sueños de otros, de esos niños, niñas, adolescentes y jóvenes que te necesitan.

5. Chocolate: para que recuerdes que la vida es como el cacao que de algo que parece amargo puede surgir algo dulce como tú quieras.

Por eso en estos y en todos los tiempos te invitamos a sonreír y a mirar la dulzura dentro y fuera de ti.

6. Curita (bendita): para curarte de aquellos sentimientos sin atender, ya sean tuyos o de los demás.

7. Gasa: para ayudarte a proteger de las infecciones de los malos pensamientos o palabras.

8. Lápiz: para escribir diariamente todas tus bendiciones.

9. Libreta de notas: para que anotes tus bendiciones, tus sueños, anhelos y oraciones y trasciendas las listas del “debe” y el “haber”.

10. Liga o caucho para recordar la importancia de la flexibilidad, ya que las cosas, personas y situaciones no son de la manera como tu quisieras.

11. Palillo: para recordar recabar o hurgar en los demás todas las cualidades que tienen.

12. Regla pequeña: para que midas tus palabras antes de emitirlas y las de los demás y no te tomes nada personal.

13.Tajalapiz: para sacarle punta al lápiz y te permitas escribir tus bendiciones.

14. Tijeras sin punta (punta roma): para cortar la culpa, el enojo, la queja, el rumor o la murmuración que destruyen. Para quitar las puntas de las hojas y pasar de ver cuadrado a ver redondo.

Finalmente, la cartuchera donde guardas todos estos elementos y reconocerás que las personas y los regalos que Dios y la vida te dan a diario no dejan de ser regalos por venir en estuches de colores diferentes al tuyo.

 

"Porque tu Eres más allá de lo que haces" pero si lo dejas de hacer el mundo posiblemente pierda su brillo y su color”

Diana Marcela Méndez Gómez (Colombia) -Orientadora de 💖-

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