El adentro del afuera(Cuento)
Silvia Gabriela Vázquez[1]
El encierro que trajo la pandemia nos encontró a
dos metros de distancia de los que aún suspiran por no poder salir cuanto
quisieran.
Me acuerdo del momento en el que un periodista lo
decía en la radio (lo escuché, sorprendida, por la ventana abierta del señor de
aquí al lado).
-“Hay que quedarse en casa”, pronunció con voz clara.
Luis y yo nos miramos. Dejamos los cartones que
habíamos juntado allí sobre el asfalto. Volvimos a mirarnos y así, sin decir
nada, hicimos una mueca que intentó ser sonrisa. Paulita todavía no había
despertado de la siesta que duerme casi todos los días cuando la vence el
hambre.
-“Hay que quedarse en casa”, repitió Luis, impostando la voz. Entonces sí, brotó
con exageración mi carcajada… aunque se apagó en seguida.
-“¿Cómo se hace para permanecer adentro cuando sólo
hay afuera? “, preguntó
don Raúl sin esperar respuesta y remarcando, con el repiqueteo de su bastón en
la vereda, cada palabra.
-“Los
chicos, los borrachos, los locos y los viejos decimos la verdad que más les
duele a los que no se animan siquiera a pronunciarla”, murmuró doña Irma. Había estado observando la
escena de reojo mientras amasaba, en una enclenque mesa improvisada, la única
comida que compartiríamos los cinco al final de ese día: torta frita.
Las cosas no cambiaron demasiado desde aquella
tarde en la que comenzamos a temerle a la pandemia. Hoy, como entonces, un
locutor acaba de anunciar un conjunto de medidas que debe tomar la población
para evitar los contagios.
Desde la ventana abierta podemos ver a los cinco
integrantes de una familia como la nuestra, dispuestos a cenar, ajenos a lo que
(nos) ocurre a poco más de dos metros de sus platos humeantes.
Entre un bocado y otro, se quejan por las nuevas
restricciones, por el cansancio que el teletrabajo les provoca, por el fastidio
que les causa el uso del barbijo. No giran la cabeza, no notan la intemperie de
los otros (nosotros), como si sólo pudieran mirar sus propios miedos.
Mientras, en esta esquina, sin nada que beber más
que silencio, soñamos con que alguien nos explique -bajo algún techo propio que
no sea el que tejen entre sí las estrellas- que hay que quedarse en casa… ¡y
logremos hacerlo!
Por quienes desoyeron cada alerta
Silvia Gabriela
Vázquez *
Antes, mucho antes de estar muerta,
regaba los jazmines por las noches
y tejía respuestas por la tarde
que olvidaba después, cada mañana.
(Un día y otro, semana tras semana).
Decidía marcharse, pero claro,
él le llevaba flores y la espina
-esa astilla morada- parecía
apenas un detalle ante su aroma.
(La esquina del silencio nunca es roma)
Antes, mucho antes de estar muerta,
había estado alerta, sospechaba,
mas eligió ocultar quién le causaba,
con el paso del tiempo, tantas penas.
Qué parte de ese amor no era tan sano,
qué mano misteriosa de azucenas
-o un ramo de violetas o una rosa-
le pedían disculpas reiteradas.
Y aplazó decisiones ya tomadas,
confundiendo pasión con otra cosa,
y aceptó aquella sal su herida abierta,
[1] Silvia Gabriela Vázquez: Lic. y Prof. en Psicopedagogía, Maestranda en Educación y escritora.Autora, entre otros libros, de: Resiliencia entre líneas, Poemas desovillados y La tenacidad de la palabra (declarado “De Interés para la Comunicación Social”). Obtuvo premios literarios internacionales. Dirige la Cátedra de Responsabilidad Social UdeMM y, como embajadora para la paz, integra proyectos culturales solidarios. Su poema “Por quienes desoyeron cada alerta” fue publicado en español, esloveno e inglés como parte de una campaña para dar visibilidad a la problemática de la violencia de género y apoyar las acciones tendientes a su prevención. Otros antecedentes
Tu eres mi tarea[1]
Amilkar A. Brunal
Tu
eres mi tarea, la tarea que he que escogido por vocación y formación y que me
ha escogido, que me construye y le da sentido en gran parte a mi acción humana
cada día sobre esta tierra. La tarea cobijada
bajo la bandera de la “Rosa de los vientos”.
Te hago día a día, con alegría, pero a veces también con lágrimas por el
dolor de la impotencia frente a situaciones cotidianas que nos desbordan, a
veces con incertidumbre, pero al final con gran esperanza.
Confianza en que mis acciones contribuyen (aunque sea poco, aunque sea
lento) de manera trascendental en la construcción de proyectos de vida de las
comunidades educativas a las que pertenezco.
Te hago todos los días, hasta los sábados por la mañana,
hasta los domingos, aunque me pierda mi programa favorito o la caminata
matutina, porque una gran pasión me embarga, la pasión por ver un mundo cada
vez más equitativo, más libre, más fraterno, más humano, comprometido con una
vida cada vez más digna y deseable de ser vivida. Una vida en la que las
generaciones presentes y futuras puedan ser la mejor versión de ellos para sí
mismos y para sus “próximos”.
Repujo tus mapas con cuidado en papel pergamino y
delimito tus márgenes con mucho esmero esperando que el lunes tan anhelado,
todas las personas que valoran la verdad del conocimiento y mi esfuerzo, te
reciban con gratitud y aprovechen con gozo tus enseñanzas.
¡Soy Orientador y por eso doy gracias ¡
Amilkar Brunal
Orientador Educativo
Entrega de testimonio[2]
|
Bogotá, D.C. diciembre 9 del 2021
2011-2021. Una década de fortalecimiento de
la Orientación Educativa
en Ámbito Escolar en Colombia
Bogotá, no podría dejar de ser epicentro de
tan importante espacio transicional que le permitió a nuestra generación
(Estatuto Docente 2277 de 1979), entregar el testimonio de más de cuatro
décadas en las manos de nuevos profesionales (nombrados en 2011 y en 2013), altamente
capacitados, que han demostrado con creces su compromiso con las necesidades
humanas de las comunidades educativas a las que pertenecemos.
Hemos compartido con ellos hombro con hombro,
con entereza la defensa de un parámetro equitativo para atender adecuada y
oportunamente a todas las familias que conforman nuestras comunidades
educativas, en la calle bajo el sol resplandeciente al amparo de las mesas
sindicales que hoy se han multiplicado (Comisión sindical/ADE Aso-Orientadores,
Colegiado de Orientadores, USTRAB y SINDODIC) no solo como manifestación de las
inconformidades laborales, sino como espacio selecto del pensamiento crítico
social.
También hemos participado activamente junto
con ellos en la mesa Distrital de Orientadores (espacio ganado por y para el
diseño y evaluación de las políticas públicas en educación en general y en la
Orientaciòn Educativa en ámbito escolar en particular) instancia que nos
representa ante la administración central. También nos hemos complacido con el
simple hecho de la socialización fraternal y la catarsis propia de las mesas
locales de participación (espacio natural de bienestar social).
Evidentemente se han destacado como líderes
no solamente en el campo sindical, sino también en el campo de la investigación
académica reconocida por las entidades competentes como las diversas
universidades que reconocen la relevancia de nuestro campo y el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP)instancia fundamental para la formación
docente continuada, haciendo importantes aportes conceptuales y aplicados al
campo, publicados en diversos medios académicos. Pero sobre todo son
reconocidos por sus pares, instancia más valiosa que cualquier otra.
Hemos tenido el honor y el placer de verles
crecer profesionalmente siempre alimentados de la fuente de las ciencias bases
que conforman el campo: La psicología, la psicopedagogía, el trabajo social, la
pedagogía reeducativa y las terapias ocupacionales y del lenguaje, dejan de ser
cúmulos de conocimientos teóricos (letra muerta) para constituirse en sentí-pensamientos
(Fals Borda) y acciones para diseñar alternativas de mediación pertinentes a
las situaciones cotidianas de la vida escolar.
Hemos visto nacer “Sinapsis” innovadoras,
conceptos fundamentales, y proyectos pertinentes para enriquecer esta noble
acción humana que se mueve al interior de la escuela pero que permea todos los
ámbitos de la sociedad contemporánea desde la Investigación-Acción.
“Red
60”, nuestro primer sueño naranja (2009) patrocinado por la cara educativa
de “Salud al Colegio” (SED), coordinada en su momento por Diana Mena,
visionaria de la potencialidad de la Orientaciòn como acción humana transversal,
fue una excelente incubadora que permitió trazar el horizonte que hoy
visualizamos. “Orienta Reddi” nodo
originario y crisol acalorado de extensas discusiones sabatinas sobre el
pensamiento crítico decolonial y liberador en sus relaciones con la compleja
realidad social, base para proyectos actuales como “La Caja de Pandora”
alternativa propicia para el bienestar y la salud mental, El nuevo enfoque
sobre masculinidades y el mismo modelo pedagógico latinoamericano:” Orientaciòn
Transicional Confluente para El sentido Ético de la Vida” (RELAPRO,2021) entre
otros.
Los hemos visto crecer hasta convertirse en
el tipo de profesionales que son hoy en día y les hemos visto ondear muy alto
la bandera universal de la “Rosa de los vientos” con gran orgullo,
dignidad y sobre todo vocación no solo en el contexto distrital, sino también
en los diferentes ámbitos nacionales e internacionales. Resulta pertinente
recordar que en Buenos Aires (2017) se marcó un hito en la historia de la
Orientaciòn latinoamericana y que en México 2018 (entre varios eventos) la
bandera nacional se ondeó con dignidad y gran esfuerzo de manera presencial
pero también de manera pionera en las ponencias virtuales que hoy son cosa
cotidiana.
Un enorme orgullo y gozo nos embarga por
todos y cada uno de ellos frente a un panorama cada vez más alentador, con un
campo enriquecido y empoderado no simplemente de un cumulo de funciones
dispersas, sino de un rol definido con sentido ético (Cortina/Maturana)
posicionado como elemento fundamental para el desarrollo a escala humana
(Max-Neef) de toda la sociedad.
Va por ellos un gran abrazo fraternal, una
voz de aliento, un sentido aplauso, toda vez que reiteramos nuestro
acompañamiento y compromiso fraternal con alegría en torno a nuestra noble
acción humana trascendental.
Amilkar
A. Brunal
Orientador
Educativo en ámbito Escolar (Col)
“Hay quienes luchan un día y son
buenos.
Hay otros que luchan un
año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos
años
y son muy buenos.
Pero hay los que
luchan toda la vida:
esos son los imprescindibles.”
Bertolt Brecht
Botiquín
Emocional adaptación de la versión original de Danny Rondón
por Diana Marcela Méndez Gómez
Mi botiquín emocional debe contener
como mínimo los siguientes elementos: palillo, liga, curita, gasa, lápiz,
borrador, chicle, chocolate, bolsa de té, tijeras sin punta, regla pequeña,
tajalápiz
¿Para qué?
1.Bolsa
de té, mate o café: para tomarte un tiempo para ti, una
pausa activa, para construir con alguien desde la gratitud.
2.
Borrador: para acordarte de que todos cometemos
errores, pero se pueden corregir.
3.
Caja de colores: para reconocer que el blanco, el
negro y el gris hacen parte de la caja de colores llamada vida.
4.
Chicle: para pegarte de todo aquello que puedes pegarte
con tu esfuerzo, que depende de ti y de todos aquellos que han impulsado tus
sueños, que tengas presente que tu inspiras los sueños de otros, de esos niños,
niñas, adolescentes y jóvenes que te necesitan.
5.
Chocolate: para que recuerdes que la vida es
como el cacao que de algo que parece amargo puede surgir algo dulce como tú
quieras.
Por
eso en estos y en todos los tiempos te invitamos a sonreír y a mirar la dulzura
dentro y fuera de ti.
6.
Curita (bendita): para curarte de aquellos sentimientos
sin atender, ya sean tuyos o de los demás.
7.
Gasa: para ayudarte a proteger de las infecciones de los
malos pensamientos o palabras.
8.
Lápiz: para escribir diariamente todas tus bendiciones.
9.
Libreta de notas: para que anotes tus bendiciones, tus
sueños, anhelos y oraciones y trasciendas las listas del “debe” y el “haber”.
10.
Liga o caucho para recordar la importancia de la
flexibilidad, ya que las cosas, personas y situaciones no son de la manera como
tu quisieras.
11.
Palillo: para recordar recabar o hurgar en los
demás todas las cualidades que tienen.
12.
Regla pequeña: para que midas tus palabras antes de
emitirlas y las de los demás y no te tomes nada personal.
13.Tajalapiz:
para sacarle punta al lápiz y te permitas escribir tus bendiciones.
14.
Tijeras sin punta (punta roma): para cortar la culpa, el
enojo, la queja, el rumor o la murmuración que destruyen. Para quitar las
puntas de las hojas y pasar de ver cuadrado a ver redondo.
Finalmente,
la cartuchera donde guardas todos
estos elementos y reconocerás que las personas y los regalos que Dios y la vida
te dan a diario no dejan de ser regalos por venir en estuches de colores
diferentes al tuyo.
"Porque tu Eres más allá de lo
que haces" pero si lo dejas de hacer el mundo posiblemente pierda su
brillo y su color”
Diana
Marcela Méndez Gómez (Colombia) -Orientadora de 💖-
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