Una visión
antropológica del problema.
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Resumen
Desde hace un poco más de un siglo en
América latina el tema del Desarrollo ha sido concebido desde la óptica de un
continente en desventaja, es así que no podemos negar la situación de pobreza
que se presenta ante nosotros como un reto. El desarrollo de este lado del
mundo está íntimamente unido al tema de la emancipación, de la subversión, del
anticolonialismo y el antiimperialismo. No obstante, la cuestión económica ha
sido la gran preocupación apartando de éste el asunto antropológico, humano. De
eso se trata este trabajo de investigación, de poner frente al tema del
desarrollo la dimensión antropológica como una importante condición para que el
desarrollo sea considerado como tal. Haremos un recorrido en tres capítulos. El
primero, sobre el desarrollo humano, el segundo sobre la intervención de las
mujeres en los cambios económicos de este continente y el tercero se ha
fundamentado en la relación de lo personal con lo social como expresiones
contextuales concomitantes. La conclusión nos condujo a presentar la propuesta
de desarrollo elaborada por el Papa Francisco, dándole a la economía y a la
política una dimensión distinta, mucho más antropológica.
Palabras
claves: Desarrollo,
Economía, Antropología, Feminismo, Política.
Abstract
For a little more than a century in Latin America, the
issue of Development has been conceived from the perspective of a disadvantaged
continent. Thus, we cannot deny the situation of poverty that presents itself
to us as a challenge. The development of this side of the world is closely
linked to the theme of emancipation, subversion, anti-colonialism and
anti-imperialism. However, the economic question has been the great concern,
separating from it the anthropological, human issue. That is what this research
work is about, to put the anthropological dimension in front of the development
issue as an important condition for development to be considered as such. We
will take a tour in three chapters. The first, on human development, the second
on the intervention of women in the economic changes of this continent and the
third has been based on the relationship of the personal with the social as
concomitant contextual expressions. The conclusion led us to present the
development proposal elaborated by Pope Francis, giving economics and politics
a different dimension, much more anthropological.
Key words: Development, Economics, Anthropology, Feminism, Politics.
Liminar
América Latina está
viviendo una situación escasamente imaginable en presencia de una crisis
financiera, económica y social de principios del milenio. Esta situación se
debe a razones de distinta índole. Un cambio significativo de la estructura
económica mundial, a partir del nuevo rol de China y de la India en la
estructura de producción, inversión, consumo, exportaciones e importaciones
globales, han vuelto a América Latina menos dependiente de los centros del
capitalismo avanzado (Rosales y Kuwayama, 2007). Estos centros, guiados por
principios neoliberales, atraviesan, desde 2008, una histórica crisis que está
afectando la economía real (CEPAL, 2010).
Más allá del
contexto, y con distintos grados y variaciones, han surgido nuevas políticas
económicas de los gobiernos sudamericanos que también han tenido una gran
repercusión en el comportamiento humano y social de los que viven en este lado
del mundo. Han recorrido el continente políticas orientadas por principios de
estímulo al crecimiento del producto, a la producción de manufacturas, al
crecimiento del empleo, del empleo registrado y del empleo industrial.
El
análisis que vamos a procurar en este intento científico de aproximación al
desarrollo latinoamericano está revestido del problema socioeconómico y de
lucha de clases que se ha agudizado en estos últimos años dado que la política
se ha convertido en la brújula que dirige la economía, sino que también
procuraremos señalar algunas dimensiones que tocan lo antropológico, lo humano
que en definitiva es lo que hace posible el funcionamiento de todos los
sistemas. Por esta razón es que el punto de partida es el Desarrollo humano, y
culminaremos con la propuesta del Papa Francisco para un desarrollo sustentable
y profundamente humano que encontramos en su última carta encíclica “Fratelli
Tutti”.
El
desarrollo Humano
Muy probablemente
la cuestión de la correlación entre desarrollo y desarrollo humano es donde
actualmente existe un acuerdo más amplio a partir de la teoría de Sen (1979).
La tesis más importante de este planteamiento, desde el punto de vista
económico, es que el desarrollo (incluso en su dimensión de crecimiento y de
aumento) tiene una asociación importante con la mejora de los indicadores
educativos, de alimentación, de salud, de vivienda y servicios básicos, de
seguridad social, y de igualdad étnica y de género. La educación es una buena
noticia que se refleja en todos los ámbitos.
No solo se trata
de un enfoque de inversión en “capital humano” y la demostración de sus altas
tasas de retorno en términos individuales y sociales. Más bien, se trata de admitir
e identificar que un aumento general de las capacidades de los individuos, y en
particular de los miembros de los sectores sociales más desfavorecidos, redunda
en un aumento general del desarrollo. La capacidad de educar genera libertad,
seguridad que afecta positivamente el compromiso ciudadano, entendiendo este no
desde el resentimiento sino desde la sociabilidad. Esta perspectiva convierte
el debate democrático sobre la mejor fórmula de asignación de inversiones en
capital físico, tecnología e infraestructura, por un lado, e inversiones en
desarrollo humano, por otro, en una cuestión de extrema importancia en América
Latina (Sen, 1998).
Los valores que
conocemos y defendemos como son: desarrollo, identidad y justicia se han puesto
convenientemente en contra de la estructura socioeconómica de bajo crecimiento,
ruptura de la movilidad, aumento de la desigualdad y concentración de la
riqueza que caracterizó a América Latina desde los 80 hasta principios de esta
década, ha estado acompañada por valores de individualismo, codicia,
enriquecimiento rápido y pérdida de valores de identidad cultural. Resultaron
parte de un proceso de globalización y vinculación latinoamericana con el
capitalismo global y financiero; con esta hegemonía cultural y se establecieron
con relativa claridad los modos en que dichas culturas nacionales o populares
se interrelacionaban con la cultura global (García Canclini, 1984).
Estos estudios
mostraron también la importancia que tiene la identidad cultural y su
articulación (en términos de ampliación de la comprensión del mundo global y de
reconocimiento a la identidad de otras culturas) con la cultura global. También
se identificó la importancia que tiene la difusión de éticas de solidaridad,
justicia y corrección de las desigualdades como factor del desarrollo (Kliksberg,
2004).La cuestión consiste no solo en la consolidación de un capital cultural
para la competitividad, sino en cómo la difusión de los valores del desarrollo
(crecimiento, innovación, igualdad en términos de capacidades), la construcción
de lazos de solidaridad y cooperación, la consolidación de identidades
nacionales, culturales, territoriales y étnicas vinculadas al mundo global, y
la promoción de la libertad se convierten en preferencias ciudadanas y de los
actores socioeconómicos para el desarrollo (Boisier, 2005).
La cuestión remite
a las acciones públicas, privadas y sociales en materia educativa, de formación
de agentes socioeconómicos, de contenidos de los medios de comunicación, de la
naturaleza de la producción cultural, y de contenido y forma del discurso
político. Todas ellas, formadoras de valores y preferencias.
Economía,
mujeres y género
Ciertamente en
este momento el tema del género es un tema controversial. Se trata de una
discusión que ha ido tomando cuerpo a pesar de su carente sustento filosófico. En
la construcción de la ciencia económica, las mujeres y sus experiencias
quedaron fuera de las fronteras de los intereses de los economistas y de la
economía. Las inquietudes de la ciencia económica se han definido y abordado,
sin considerar las disparidades entre hombres y mujeres. Por su parte, la
participación femenina restringida en el ámbito de lo público, ha incidido a su
vez para que las mujeres no sean agentes activas en las decisiones sobre
política económica, debido a su relativa marginación de la esfera de las
decisiones políticas y de los cargos en niveles gubernamentales.
El concepto de la
racionalidad prevaleciente está sesgado por concepciones a priori de género; el
agente representativo, racional e informado, que toma decisiones buscando
maximizar su bienestar (utilidad), “no tendría” sexo, clase, edad o pertenencia
étnica, y “estando fuera” de un contexto histórico, social y geográfico
particular (Ferber y Nelson, 1993). Ello impide que se enfrenten adecuadamente
desde el punto de vista económico, las restricciones particulares que enfrentan
las mujeres en tanto agentes económicos y sociales. En general, cuando desde la
disciplina económica, así como desde las políticas económicas se atiende a la
equidad entre hombres y mujeres, se considera más bien como una problemática de
carácter social y discutible en el contexto de la distribución de los frutos
del crecimiento económico y sus beneficios.
Las motivaciones
inducidas por valores tales como el altruismo, la empatía, la reciprocidad, la
solidaridad, el cuidado del prójimo, quedan al margen de las decisiones de las
personas, pese a que los seres humanos responden a una variedad de factores
además del propio interés individual (Benería, 1999). La economía busca aportar
evidencia empírica parcial que, leída en conjunto y acompañada de teoría, puede
contribuir a entender la dinámica de fenómenos agregados complejos, como la
evolución de la desigualdad en una gran región (Ciaschi, M., Galeano, L., y
Gasparini, L., 2021). Al decir de Julie Nelson: “El homo economicus” no es una
buena descripción de la mujer, pero tampoco es una buena descripción del
hombre”.
Articulación
de lo personal con lo social
Los modelos
políticos y estilos de desarrollo dominantes se han tropezado con tremendos
obstáculos para compatibilizar el desarrollo personal con el desarrollo social.
Tanto las dinámicas del ejercicio del poder, como los efectos de ideologías
excluyentes, tienden a disolver a las personas en arquetipos de masas, o a
sacrificar a las masas por arquetipos del individuo. Una sociedad sana debe
plantearse, como objetivo ineludible, el desarrollo conjunto de todas las
personas y de toda la persona.
La articulación de
la dimensión personal del desarrollo con su dimensión social puede lograrse a
partir de niveles crecientes de auto dependencia. En el ámbito personal, la
auto dependencia estimula la identidad propia, la capacidad creativa, la
autoconfianza y la demanda de mayores espacios de libertad. En el plano social,
la auto dependencia refuerza la capacidad para subsistir, la protección frente
a las variables exógenas, la identidad cultural endógena y la con quista de
mayores espacios de libertad colectiva. La necesaria combinación del plano personal
con el plano social en un Desarrollo a Escala Human a obliga, pues, a estimular
la auto dependencia en los diversos niveles: individual, grupal, local,
regional y nacional.
El Estado deberá
desempeñar un papel fundamental abriendo espacios de participación a distintos
actores sociales, a fin de evitar que, a través de la reproducción de
mecanismos de explotación y de coerción, se consoliden proyectos autónomos
perversos que atenten contra la multiplicidad y diversidad que se pretende
reforzar.
Si
el desarrollo no incluye lo humano, no es desarrollo.
A manera de
conclusión quiero introducir un planteamiento que puede desencontrarse con este
discurso positivista y estructuralista de la economía frente a la frescura de
la propuesta humana. En la última Carta Encíclica del Papa Francisco que ha
representado una importante y controversial propuesta en temas discutibles como
la política y la economía, y cuyo título es “Fratelli Tutti”, la nueva
humanidad a la que apunta el Papa solo será posible con una nueva educación, y
en este caso vamos a relacionar con la visón integral del desarrollo en
América, un tema que no está ausente en el documento papal.
El Papa Francisco a propósito del diálogo dice que puede
confundirse con un febril intercambio de
opiniones en las redes sociales, muchas veces orientado por información
mediática no siempre confiable. Son sólo monólogos que proceden paralelos,
quizás imponiéndose a la atención de los demás por sus tonos altos o agresivos.
Pero los monólogos no comprometen a nadie, hasta el punto de que sus contenidos
frecuentemente son oportunistas y contradictorios; descalificar rápidamente al
adversario, aplicándole epítetos humillantes, en lugar de enfrentar un diálogo
abierto y respetuoso, donde se busque alcanzar una síntesis superadora.
(Francisco, 2020).
Una
educación dialógica no es solo aquella que se empapa del método filosófico
socrático, con el cual el diálogo se convierte en la fuente para alcanzar el
conocimiento o la verdad, la educación dialógica es la que hará que se formen
los futuros héroes del mundo, los que romperán la lógica enfermiza de la
descalificación. Una educación para el diálogo es una educación para propiciar
el encuentro. Esta ha sido una idea fundamental en el magisterio del Papa
Francisco. Para propiciar la cultura del encuentro debe haber una disposición
que alimenta la capacidad de comprender el sentido de lo que el otro dice y
hace, aunque uno no pueda asumirlo como una convicción propia.
Una
definición importante es también en el contexto del desarrollo, la cultura del
encuentro. Es un estilo de vida
tendiente a conformar ese poliedro que tiene muchas facetas, muchísimos lados,
pero todos formando una unidad cargada de matices, ya que el todo es superior a
la parte. (Francisco 2020). La persona humana es concebida al centro de todo
acto social y es reconocida en su esencia y en sus diferencias. El auténtico desarrollo
y dialogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro
aceptando la posibilidad de que encierre algunas convicciones o intereses
legítimos. El otro es una condición externa de mí que habla de mí; me recuerda
los derechos que tengo ante los demás y los derechos del alter ante mí. Para
que haya un verdadero diálogo yo debo aceptar la presencia de alguien distinto
que tiene sus propios interesas.
Referencias
CEPAL (2010), Estudio económico de América
Latina y el Caribe 2009-2010, Santiago, CEPAL.
Rosales,
Osvaldo y Kuwayama, Mikio (2007), “América Latina y China e India: hacia una
nueva alianza de comercio e inversión”, Santiago, CEPAL (Serie Comercio Internacional;
Nº 81).
Sen, Amartya (1979), “Equality of What?”, en The
Tanner Lecture on Human Values, Los Angeles, Stanford University.
__________
(1998), “Teoría del desarrollo a principios del siglo XXI”, en El desarrollo
económico y social en los umbrales del siglo XXI, L. Emmerij y J. Núñez del
Arco (comps.), Washington, BID.
García
Canclini, Néstor (1991), “Gramsci con Bourdieu: hegemonía, consumo y nuevas
formas de organización popular”, en Nueva Sociedad, Nº 71, Buenos Aires,
marzo-abril.
Kliksberg, Bernardo (2004), Más ética, más
desarrollo, Buenos Aires, Temas Grupo Editorial.
Boisier,
Sergio (2005), “Un ensayo epistemológico y axiológico sobre gestión del
desarrollo territorial: conocimiento y valores”, en Imágenes en el espejo:
aportes a la discusión sobre crecimiento y desarrollo territorial, Sergio
Boisier, Buenos Aires, Editorial Puerto de Palos.
Benería, Lourdes (1999) “Globalization, Gender and The
Davos Man”. Feminist Economics, Volume 5, Number 3 November 1999, pages 61 – 83
Ferber, Marianne A. and Julie A. Nelson. “Beyond
Economic Man: Feminist Theory and Economics”. Chicago: University of Chicago
Press, 1993.
Santo Padre, Francisco (2020) Carta Encíclica Fratelli
Tutti. Editrice Vaticana.
Max-Neef, M., Elizalde, A., Hopenhayn, M. (1986). Desarrollo
a Escala Humana: una opción para el futuro.
Development Dialogue. Número Especial. Cepaur. Fundación Dag Hammarskjold.
Chile. Disponible en: https://www.max-neef.cl/descargas/Max_Neef-Desarrollo_a_escala_humana.pdf
Ciaschi,
M., Galeano, L., y Gasparini, L., (2021). Estructura productiva y desigualdad
salarial: evidencia para América Latina. Disponibles en file:///C:/Users/Luis%20Eduardo/Downloads/document.pdf
(*) Pbro. Msc. Luis E. Martínez B.
sacerdote miembro del presbiterio diocesano de Maracay que presta sus servicios
en la Arquidiócesis de Valencia. Es candidato al Doctorado en Educación de la
Universidad de Carabobo y párroco de Jesús Buen Pastor en la Urb. Los Caobos en
Valencia
Aislamiento social, Educación de emergencia y futuro: experiencias
subjetivas de discontinuidad en la trayectoria vocacional[1]
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Lic. Oscar Rodríguez(Ar)[2]
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Resumen
El contexto de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio
(ASPO) por Pandemia del Covid-19 impulsó una modalidad de Educación de
emergencia en Argentina basada en la generación de las más diversas burbujas
virtuales, reactivando y generando flujos de conexión remota entre diferentes
personas como nunca antes en el sistema educativo argentino. Los procesos
educativos siguieron esta senda, atravesando el calendario con todo tipo de interferencias y se ha visto en crisis la idea de Trayectoria Educativa; se han
tenido que repensar, reconfigurar, re-establecer, sostener y generar nuevos
tipos de lazo social. El itinerario vital, que contiene al proyecto de vida, la
autopercepción de la trayectoria académica y de aprendizaje, así como la
construcción propia de las expectativas de época en relación al desarrollo
evolutivo, se pueden ver sacudidos en la expresión de muchos jóvenes que no
saben si “este año cuenta” o no, o de qué modo cuenta (como pausa?, como
retroceso?) en sus recorridos vitales. Esta experiencia en relación al tiempo y
a la posibilidad de proyectar en medio de la confusión interpela el rol de la
Orientación como espacio de consulta que resulta clave en la construcción del
proyecto de vida como un eje de salud.
Palabras clave: Aislamiento Social; Educación de Emergencia; Tiempo subjetivo;
Incertidumbre; Orientación.
Abstract
The
context of Obligatory Preventive Social Isolation (ASPO) due to the Covid-19
Pandemic promoted an emergency education modality in Argentina based on the
generation of the most diverse virtual bubbles, reactivating and generating
remote connection flows between different people like never before in the
Argentine educational system. The educational processes followed this path,
going through the calendar with all kinds of interferences and the idea of
the Educational Path has been in crisis; they have had to rethink,
reconfigure, re-establish, sustain and generate new types of social ties. The
life itinerary, which contains the life project, the self-perception of the
academic and learning trajectory, as well as the own construction of the
expectations of the time in relation to evolutionary development, can be seen
shaken in the expression of many young people who do not know if "this
year counts" or not, or in what way does it count (as a pause ?, as a
setback?) in their vital journeys. This experience in relation to time and the
possibility of projecting in the midst of confusion questions the role of
Guidance as a consultation space that is key in the construction of the life
project as a health axis.
Keywords:
Social Isolation; Emergency Education; Subjective time; Uncertainty; Guidance.
El contexto de ASPO por Pandemia de Covid-19 impulsó
políticas coordinadas con esta medida en los principales espacios de la vida
social, entre ellos el de la Educación que ha tenido que adoptar, no sin un
fuerte sesgo de incertidumbre inicial, una muy diversa modalidad de Educación
de emergencia adecuando sus medios, lenguajes, herramientas, formatos de clase,
y por sobre todo, lo más sensible al acto pedagógico: el encuentro entre
enseñantes y aprendientes.
Este tipo de educación y de aprendizaje, ha generado
sobre todo en sus destinatarios las más diversas experiencias teniendo en
cuenta los múltiples atravesamientos con los que ésta se construye, tanto si
consideramos lo material (dispositivos tecnológicos, tipo y calidad de accesos
a internet) como desde lo subjetivo (capacidades adquiridas en cuanto a lo
digital, modalidad de aprendizaje escolar-académico, expectativas y hábitos
relativos a la educación, etc.). De entre estas experiencias, se fueron
expresando con cada vez mayor frecuencia voces que hablaban de “tiempo perdido”
o “año perdido” en relación al aprendizaje, dictaminando implícitamente la
preponderancia de una eficacia al parecer exclusiva que se atribuye a la
educación presencial, por sobre las diferentes modalidades que se construyen desde
lo virtual.
Ante dicha suspensión se han abierto las más diversas
burbujas virtuales, más o menos interconectadas, y se han reactivado y generado
flujos de conexión remota entre diferentes personas como nunca antes en el
sistema educativo argentino. Estas nuevas escuelas y aulas representadas por
esta metáfora hologramática que implica la red que se establece en una clase
sincrónica por video-llamada en la que el/la docente se encuentra posiblemente
en su casa, así como también los demás participantes de la misma, que
interactúan tanto desde la plataforma que los comunica en ese momento (Zoom,
Google Meet, Jitsi, Dúo, Cisco Webex, entre otros) como de las que complementan
este enclave de conexiones (Aula virtual, Red Social), han zarpado hacia un mar
del que tenían muy escasa cartografía.
Es decir, todo lo que se emprendió estuvo ligado a una
inevitable incertidumbre y exploración propias de medidas de emergencia ante
situaciones inéditas (tal es la denominación que se utilizó para esta
estrategia pedagógica de este tiempo aquí en Argentina, Educación de Emergencia[3]).
Y como toda acción de emergencia, intenta salvaguardar, sostener y restituir lo
más valioso, lo más prioritario, con las herramientas disponibles, ganando
tiempo en lo posible para que, mientras el peligro no ceda, se puedan ir
ajustando y obteniendo mejores herramientas para lograrlo.
Los procesos educativos siguieron esta senda, atravesando
el calendario con todo tipo de interferencias,
en todos los planos que pueda utilizarse esta palabra: desde los cortes de luz
que puedan afectar a un barrio o ciudad, pasando por la infinidad de vaivenes
que las conexiones a internet pueden generar considerando su medio, origen,
capacidad, dispositivo, etc., hasta la vinculación forzosa que han tenido que
hacer con esta modalidad tanto docentes como estudiantes, independientemente de
su experiencia previa en el dominio de herramientas Tic. Se ha visto en crisis
la idea de Trayectoria Educativa[4].
En este marco, se han tenido que repensar, reconfigurar, re-establecer,
sostener y generar nuevos tipos de lazo social ante un “aislamiento físico que genera otras formas de presencias, como las virtuales
a través de variadas plataformas tecnológicas (...) Nuevas formas de lazo
social que no reemplaza el cuerpo a cuerpo, pero que intenta estrategias de
acercamiento, de palabra, de mirada”. (Rascovàn, 2020) El tiempo del
calendario académico, sumado a los tiempos más líquidos que rigen los espacios
virtuales y al avance constante del virus devenido en Pandemia, ha generado una
crisis social y subjetiva en cuanto a la experiencia interna del tiempo, “...la alteración de lo cotidiano que
produce la pandemia y el consecuente aislamiento afecta la temporalidad”
sostiene este mismo autor en el artículo citado.
El itinerario vital, que contiene al proyecto de vida, la
autopercepción de la trayectoria académica y de aprendizaje, así como la
construcción propia de las expectativas de época en relación al desarrollo
evolutivo, se pueden ver sacudidos en la expresión de muchos jóvenes que no
saben si “este año cuenta” o no, o de qué modo cuenta (como pausa?, como
retroceso?) en sus recorridos vitales. Los ejemplos más visibles de esto lo
constituyen los jóvenes que transitan trayectos de terminalidad de nivel, tanto
Medio (Secundario) como Superior o Universitario: ¿estaré preparado(a) para iniciar la universidad con esta experiencia
de aprendizaje de emergencia? ¿qué experiencias profesionales estoy
desarrollando al finalizar mi carrera de grado, para cuál mundo laboral?
Es así como se expresa la impronta que la lógica
eficientista, de la calidad educativa de la prespecialidad como única vía de
aprendizaje, una preocupación casi excluyente por el contenido, la información,
por sobre las cuestiones de fondo que sostienen el aprendizaje: el lazo social,
el encuentro, el vínculo.
Estos cuestionamientos sin duda se entrecruzan con otro
debate que se ha instalado en diversas esferas de este tiempo en lo referido a
cuál será la “normalidad” a la que se volverá o que se construirá, en todo
caso, una vez que las sociedades puedan retomar algunas actividades ya más
plenas cuando no esté latente el peligro de contagio masivo.
En las consultas clínicas de Orientación Vocacional,
muchos jóvenes plantean incertidumbres similares a los tiempos pre-pandemia
como si estuviéramos viviendo una situación lo suficientemente pasajera como
para confiar en que la normalidad de
ese entonces se reinstalará tal cual, como si hubiera algún tipo de certidumbre
en ello (aunque más semeja una posición entre la expectativa y el deseo). Sin
embargo, cuando se va entramando el discurso y la dialéctica del proceso de
Orientación, empiezan a emerger las nuevas incertidumbres propias del registro
que produce lo que se está viviendo socialmente en lo subjetivo: ¿Estaré lo suficientemente preparado(a) para
ingresar a tal o cual carrera con esta forma de estudiar-aprender?. Es
decir, si siempre fue una de las preocupaciones centrales del aspirante al
Nivel Superior o Universitario su dominio de saberes mínimos o ajustados a lo
requerido por dicho nivel, en este contexto se expresa notable desconfianza o
confusión acerca del aprender. Una pequeña crisis dentro de una macro crisis
que está viviendo la educación cuestionándose nuevamente sus bases en una
situación que pone en jaque la tríada pedagógica (docente, alumno, contenido),
ya que se impone su reconfiguración dinámica constante en una realidad que ha
puesto el aula en otro lugar (o en varios lugares en simultáneo: los hogares,
las plataformas, los dispositivos, la escuela, internet).
Y así como la educación replantea sus coordenadas
esenciales, la Orientación no puede estar ajena a los efectos del presente
escenario que, una vez más, interpela su posición tal y como a lo largo de su
historia (desde inicios del siglo XX) siempre lo ha hecho. Es decir, la
Orientación Vocacional/Profesional ha tenido siempre enfoques y trayectorias
ligadas a los procesos sociales de cada época, no sin su lógica diversidad de
líneas de abordaje e investigación al interior de un campo tan complejo y
múltiple, tanto así que hacia el siglo XXI desarrolla prácticas que poco se
acomodan ya al sentido etimológico del término que la ha instalado socialmente[5]
y se construyen, al menos en crecientes comunidades de profesionales de nuestro
país, en el seno de una constante reflexión crítica sobre nuestro hacer.
El contexto de pandemia por Covid-19 es uno de esos
escenarios que nos interpelan nuevamente, no sólo por lo antes descripto como
panorama de los sujetos y grupos en situación de ir definiendo sus proyectos,
si no porque este mismo escenario ya no es el que veníamos leyendo, analizando,
pensando y comprendiendo para poder acompañar en esa empresa vital. Mirta Gavilán
plantea que “Toda elaboración de un
proyecto, educativo, laboral, personal y/o social y su concreción, apuntan a
crear espacios de salud. (Gavilán, 2020), y es justamente este tipo de
espacio el que está jaqueado hoy en nuestras vidas. En Argentina, diversos
espacios que colectivizan a los profesionales de la orientación, tanto
institucionales (como la Asociación de Profesionales de la Orientación de la
República Argentina- APORA), como los que se entraman mediante redes emergentes
y fluidas que se constituyen a través de grupos y contactos desarrollados en
portales web, perfiles de redes sociales digitales, están planteando durante
este año diversos desafíos que la práctica va afrontando y con qué herramientas
irá repensando su rol en el futuro mediato. De este mismo modo, colegas
latinoamericanos también movilizan sus herramientas de difusión para llamar a
la reflexión en torno a ésto[6].
En éstos últimos días, desde la plataforma www.enclavevocacional.com hemos desarrollado la Jornada
Virtual “Orientación e Intervención en los Nuevos Escenarios del Aprendizaje”,
planteando desde una perspectiva psicopedagógica cuáles son los desafíos situados de los/as
Orientadores/as en un contexto en el que la Pandemia inviste el paisaje
constantemente, pero que cuya crisis visibiliza problemáticas sociales y
culturales de fondo como las desigualdades de género, las trayectorias de vida
mediadas por TICs, las tramas escolares y vitales que se ponen en juego como
dijimos al principio del presente artículo, y el modo en que todo esto
desacomoda al Profesional de la Orientación de ese lugar ya de por sí incómodo
de ser depositario de una expectativa de certeza que nunca existió y que en
este 2020 desafía nuevamente sus paradigmas. Los sujetos que conforman el campo
de la Orientación están en crisis respecto del futuro, a la vez que los
profesionales también lo están. ¿Cómo podemos construir en este tiempo una
experiencia profesional que aloje estas problemáticas cuando el futuro parece
desafiliar lo que se proyecta? Colegas, tenemos trabajo…
Referencias
Greco,
M. Beatriz (2015). Trayectorias educativas: el trabajo de los equipos de
orientación escolar, desde la psicología educacional contemporánea. Anuario de
Investigaciones, XXII( ),153-159.[fecha de Consulta 21 de Septiembre de 2020].
ISSN: 0329-5885. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3691/369147944014
Gavilan, Mirta
(2020). Orientación y pandemia. Disponible en:
https://www.aidoel.org/wp-content/uploads/2020/05/ORIENTACION-Y-PANDEMIA.pdf
Rascovan,
Sergio (2020). Orientación y pandemia. Reflexiones para promover el debate.
Revista mexicana de orientación educativa. Volumen 17 número 38 enero-junio
2020, pp. 1-12.
Necesidades de investigación en orientación educativa (Con o sin
Pandemia).Disponible en https://relapro2020.blogspot.com/2020/08/necesidades-de-investigacion-en.html
Orientación Vocacional en Tiempos de Ruido |
Diana
Marcela Méndez Gómez[7] |
“Inteligencia
es la habilidad
de
adaptarse a los cambios”
Stephen
Hawking (1942-2018)
Resumen
El artículo aborda el
tema de la orientación vocacional desde una perspectiva de hiperinformación
como lo ha sido esta etapa de globalización. Ruidos que se han agudizado a
partir de la declaratoria de pandemia por la OMS el pasado 13 de marzo de 2020.
Esta nueva etapa que ha afectado sin distinción a países de primer, segundo y
tercer mundo de acuerdo con las denominaciones de los organismos
internacionales y ha visibilizado los efectos colaterales de la implementación
de políticas neoliberales en materia económica, de salud y educación
principalmente. La pandemia, ha insertado una dinámica diferente que fusiona el
espacio público y el privado por ello, es importante articular el tema de la
interioridad y la autoidentidad como esenciales para garantizar que el proceso
de Orientación Vocacional redunde en una adecuada toma de decisiones por parte
de los orientados, bien sean estos estudiantes en los últimos grados de
educación media de los sistemas escolares de América Latina y el Caribe o de
aquellos que habiendo culminado sus estudios se encuentran en un punto de
parálisis en la toma de decisiones de sus Proyectos de Vida en esta trayectoria
tan compleja y que buscan asesorías particulares dentro de la coyuntura de
aislamiento social y las nuevas formas de ejercer esta orientación en la época
en la que nos encontramos.
Palabras clave: Orientación Vocacional, ruido, interioridad,
autoidentidad, toma de decisiones.
Introducción
El objetivo del presente
artículo es brindar unos elementos reflexivos en torno a los procesos de
orientación vocacional en estos tiempos de pandemia desde una perspectiva que
contempla la interioridad y la autoidentidad como esenciales para la toma
acertada de decisiones.
Considera como elementos subyacentes, la experiencia como Orientadora
Escolar en la educación pública de la ciudad de Bogotá, Colombia, en donde los
procesos de investigación e implementación de la Orientación Vocacional fueron
esenciales para el dinamismo de la política pública, además articula la experiencia
en procesos de consultoría para estudiantes del sistema educativo privado desde
hace más de diez años y las dinámicas de transformación que la coyuntura actual
ha impregnado a este proceso de acompañamiento.
La globalización como uno de los rasgos
característicos de la época en la que nos encontramos ha generado un sinnúmero
de transformaciones en aspectos económicos, sociales, educativos y laborales,
todos los cuales han dinamizado bajo otros paradigmas las relaciones del Ser
Humano, bien sean estas de carácter intrapersonal o interpersonal. Por lo cual
es imperativo reconocer entre otros elementos, el contexto en el que nos
encontramos y la responsabilidad cada vez mayor que se deposita en los sistemas
escolares de nuestros países frente a temas de crecimiento económico,
desarrollo humano y superación de la pobreza.
Sin ir
muy lejos, el cuarto objetivo del Milenio se establece como la Calidad
Educativa apreciando la responsabilidad dada a la educación para acoger la
diversidad, implementar la inclusión y eliminar la pobreza, desconociendo con
ello, los aspectos estructurales e históricos de tipo económico, político y
social que han fortalecido paradigmas de homogeneidad, exclusión y carencia y
han sobredimensionado entre otros, el tema de las sociedades del conocimiento,
y el desarrollo cognitivo en los procesos escolares bajo la influencia de un
paradigma occidental y científico que a partir de las narrativas de sus
historiadores ha tratado de borrar toda huella ancestral mesoamericana que dista
del discurso de carencia, subdesarrollo y acumulación hasta de conocimientos de
pocos en detrimento de muchos.
En esencia, la educabilidad como uno de los
fenómenos esenciales de los procesos humanos y en los cuales el tema del “Curso
de Vida” en las diferentes Trayectorias sean estas escolares o no, constituyen
el eje transversal a partir del cual se puede garantizar un desarrollo integral
humano sostenible. Al respecto, es importante recordar que Trayectoria según la
RAE hace referencia a esa línea descrita o recorrido que sigue alguien al
desplazarse de un punto a otro, aquel curso o evolución que, a lo largo del
tiempo, sigue el comportamiento de una persona o de un grupo social en sus
actividades intelectuales, morales, artísticas, económicas, académicas,
laborales, ocupacionales.
Por ello, se plantean estas como escolares o no.
Los estudios sobre trayectorias o curso de vida, como se conoce hoy,
representan un campo de investigación interdisciplinario que ha renovado el
debate en diversos ámbitos de la realidad social en donde se destacan la
producción sobre las nuevas condiciones de la realidad juvenil y el proceso de
transición del sistema escolar, concepto que ha evolucionado desde su
introducción por el Sociólogo Pierre Bourdieu desde un enfoque constructivis
altamente utilizado por Sociólogos, Psicólogos y
Trabajadores.
Para el enfoque de Curso de Vida[8],
existen tres elementos fundamentales:
En primer lugar, la Trayectoria que representa a las diversas
dimensiones en las que se desenvuelve la vida de un sujeto (escolaridad,
trabajo, familia, etc.) la cual está compuesta por una variedad de trayectorias
que entrelazadas o entretejidas conforman su “trayectoria vital o curso de
vida”
De otra
parte, se encuentra la Transición, que en lenguaje metafórico es el pasaje de un
estado a otro o tránsito (primera infancia a infancia, adolescencia a juventud,
juventud a adultez, desempleo a actividad). La transición les da forma y sentido
a las trayectorias. Es importante reconocer que, aunque estos pasajes se
encuentran institucionalizados en la sociedad global, no son absolutamente
previsibles ni predeterminados ya que siempre encontraremos a los divergentes
que salen un poco de ese statu quo.
Finalmente,
los Turning Points, puntos de inflexión, eventos o momentos que provocan
un viraje en un curso de vida. Pueden ser de origen histórico o personal y que
marcan o más bien dan lugar a transformaciones.[9]
De allí la importancia de unir al trabajo de
Orientación Vocacional, la biografía individual ya que está interconectada con
la biografía de otros sujetos, de manera que es necesario considerar los
entornos y las relaciones en las que se encuentra inmerso el estudiante en
donde la Familia y el contexto social y cultural juegan un papel esencial y
brindan elementos tanto para el análisis de su vida como para la toma de
decisiones. En otras palabras, la biografía de un sujeto está determinada por
el contexto y el tiempo en el que se desarrolla la misma. En este enfoque, se
aprecia la presencia del principio de libre albedrío, que enmarca el
surgimiento de la economía liberal y con ella las transformaciones familiares,
sociales, laborales y académicas. Este principio afirma la existencia de una
estructura de oportunidades que implica limitaciones provenientes de las
circunstancias histórico-sociales, dentro de las cuales los individuos hacen
elecciones y llevan a cabo acciones que determinan su propio curso de vida
(Roberti, 2011)
Por ello, es necesario reconocer las dinámicas
cambiantes marcadas por la incertidumbre que se encuentran un poco más
evidentes en la época actual que en generaciones precedentes. Para los
ancestros las dinámicas parecían estáticas, las situaciones eran más estables en
términos de relaciones, fenómenos y demás, pareciera ser como si el reloj se
moviera un poco en la esencia de la tortuga mientras que ahora se transita al
ritmo de la liebre, a la velocidad de la luz con la que llegan las
comunicaciones desde otras latitudes y en la que las tecnologías de la
información y la comunicación están en el centro de las relaciones
interpersonales a través de las redes sociales.
Fenómenos como el que estamos transitando a
partir de la declaratoria de pandemia de la Organización Mundial de la Salud
OMS el pasado 13 de marzo de 2020, con las consecuentes medidas de aislamiento
social implementadas por la mayoría de los países del mundo para poder preparar
a los sistemas de salud agotados y exprimidos por los modelos neoliberales de
economía en los que influenciaron organismos internacionales, son un ejemplo de
esos modelos que han paralizado hoy a la humanidad. Procesos mecánicos y
repetitivos al estilo del clásico “Tiempos Modernos de Chaplin” y que ha
enmarcado a la humanidad en una incertidumbre generalizada y sin tiempo de
caducidad. Desde otra perspectiva, ese escenario también permite una dinámica
posibilitadora del encuentro consigo mismo en un nivel más elevado de
consciencia al reducir un poco los niveles de extroversión, superficialidad y
ruido que caracterizan a este periodo de la historia.
Sin tiempo y sin soledad no puede haber espacio
para la consciencia. En muchos casos no se ve porque no se quiere ver, en otros
porque no hay tiempo para hacerlo, en otros porque no se prioriza o no se sabe
que se puede hacer con lo que resulte de adentrarse en ese descubrimiento, pero
en el caso de los más jóvenes, tiene que ver quizás con el descuido que hemos
tenido los adultos para contextualizarlos,
contribuirles a ver y
entender la sociedad en la que estamos, brindándoles los elementos para
coadyuvar con su preparación a insertarse positivamente en ella para
transformarla. Aquí vale la pena preguntarse como padres y madres, ¿en cuánto
se ha contribuido con los propios, los cercanos, los de la casa para
posibilitar esas miradas, lecturas, elecciones y construcciones desde los, las
y les, desde sus esencias e identidades?
La familia debe garantizar espacios de
reflexión, lo cual solo es posible si se respetan los pocos espacios privados
en un tiempo en donde la casa se ha vuelto todo, el espacio para lo familiar
unido a lo laboral, las reuniones que desbordan y trascienden los horarios y
las jornadas habituales, las relaciones afectivas que en ocasiones están mediadas
por algún tipo de pantalla en estos tiempos y en donde el abrazo, el afecto y
el contacto físico se han convertido en un artículo de lujo a ser incluido en
la canasta familiar.
En ese orden de ideas, abordar la articulación
entre interioridad, autoidentidad y orientación vocacional es una de las
necesidades en este tiempo en el que muchas personas están atravesando crisis
existenciales y el cual va más allá de una mirada que contempla las actitudes y
Rodríguez y Méndez (2013) comprenden la
Por su parte, la interioridad tiene que ver con ese estado de consciencia personal
donde convergen elementos como conocimientos, creencias, afectos, pasiones,
actitudes y
valores. En un mundo con prisas y sin pausas,
marcado por una sobredimensión de lo externo, lo transpersonal, que gira en
torno a las múltiples ocupaciones académicas, laborales, profesionales, con un
énfasis en lo visual y paradójicamente sin espacio para la contemplación, en
una sociedad que ha enseñado que
La
perspectiva de la interioridad tiene
que ver con esa posibilidad de mirar a profundidad quién se es para determinar
lo que en últimas se quiere hacer desde una elección consciente y
contextualizada. Lo cual presupone un estado de consciencia que permite una
mirada de amor más que de temor hacia adentro, a esos aspectos que caracterizan
y diferencian como parte de las dinámicas propias de los cursos de vida en los
que convergen luces y sombras.
Desde esta perspectiva del abordaje de la
Orientación Vocacional desde la Identidad del orientado, plantea una mirada
multidimensional de lo que se es,
como ser humano, de manera colectiva e individual, recordando que se es a
partir del otro, de un curso de vida particular enmarcado en un curso de vida
colectivo y ahora global. Ese ser
implica una diferenciación que permite reconocer desde la humildad
Por ello, hablar de autoidentidad implica un proceso de conocimiento sobre la persona
que ha acompañado y que acompañara en el resto del trayecto: sí mismo y
permitirse este espacio como una oportunidad para abrazarse, aceptarse y
amarse. El amor implica aceptación, y esta solo es posible en la medida en que
se conoce, ya que aceptar lo desconocido es humanamente imposible. Abrazar ese
proceso de manera individual y con el acompañamiento de un Orientador, Mentor,
Coaching, Psicólogo, Terapeuta o como se le quiera denominar, posibilita ese
tránsito y permite abordarlo desde dos perspectivas, del que la vive y del que
la acompaña reconociendo que las interpretaciones son subjetivas y por tanto el
papel del Orientador es el de un facilitador que propicia en muchos casos una
resignificación.
En este sentido, interioridad, autoidentidad y vocación tienen que ver con lo que se
Es, en articulación con lo que se sabe (creencias y paradigmas,
interpretaciones o percepciones de la realidad) y se hace como un punto de
partida en el marco de la Orientación Vocacional pero también situarse desde un
andamiaje de múltiples
posibilidades en las diferentes trayectorias de
vida y que sumadas unas con otras consolidan lo que conocemos como Curso de
Vida “Con Sentido”.
El proceso de Orientación
Vocacional desde los entornos y herramientas virtuales donde se sitúan los
profesionales en la actualidad de los diferentes niveles de educación media y
superior propicia una mirada desde la posibilidad de hacer las cosas de manera
diferente, desde un pensamiento divergente. Además, no se centra en las
carencias y limitaciones, sin desconocer el contexto y los aspectos
estructurales. Desde una perspectiva integral quita el velo para que el
orientado pueda ver la multiplicidad de opciones acordes a ese proceso de interioridad, autoidentidad y vocación
en el que ya se ha transitado, una vez que Orientador u Orientadora se ha
quitado la venda que cubría sus ojos. Ese acompañamiento permite una
resignificación de esa marginalidad y de esa invisibilidad, especialmente en el
caso de la Orientación en los contextos de la educación pública de los países
donde se desarrolla esta como una pasión, como aquello que arde desde la panza
más allá de la profesión o de la labor principal desempeñada
Indudablemente muchas y muchos jóvenes entran en
crisis cuando se asumen en esa diferencia del molde que socialmente se les
plantea y en esos momentos la Orientación juega un papel esencial, en propiciar
una mirada hacia esos aspectos que convergen y esencialmente a aquellos en los
que se diverge. Por lo cual, el papel por tanto de esta Orientación asociada a
la interioridad y la autoidentidad es la formación de sujetos bajo el aprendizaje socioemocional [10] que trasciende el
escenario de la educación tradicional como se conocía y ve la posibilidad del
desarrollo de actitudes y aptitudes en esos otros escenarios o entornos.
En concordancia con la Red Latinoamérica de
Profesionales de la Orientación RELAPRO,
Este planteamiento, de quitar el peso
tradicional de lo occidental hacia la educación formal y con énfasis en lo
cognitivo como único elemento capaz de garantizar un desarrollo económico
sostenible en profesiones tradicionales y dinámicas laborales que cada vez
tienden a reducirse e incluso a desaparecer y empoderar en otras formas,
múltiples formas de desarrollar ese ser, saber y hacer como el tema de los
emprendimientos, los training
, influencers, community managers, entre otros y
en donde se combine la pasión, lo que mueve, da sentido y trasciende el plano
de la supervivencia.
En consecuencia, el papel de la Orientación se
sitúa en un acompañamiento donde se ponen en juego las diversas habilidades y
disposiciones del pensamiento crítico que se han desarrollado como parte de ese
Curso de Vida de Orientadora u Orientador. El haber transitado ese camino de
interioridad, autoidentidad y reconocimiento de vocación en muchos casos de
manera autodidacta permite en primera instancia acompañar ese trasegar de quienes
se orienta desde la empatía y el reconocimiento de los, las y les, de ese
derecho a abordar aspectos desde la memoria, desde la palabra y desde la
dignificación.
Porque indiscutiblemente:
Una buena elección vocacional disminuye los
niveles de frustración entre la población estudiantil; de allí que la función
como orientadoras enfatice en la necesidad de ayudar a elegir, pero nunca de
tomar decisiones por los estudiantes. En palabras de Beatriz Goldberg “es una
riqueza tener distintas habilidades en distintas áreas” (Rodríguez y Méndez, p.
63, 2013).
Conclusión
Es importante reconocer que estas dinámicas de
aislamiento social llevan con mayor intencionalidad a que Orientadoras y
Orientadores nos abramos al intercambio de experiencias en el espacio de red
donde se pasa del diverger al converger, al pertenecer y visibilizar esas otras
maneras de hacer entre colegas reconociendo el proverbio africano
Referencias Bibliográficas
Bourdieu, P. (1988). “Cosas dichas”. Editorial Gedisa. Buenos
Aires, Argentina.
Méndez, D.
(2015). Orientación Vocacional y profesional: alternativa pedagógica para el
desafío de la universidad colombiana en el contexto del programa Ser pilo paga.
En Revista 68. Universidad de La Salle. Prospectar el futuro de la
Universidad. Recuperado de: https://ciencia.lasalle.edu.co/ruls/vol2015/iss68/7/
RELAPRO -Red
Latinoamericana de Profesionales de Orientación- (2020). Glosario del Modelo Latinoamericano “Orientación Transicional para el
Sentido Ético de la Vida (O.T.S.E.V.), Recuperado de: https://revistaorientacion.blogspot.com/2020/04/glosario-del-modelo.latinoamericano.html
Rodríguez, A. y Méndez, D. (2013). Experiencia Pilotaje Orientación Vocacional
y Profesional “La Pregunta es el Camino” Colegio Cedid San Palo Bosa. En:
Revista Orientación y Desarrollo Humano (Investigación Social y Pedagógica).
Bogotá, Colombia. Abako Editorial. pp.
62-68
Roberti, M. E. (2011). El enfoque biográfico en el análisis social: Una aproximación a los
Aspectos
teórico-metodológicos de los estudios con trayectorias laborales. Tesis de grado. Universidad Nacional de La
Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Recuperado de: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.683/te.683.pdf
[1] Disponible en .:
Aislamiento social, Educación de emergencia y futuro: experiencias subjetivas
de discontinuidad en la trayectoria vocacional
(revistaorientaccion.blogspot.com)
[2] Oscar Natalio
Rodríguez nació el 28 de marzo de 1979 en la ciudad de Posadas, provincia de
Misiones, Argentina en la cual reside actualmente. Es Licenciado en Psicopedagogía
de la Universidad del Salvador (2004) y Técnico en Psicopedagogía del Instituto
Superior Antonio Ruiz de Montoya (2002). Actualmente maestrando en la Maestría
en Salud Familiar y Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Salud
perteneciente a la Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina, Etapa de
Tesis; al mismo tiempo en etapa de Trabajo Integrador Final de la
Especialización en Docencia Universitaria por la Facultad de Humanidades y
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones. Laboralmente en la
actualidad es profesor del espacio curricular “Orientación Vocacional y
Ocupacional” de la carrera de Formación de Psicopedagogos/as en el Instituto
Superior Antonio Ruiz de Montoya, Posadas-Misiones desde 2014, y Profesor
Asociado a la cátedra “Orientación Vocacional Ocupacional” de la Licenciatura
en Psicopedagogía en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la
Cuenca del Plata, Sede Posadas. Además, integra el equipo del Servicio
Psicopedagógico Institucional en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya
desde 2005.Coordina el Proyecto www.enclavevocacional.com y se desempeña en Consultorio Privado de Orientación Vocacional,
Ocupacional y Educacional de jóvenes y adultos.
[3]
https://www.argentina.gob.ar/emergencia-sanitaria-covid-19-programa-seguimos-educando
[4] Las trayectorias educativas son recorridos que los
sujetos realizan inscriptos en marcos institucionales, se producen porque un
conjunto de gestos, de procesos, de organizaciones de tiempos y espacios,
palabras y pensamientos en conjunto, tienen lugar. (Greco, 2015)
[5] El término “orientar” es
definido en el diccionario con definiciones que parten del dirigir, encaminar,
aconsejar, fijar la posición de algo respecto de una referencia.
[6] RELAPRO por ejemplo
viene trabajando en nuevas NECESIDADES DE INVESTIGACIÓN EN ORIENTACIÓN
EDUCATIVA https://relapro2020.blogspot.com/2020/08/necesidades-de-investigacion-en.html, y AIDOEL promueve
constantemente publicaciones y eventos referidos a esta cuestión.
[7] Coordinadora Escolar en Secretaria de Educación
Distrital Paulo VI IED. Orientadora Vocacional, Laboral y Socio-ocupacional
Independiente. Estudios en Trabajo Social, Alta Gerencia del Talento Humano,
Maestría en Docencia y Doctorado en Ciencias de la Educación. contacto:
demarcem@gmail.com
[8] Acorde
con el Modelo Latinoamericano de “Orientación Transicional para el Sentido
Ético de la Vida” de la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación
RELAPRO
[9] Frente al desarrollo de esos elementos, en el enfoque biográfico,
se destacan los autores Godard, Dombois y Pries en el desarrollo originado
tanto en Francia como en Alemania.
[10] Para RELAPRO, tomando como referente la Collaborative for
Academic, Social and Emotional Learning (CASELL), organización que trabaja por
la integración del aprendizaje socioemocional en las escuelas americanas, el
aprendizaje socioemocional es el proceso a través del cual se adquiere y aplica
efectivamente el conocimiento, las actitudes y las habilidades necesarias para
establecer y alcanzar objetivos positivos, sentir y mostrar empatía por los
demás, establecer y mantener relaciones positivas y tomar decisiones
personales.
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