Sec.
Académica RELAPRO
Dir.
Cátedra RSU UdeMM
“Excelente, amiga
Gabriela. Me gusta. (…) Ese es el
nombre. Ya deseo informarlo al resto de los redistas”.
Así comenzaba el correo enviado por nuestro querido
Julio González Bello, un sábado de febrero del 2014, en respuesta a mi mail de
esa misma mañana. Noté que había agregado una palabra en el asunto (ahora: “Revista
Electrónica”) y una dirección -la de Aleyda Ríos- entre los destinatarios. Cuando Julio, entusiasmado, nos decía a
ambas: “Me gusta”. “Ese es el nombre”,
se refería a mi propuesta de llamar OrientAcción a la revista que aún no había
nacido y sin embargo ya éramos tres imaginándola.
Desde entonces pasaron casi 8 años en los que esta publicación
fue creciendo -en páginas y miradas- gracias a ese entusiasmo, a los aportes de
orientadores de diversos países cada vez más comprometidos con su tarea y en
especial, al valiosísimo e incansable trabajo de Amilkar Brunal, director
general de la Red.
Casi 8 años en los que
pudimos dialogar, enriquecernos con múltiples puntos de vista y comprender que
nadie tiene la verdad porque -como ha dicho Angel Gabilondo (2007)- “es
necesaria la palabra de todos, de cada uno, es preciso crear espacios y dejar
hablar, no como un acto de permisividad, sino de reconocimiento”.
En este sentido, el II
Congreso Internacional de RELAPRO[1]
-“Enfoques, Modelos y Estrategias de la Orientación en Latinoamérica”- llevado
a cabo en abril del 2017 en la Universidad de la Marina Mercante (Buenos Aires)
marcó un hito. No sólo por haber contado con disertantes de Argentina, EEUU,
Chile, Uruguay, Perú, Venezuela, Colombia, Costa Rica y Sudáfrica, sino por los
importantes diálogos informales que tuvieron lugar entre una y otra
conferencia. Espacios en los que pudimos conocernos, valorar nuestras
diferencias y entendernos, base de la verdadera inclusión. El Himno “Naciones Unidas para la Paz” interpretado
por un coro intercultural e interreligioso (Universal Peace Federation) fue el
cierre perfecto para aquel inolvidable encuentro.
Después de ese encuentro hubo muchos otros -como la
Semana Virtual de la Orientación en el 2020 o el reciente IV Congreso
Internacional de AIDOEL- en los que nos
escuchamos, debatimos, arribamos a algunas conclusiones y surgieron nuevas inquietudes.
En los últimos 2 años, la pandemia nos demostró la
importancia de construir resiliencia comunitaria para afrontar “aquello (…) que
pervierte todas las respuestas porque desafía los términos a partir de los
cuales se formulan las preguntas” (Michel-Rolph Trouillot, 1995), es decir “lo impensable”.
Si antes de
la llegada del COVID-19 se hablaba de un entorno VUCA -caracterizado por la
volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambiguëdad- hoy los
especialistas prefieren el acrónimo propuesto por Jamais Cascio (2018). Y describen
este contexto como: BANI (brittle, anxious, non linear e
incomprehensible, por sus siglas en inglés). Frágil, ansioso, no lineal e
incomprensible son particularidades que no pueden afrontarse sin una actitud de
flexibilidad, resiliencia y empatía.
Quienes nos dedicamos a la orientación vocacional-ocupacional
fuimos testigos de una de las preocupaciones que generó dicha incertidumbre: ¿Cómo
ayudar a las personas a afrontar los cambios del mundo académico y laboral post
coronavirus?
Sin duda estarán mejor preparados aquellos que,
además de adquirir habilidades técnicas, potencien las competencias suaves como
las mencionadas y tengan suficiente humildad para aprender
unos de otros.
“Sigamos
invirtiendo en inteligencia artificial, sin olvidar la inteligencia de la
humildad” propone Stefano Zamagni (2021) y nos recuerda que: “humilde” –de humus-
es “alguien que sabe cómo quedarse con los pies firmemente plantados en el
suelo”. Algo que en la familia de RELAPRO –cada vez más numerosa- intentamos practicar:
soñar, proponer, innovar, poner en práctica, re-pensar, corregir juntos los
propios errores y alentar el vuelo recordando siempre las raíces.
“Ya deseo informarlo al resto de los
redistas”, escribía Julio
en aquel correo del 2014…
Esa
pasión por compartir, por “ser con otros” (tan propia de la filosofía Ubuntu[2])
es la que nos hace humanos, humanos comprometidos construyendo. Sabiendo que
–como escribió J. L. Borges “Nada se construye sobre piedra; todo se construye
sobre arena, pero debemos construir como si la arena fuese piedra”.
¡Gracias
por acompañarnos en este nuevo número de la revista OrientAcción! ¡Felicidades!
Diciembre 16 /2021
[1] Revivimos la emoción de ese momento
tanto en el homenaje a Marina Muller como en los intercambios con distintos
orientadores latinoamericanos, en el marco del ciclo “Miradas en OV: Mucho más
que un test” realizados en UdeMM en el transcurso del 2021.
[2] Filosofía practicada por Mandela -promovida,
entre nosotros, por Max Sefotho- que he tomado como pilar, junto con las
nociones de resiliencia e ikigai, al
hablar de “Compromiso Social Aplicado” (Vázquez, S.G, 2013).
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