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Diana Marcela Méndez Gómez1] |
“Inteligencia
es la habilidad
de
adaptarse a los cambios”
Stephen
Hawking (1942-2018)
Resumen
El artículo aborda el
tema de la orientación vocacional desde una perspectiva de hiperinformación
como lo ha sido esta etapa de globalización. Ruidos que se han agudizado a partir
de la declaratoria de pandemia por la OMS el pasado 13 de marzo de 2020. Esta
nueva etapa que ha afectado sin distinción a países de primer, segundo y tercer
mundo de acuerdo con las denominaciones de los organismos internacionales y ha
visibilizado los efectos colaterales de la implementación de políticas
neoliberales en materia económica, de salud y educación principalmente. La
pandemia, ha insertado una dinámica diferente que fusiona el espacio público y
el privado por ello, es importante articular el tema de la interioridad y la
autoidentidad como esenciales para garantizar que el proceso de Orientación
Vocacional redunde en una adecuada toma de decisiones por parte de los
orientados, bien sean estos estudiantes en los últimos grados de educación media
de los sistemas escolares de América Latina y el Caribe o de aquellos que
habiendo culminado sus estudios se encuentran en un punto de parálisis en la
toma de decisiones de sus Proyectos de Vida en esta trayectoria tan compleja y
que buscan asesorías particulares dentro de la coyuntura de aislamiento social
y las nuevas formas de ejercer esta orientación en la época en la que nos
encontramos.
Palabras clave: Orientación Vocacional, ruido, interioridad,
autoidentidad, toma de decisiones.
Introducción
El objetivo del presente
artículo es brindar unos elementos reflexivos en torno a los procesos de
orientación vocacional en estos tiempos de pandemia desde una perspectiva que
contempla la interioridad y la autoidentidad como esenciales para la toma acertada
de decisiones.
Considera como elementos subyacentes, la experiencia como Orientadora
Escolar en la educación pública de la ciudad de Bogotá, Colombia, en donde los
procesos de investigación e implementación de la Orientación Vocacional fueron
esenciales para el dinamismo de la política pública, además articula la
experiencia en procesos de consultoría para estudiantes del sistema educativo
privado desde hace más de diez años y las dinámicas de transformación que la
coyuntura actual ha impregnado a este proceso de acompañamiento.
La globalización como uno de los rasgos
característicos de la época en la que nos encontramos ha generado un sinnúmero
de transformaciones en aspectos económicos, sociales, educativos y laborales,
todos los cuales han dinamizado bajo otros paradigmas las relaciones del Ser
Humano, bien sean estas de carácter intrapersonal o interpersonal. Por lo cual
es imperativo reconocer entre otros elementos, el contexto en el que nos
encontramos y la responsabilidad cada vez mayor que se deposita en los sistemas
escolares de nuestros países frente a temas de crecimiento económico,
desarrollo humano y superación de la pobreza.
Sin ir
muy lejos, el cuarto objetivo del Milenio se establece como la Calidad
Educativa apreciando la responsabilidad dada a la educación para acoger la
diversidad, implementar la inclusión y eliminar la pobreza, desconociendo con
ello, los aspectos estructurales e históricos de tipo económico, político y
social que han fortalecido paradigmas de homogeneidad, exclusión y carencia y
han sobredimensionado entre otros, el tema de las sociedades del conocimiento,
y el desarrollo cognitivo en los procesos escolares bajo la influencia de un
paradigma occidental y científico que a partir de las narrativas de sus
historiadores ha tratado de borrar toda huella ancestral mesoamericana que
dista del discurso de carencia, subdesarrollo y acumulación hasta de
conocimientos de pocos en detrimento de muchos.
En esencia, la educabilidad como uno de los
fenómenos esenciales de los procesos humanos y en los cuales el tema del “Curso
de Vida” en las diferentes Trayectorias sean estas escolares o no, constituyen
el eje transversal a partir del cual se puede garantizar un desarrollo integral
humano sostenible. Al respecto, es importante recordar que Trayectoria según la
RAE hace referencia a esa línea descrita o recorrido que sigue alguien al
desplazarse de un punto a otro, aquel curso o evolución que, a lo largo del
tiempo, sigue el comportamiento de una persona o de un grupo social en sus actividades
intelectuales, morales, artísticas, económicas, académicas, laborales,
ocupacionales.
Por ello, se plantean estas como escolares o no.
Los estudios sobre trayectorias o curso de vida, como se conoce hoy,
representan un campo de investigación interdisciplinario que ha renovado el
debate en diversos ámbitos de la realidad social en donde se destacan la
producción sobre las nuevas condiciones de la realidad juvenil y el proceso de
transición del sistema escolar, concepto que ha evolucionado desde su introducción
por el Sociólogo Pierre Bourdieu desde un enfoque constructivis
altamente utilizado por Sociólogos, Psicólogos y
Trabajadores.
Para el enfoque de Curso de Vida[2],
existen tres elementos fundamentales:
En primer lugar, la Trayectoria que representa a las diversas
dimensiones en las que se desenvuelve la vida de un sujeto (escolaridad,
trabajo, familia, etc.) la cual está compuesta por una variedad de trayectorias
que entrelazadas o entretejidas conforman su “trayectoria vital o curso de
vida”
De otra
parte, se encuentra la Transición, que en lenguaje metafórico es el pasaje de un
estado a otro o tránsito (primera infancia a infancia, adolescencia a juventud,
juventud a adultez, desempleo a actividad). La transición les da forma y
sentido a las trayectorias. Es importante reconocer que, aunque estos pasajes
se encuentran institucionalizados en la sociedad global, no son absolutamente
previsibles ni predeterminados ya que siempre encontraremos a los divergentes
que salen un poco de ese statu quo.
Finalmente,
los Turning Points, puntos de inflexión, eventos o momentos que provocan
un viraje en un curso de vida. Pueden ser de origen histórico o personal y que
marcan o más bien dan lugar a transformaciones.[3]
De allí la importancia de unir al trabajo de
Orientación Vocacional, la biografía individual ya que está interconectada con
la biografía de otros sujetos, de manera que es necesario considerar los entornos
y las relaciones en las que se encuentra inmerso el estudiante en donde la
Familia y el contexto social y cultural juegan un papel esencial y brindan
elementos tanto para el análisis de su vida como para la toma de decisiones. En
otras palabras, la biografía de un sujeto está determinada por el contexto y el
tiempo en el que se desarrolla la misma. En este enfoque, se aprecia la
presencia del principio de libre albedrío, que enmarca el surgimiento de la
economía liberal y con ella las transformaciones familiares, sociales,
laborales y académicas. Este principio afirma la existencia de una estructura
de oportunidades que implica limitaciones provenientes de las circunstancias
histórico-sociales, dentro de las cuales los individuos hacen elecciones y llevan
a cabo acciones que determinan su propio curso de vida (Roberti, 2011)
Por ello, es necesario reconocer las dinámicas
cambiantes marcadas por la incertidumbre que se encuentran un poco más
evidentes en la época actual que en generaciones precedentes. Para los
ancestros las dinámicas parecían estáticas, las situaciones eran más estables
en términos de relaciones, fenómenos y demás, pareciera ser como si el reloj se
moviera un poco en la esencia de la tortuga mientras que ahora se transita al
ritmo de la liebre, a la velocidad de la luz con la que llegan las
comunicaciones desde otras latitudes y en la que las tecnologías de la
información y la comunicación están en el centro de las relaciones
interpersonales a través de las redes sociales.
Fenómenos como el que estamos transitando a
partir de la declaratoria de pandemia de la Organización Mundial de la Salud
OMS el pasado 13 de marzo de 2020, con las consecuentes medidas de aislamiento
social implementadas por la mayoría de los países del mundo para poder preparar
a los sistemas de salud agotados y exprimidos por los modelos neoliberales de
economía en los que influenciaron organismos internacionales, son un ejemplo de
esos modelos que han paralizado hoy a la humanidad. Procesos mecánicos y
repetitivos al estilo del clásico “Tiempos Modernos de Chaplin” y que ha
enmarcado a la humanidad en una incertidumbre generalizada y sin tiempo de
caducidad. Desde otra perspectiva, ese escenario también permite una dinámica
posibilitadora del encuentro consigo mismo en un nivel más elevado de
consciencia al reducir un poco los niveles de extroversión, superficialidad y
ruido que caracterizan a este periodo de la historia.
Sin tiempo y sin soledad no puede haber espacio
para la consciencia. En muchos casos no se ve porque no se quiere ver, en otros
porque no hay tiempo para hacerlo, en otros porque no se prioriza o no se sabe
que se puede hacer con lo que resulte de adentrarse en ese descubrimiento, pero
en el caso de los más jóvenes, tiene que ver quizás con el descuido que hemos
tenido los adultos para contextualizarlos,
contribuirles a ver y
entender la sociedad en la que estamos, brindándoles los elementos para
coadyuvar con su preparación a insertarse positivamente en ella para
transformarla. Aquí vale la pena preguntarse como padres y madres, ¿en cuánto
se ha contribuido con los propios, los cercanos, los de la casa para
posibilitar esas miradas, lecturas, elecciones y construcciones desde los, las
y les, desde sus esencias e identidades?
La familia debe garantizar espacios de
reflexión, lo cual solo es posible si se respetan los pocos espacios privados
en un tiempo en donde la casa se ha vuelto todo, el espacio para lo familiar
unido a lo laboral, las reuniones que desbordan y trascienden los horarios y
las jornadas habituales, las relaciones afectivas que en ocasiones están
mediadas por algún tipo de pantalla en estos tiempos y en donde el abrazo, el
afecto y el contacto físico se han convertido en un artículo de lujo a ser
incluido en la canasta familiar.
En ese orden de ideas, abordar la articulación
entre interioridad, autoidentidad y orientación vocacional es una de las
necesidades en este tiempo en el que muchas personas están atravesando crisis
existenciales y el cual va más allá de una mirada que contempla las actitudes y
Rodríguez y Méndez (2013) comprenden la
Por su parte, la interioridad tiene que ver con ese estado de consciencia personal
donde convergen elementos como conocimientos, creencias, afectos, pasiones,
actitudes y
valores. En un mundo con prisas y sin pausas,
marcado por una sobredimensión de lo externo, lo transpersonal, que gira en
torno a las múltiples ocupaciones académicas, laborales, profesionales, con un
énfasis en lo visual y paradójicamente sin espacio para la contemplación, en
una sociedad que ha enseñado que
La
perspectiva de la interioridad tiene
que ver con esa posibilidad de mirar a profundidad quién se es para determinar
lo que en últimas se quiere hacer desde una elección consciente y
contextualizada. Lo cual presupone un estado de consciencia que permite una
mirada de amor más que de temor hacia adentro, a esos aspectos que caracterizan
y diferencian como parte de las dinámicas propias de los cursos de vida en los
que convergen luces y sombras.
Desde esta perspectiva del abordaje de la
Orientación Vocacional desde la Identidad del orientado, plantea una mirada
multidimensional de lo que se es,
como ser humano, de manera colectiva e individual, recordando que se es a
partir del otro, de un curso de vida particular enmarcado en un curso de vida
colectivo y ahora global. Ese ser
implica una diferenciación que permite reconocer desde la humildad
Por ello, hablar de autoidentidad implica un proceso de conocimiento sobre la persona
que ha acompañado y que acompañara en el resto del trayecto: sí mismo y
permitirse este espacio como una oportunidad para abrazarse, aceptarse y
amarse. El amor implica aceptación, y esta solo es posible en la medida en que
se conoce, ya que aceptar lo desconocido es humanamente imposible. Abrazar ese
proceso de manera individual y con el acompañamiento de un Orientador, Mentor,
Coaching, Psicólogo, Terapeuta o como se le quiera denominar, posibilita ese
tránsito y permite abordarlo desde dos perspectivas, del que la vive y del que
la acompaña reconociendo que las interpretaciones son subjetivas y por tanto el
papel del Orientador es el de un facilitador que propicia en muchos casos una
resignificación.
En este sentido, interioridad, autoidentidad y vocación tienen que ver con lo que se
Es, en articulación con lo que se sabe (creencias y paradigmas,
interpretaciones o percepciones de la realidad) y se hace como un punto de
partida en el marco de la Orientación Vocacional pero también situarse desde un
andamiaje de múltiples
posibilidades en las diferentes trayectorias de
vida y que sumadas unas con otras consolidan lo que conocemos como Curso de
Vida “Con Sentido”.
El proceso de Orientación
Vocacional desde los entornos y herramientas virtuales donde se sitúan los
profesionales en la actualidad de los diferentes niveles de educación media y
superior propicia una mirada desde la posibilidad de hacer las cosas de manera
diferente, desde un pensamiento divergente. Además, no se centra en las
carencias y limitaciones, sin desconocer el contexto y los aspectos
estructurales. Desde una perspectiva integral quita el velo para que el
orientado pueda ver la multiplicidad de opciones acordes a ese proceso de interioridad, autoidentidad y vocación
en el que ya se ha transitado, una vez que Orientador u Orientadora se ha
quitado la venda que cubría sus ojos. Ese acompañamiento permite una
resignificación de esa marginalidad y de esa invisibilidad, especialmente en el
caso de la Orientación en los contextos de la educación pública de los países
donde se desarrolla esta como una pasión, como aquello que arde desde la panza
más allá de la profesión o de la labor principal desempeñada
Indudablemente muchas y muchos jóvenes entran en
crisis cuando se asumen en esa diferencia del molde que socialmente se les
plantea y en esos momentos la Orientación juega un papel esencial, en propiciar
una mirada hacia esos aspectos que convergen y esencialmente a aquellos en los
que se diverge. Por lo cual, el papel por tanto de esta Orientación asociada a
la interioridad y la autoidentidad es la formación de sujetos bajo el aprendizaje socioemocional [4] que trasciende el
escenario de la educación tradicional como se conocía y ve la posibilidad del
desarrollo de actitudes y aptitudes en esos otros escenarios o entornos.
En concordancia con la Red Latinoamérica de
Profesionales de la Orientación RELAPRO,
Este planteamiento, de quitar el peso tradicional
de lo occidental hacia la educación formal y con énfasis en lo cognitivo como
único elemento capaz de garantizar un desarrollo económico sostenible en
profesiones tradicionales y dinámicas laborales que cada vez tienden a
reducirse e incluso a desaparecer y empoderar en otras formas, múltiples formas
de desarrollar ese ser, saber y hacer como el tema de los emprendimientos, los
training
, influencers, community managers, entre otros y
en donde se combine la pasión, lo que mueve, da sentido y trasciende el plano
de la supervivencia.
En consecuencia, el papel de la Orientación se
sitúa en un acompañamiento donde se ponen en juego las diversas habilidades y
disposiciones del pensamiento crítico que se han desarrollado como parte de ese
Curso de Vida de Orientadora u Orientador. El haber transitado ese camino de
interioridad, autoidentidad y reconocimiento de vocación en muchos casos de
manera autodidacta permite en primera instancia acompañar ese trasegar de
quienes se orienta desde la empatía y el reconocimiento de los, las y les, de
ese derecho a abordar aspectos desde la memoria, desde la palabra y desde la
dignificación.
Porque indiscutiblemente:
Una buena elección vocacional disminuye los
niveles de frustración entre la población estudiantil; de allí que la función
como orientadoras enfatice en la necesidad de ayudar a elegir, pero nunca de
tomar decisiones por los estudiantes. En palabras de Beatriz Goldberg “es una
riqueza tener distintas habilidades en distintas áreas” (Rodríguez y Méndez, p.
63, 2013).
Conclusión
Es importante reconocer que estas dinámicas de
aislamiento social llevan con mayor intencionalidad a que Orientadoras y
Orientadores nos abramos al intercambio de experiencias en el espacio de red
donde se pasa del diverger al converger, al pertenecer y visibilizar esas otras
maneras de hacer entre colegas reconociendo el proverbio africano
Referencias Bibliográficas
Bourdieu, P. (1988). “Cosas dichas”. Editorial Gedisa. Buenos
Aires, Argentina.
Méndez, D.
(2015). Orientación Vocacional y profesional: alternativa pedagógica para el
desafío de la universidad colombiana en el contexto del programa Ser pilo paga.
En Revista 68. Universidad de La Salle. Prospectar el futuro de la
Universidad. Recuperado de: https://ciencia.lasalle.edu.co/ruls/vol2015/iss68/7/
RELAPRO -Red
Latinoamericana de Profesionales de Orientación- (2020). Glosario del Modelo Latinoamericano “Orientación Transicional para el
Sentido Ético de la Vida (O.T.S.E.V.), Recuperado de: https://revistaorientacion.blogspot.com/2020/04/glosario-del-modelo.latinoamericano.html
Rodríguez, A. y Méndez, D. (2013). Experiencia Pilotaje Orientación Vocacional
y Profesional “La Pregunta es el Camino” Colegio Cedid San Palo Bosa. En:
Revista Orientación y Desarrollo Humano (Investigación Social y Pedagógica).
Bogotá, Colombia. Abako Editorial. pp.
62-68
Roberti, M. E. (2011). El enfoque biográfico en el análisis social: Una aproximación a los
Aspectos
teórico-metodológicos de los estudios con trayectorias laborales. Tesis de grado. Universidad Nacional de La
Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Recuperado de: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.683/te.683.pdf
[1] Coordinadora Escolar en Secretaria de Educación
Distrital Paulo VI IED. Orientadora Vocacional, Laboral y Socio-ocupacional
Independiente. Estudios en Trabajo Social, Alta Gerencia del Talento Humano,
Maestría en Docencia y Doctorado en Ciencias de la Educación. contacto:
demarcem@gmail.com
[2] Acorde
con el Modelo Latinoamericano de “Orientación Transicional para el Sentido
Ético de la Vida” de la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación
RELAPRO
[3] Frente al desarrollo de esos elementos, en el enfoque biográfico,
se destacan los autores Godard, Dombois y Pries en el desarrollo originado
tanto en Francia como en Alemania.
[4] Para RELAPRO, tomando como referente la Collaborative for
Academic, Social and Emotional Learning (CASELL), organización que trabaja por
la integración del aprendizaje socioemocional en las escuelas americanas, el
aprendizaje socioemocional es el proceso a través del cual se adquiere y aplica
efectivamente el conocimiento, las actitudes y las habilidades necesarias para
establecer y alcanzar objetivos positivos, sentir y mostrar empatía por los
demás, establecer y mantener relaciones positivas y tomar decisiones
personales.
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