miércoles, 15 de marzo de 2017

La mirada de la Resiliencia en Orientación Vocacional




Silvia Gabriela Vázquez[1]

Resumen

En Argentina se ofrecen actualmente más de 1500 carreras de grado y la oferta de posgrados acreditados -especializaciones, maestrías y doctorados- asciende a 5606 (Coneau, 2016).Se suman las diplomaturas y los cursos de actualización como intentos de dar respuesta a las nuevas profesiones que surgen cada año, mientras otras tienden a desaparecer. ¿Cuáles serán las habilidades y conocimientos imprescindibles en un mundo que no deja de cambiar? ¿Cómo ayudar a los jóvenes a desarrollar competencias para insertarse en empleos que todavía no existen? Una respuesta posible consiste en orientar tomando como eje los pilares y fuentes de la resiliencia.

Palabras clave: resiliencia, Orientación Vocacional, mundo cambiante.

Abstract
In Argentina, more than 1,500 undergraduate degrees are currently offered and accredited postgraduate courses - specializations, master's and doctoral degrees - total 5606 (Coneau, 2016). Diplomas and refresher courses are added as attempts to respond to new ones. Professions that arise each year, while others tend to disappear. What will be the essential skills and knowledge in a world that does not stop changing? How to help young people develop skills to be inserted in jobs that do not yet exist? One possible answer is to orientate the pillars and sources of resilience.

Key words: Resilience, Vocational Guidance, changing world.



El desafío de estar preparados para ejercer profesiones aún inexistentes     
    
Cuando los niños que hoy están en la escuela primaria lleguen a la adultez y busquen su primer empleo, se encontrarán con un gran abanico de ocupaciones desconocidas en su infancia. Según un estudio reciente publicado por Infobae, el 65% de este grupo se desempeñará en puestos de trabajo aún inexistentes, relacionados, en su mayoría, con el entorno digital. Como orientadores podemos cooperar previniendo desajustes evitables entre expectativas y logros o propiciando una elección acorde con las aptitudes e intereses de cada uno. Y sobre todo, ayudándolos a afrontar situaciones nuevas sin dejarse vencer por los obstáculos. Es aquí donde recurrimos al concepto de resiliencia.

¿Qué es la resiliencia?
El concepto de resiliencia proviene de la física y es muy utilizado por los ingenieros en la industria metalúrgica.  Gracias a esta propiedad, determinados materiales pueden soportar altas presiones sin quebrarse y recobrar luego su forma original. En los últimos años, muchas otras disciplinas comenzaron a aplicar el concepto. Entre ellas, la medicina (osteología), el derecho, el urbanismo, la ecología, el arte y la sociología

En psicología, el vocablo alude a la capacidad de las personas para afrontar adversidades y superarlas. Supone la actuación conjunta de dos factores
Factores de riesgo, es decir, cualquier característica que implique una elevada probabilidad de dañar la salud física, mental, socio-emocional o espiritual.
Factores protectores: las condiciones internas o externas que favorecen el desarrollo de personas o grupos y, en muchos casos, reducen los efectos de las circunstancias desfavorables.
    
La resiliencia –individual, familiar, organizacional o comunitaria es un potencial humano caracterizado por ser relativo, contextual, interactivo, espontáneo y dinámico.
Los pilares en los que se sostiene (Suarez Ojeda,1997) son: Introspección, independencia, relación con otros, iniciativa, sentido del humor, creatividad, moralidad y autoestima.  A los que he sugerido sumar otros tres: compromiso, sostén recíproco y prospectiva[2].  

¿Por qué aplicar el enfoque de resiliencia en Orientación vocacional?

Orientar supone “un proceso de asesoría al fenómeno existencial de la búsqueda de sentido y la construcción social de proyectos de vida” (Brunal; Vázquez, 2016). Elaborar un proyecto de vida (P.V) es una tarea esencial tanto en el proceso de orientación como en el fortalecimiento de la resiliencia.

     Según Frankl (1988) el sentido de la vida es una búsqueda personal y Vanistendael (2003) -uno de los referentes en el campo de la resiliencia-, incluye el PV como parte de dicho sentido. ¿Cómo imaginar un PV si no se ha encontrado el sentido? ¿Cómo hallar el sentido de la vida si no imaginamos un proyecto en ella? Se trata de un círculo que puede resultar vicioso o virtuoso.

Orientar no se limita a informar. Es ineludible propiciar un diálogo que convoque a la introspección y al reconocimiento de eventuales obstáculos. La decisión será saludable en la medida en que se base en criterios y se desprenda de preguntas como:
·         ¿Quién soy?
·         ¿Qué me apasiona?
·         ¿Qué deseo lograr?
·         ¿Con qué recursos cuento para afrontar la incertidumbre o las dificultades que se presenten?
·         ¿Qué puedo aportar a la sociedad a partir de mi vocación?

¿Qué significa Orientar desde la mirada de la Resiliencia?

        El enfoque de resiliencia en O.V que he ido construyendo y puesto en práctica durante los últimos 15 años, se caracteriza por ser: clínico, preventivo y operativo:
·            Clínico porque reconoce al orientado como ser único-constructor de su elección- y se basa en una actitud de escucha y diálogo
·            Preventivo porque persigue objetivos que pueden encuadrarse en la estrategia de APS (Atención primaria de la salud)
·            Operativo porque intenta plantear y eventualmente resolver de modo focalizado la problemática que subyace a la elección.

La elección de este abordaje no se contradice con la utilización de herramientas proyectivas e incluso psicométricas.  Sin embargo, su técnica principal es la entrevista abierta y no se sostiene en ninguno de los test de resultados “cuasi mágicos” que los consultantes suelen solicitar. Una prueba estandarizada resulta insuficiente como único recurso. Su uso sólo tiene valor como complemento de una estrategia que apunte a la metacognición y a fortalecer el estado de resiliencia de quien elige.

Acerca del proceso de orientación vocacional con enfoque de resiliencia

Todo proceso de orientación vocacional supone una primera etapa de autoconocimiento (es la más extensa y, por supuesto, continúa a lo largo del trayecto vital); luego, un momento de información acerca de la oferta académica; y por último un período de acercamiento a la realidad ocupacional, en el que se analiza la demanda laboral de acuerdo al perfil de cada carrera.

En la etapa inicial o de autoconocimiento (a la que nos referiremos aquí), el acento está puesto en el pilar de introspección. Si, como afirma G. Pecotche (2004), “el que sabe lo que puede, lleva una ventaja considerable sobre el que desconoce sus recursos”, valorar sus preferencias, inteligencias y habilidades fortalecerá otro pilar, el de la autoestima.
Desde el enfoque que propongo, una vez establecido el encuadre en la primera entrevista, se evalúa el estado de resiliencia del consultante tomando como eje las fuentes planteadas, en 1996, por Edith Grotberg:


·         Yo soy…
·         Yo estoy…
·         Yo tengo…
·         Yo puedo…
·         Además, le pido que complete otras dos frases:
·         Yo intento…
·         A mí me gusta…

Los orientadores que han decidido adoptar el enfoque de resiliencia han ido enriqueciéndolo con sus aportes.[3]A lo largo de los encuentros se busca fortalecer otros pilares como el sentido del humor (la capacidad de reírse de sí mismo y de des-catastrofizar los propios errores) o el vínculo con otros.
La situación de elección vuelve necesario el trabajo con el pilar de independencia, ya que suelen aparecer mandatos, creencias o expectativas limitantes.
Una de las formas en que se manifiesta su contracara, la dependencia, es cuando el consultante deja de lado aquellas carreras que su familia no considera “importantes”.  O, por el contrario cuando descarta determinadas profesiones de antemano, aun existiendo vocación para ellas, sólo para no seguir los pasos marcados por sus padres, en un fenómeno que podría describirse como “seguir un mandato al revés”.

El rol que cumple el orientador es el de un tutor de resiliencia que acepta incondicionalmente y acompaña o encauza, sin juzgar ni encausar.
                                                                                                                     
Tanto el orientador como el orientante[4] fortalecen durante el proceso su pilar de Creatividad. El orientador crea técnicas personalizadas de acuerdo a la personalidad y necesidades del consultante en lugar de utilizar una batería estándar de test.
El orientado también crea. Una de las intervenciones que suelo utilizar es proponerle que imagine una carrera idea y confeccione el plan de estudios, el perfil del graduado y sus ámbitos de inserción.
Vicente Huidobro dice que “inventar consiste en hacer que las cosas que se hallan paralelas en el espacio se encuentren en el tiempo o viceversa, y que al unirse muestren un hecho nuevo”.  Invitando al consultante a que invente su carrera ideal para luego confrontarla con las existentes, se fortalece su tolerancia a la frustración.
Ante la eventual falta de un empleo que encaje a la perfección con el título alcanzado una vez graduado -teniendo en cuenta el entorno laboral cambiante al que aludíamos al inicio-, el consultante podrá recurrir a este “invento” como antecedente que le genere confianza en sí mismo. Y destacarse combinando sus inteligencias, habilidades o vocaciones en proyectos novedosos que además, consideren las necesidades de su comunidad. Aparecen aquí los pilares de iniciativa, moralidad y compromiso.
     Otra de las características del orientador como tutor de resiliencia es que investiga qué modalidad utiliza el consultante para tejer redes sociales y si es capaz de cooperar con otros o de pedir colaboración cuando lo necesita. En otro trabajo propuse como pilar de resiliencia, a esta capacidad empática que permite detectar cuándo alguien precisa nuestra ayuda y reconocer la propia necesidad de apoyo emocional,  bajo el nombre de “sostén recíproco” (Vázquez, 2008)
El último de los pilares sugeridos es el de “actitud prospectiva”.
La prospectiva es una disciplina fundada por Berger (1964), retomada luego por Merello (1973), así como por Miklos y Tello (2007).
Esta disciplina busca determinar un futuro deseable –futurable- teniendo en cuenta los cambios contextuales y las modificaciones de las reglas de juego que pueden vislumbrase en el tiempo. Imagina escenarios deseables y luego los traslada al presente, teniendo en cuenta las limitaciones. El énfasis está colocado en las decisiones que se deben tomar, según el contexto y el caso, así como en las modificaciones o adecuaciones que se necesiten hacer.
A la actitud prospectiva, se le suma el análisis prospectivo, la comparación entre las metas presentes y los escenarios, así como la reflexión acerca de los modos de subsanar esa brecha.
Por otra parte, como han destacado Rutter (1992) y Munist (2007), la habilidad de planificar es un recurso interno que actúa como factor protector, favoreciendo el desarrollo de la autogestión, la autonomía, la autoeficacia y, por lo tanto, la resiliencia.
Junto con la indagación apreciativa (Cooperrider, 2003), la prospectiva nos guía para hacernos preguntas, pensar qué hacer y cómo, visualizar el futuro deseado, percibir potencialidades (lo bueno con lo que ya contamos) y diseñar estrategias que nos lleven a alcanzar esos sueños.

Retomando las preguntas iniciales…

En los primeros párrafos de esta ponencia quedó planteada una situación preocupante: Gran parte de los contenidos aprendidos en la educación universitaria resultan obsoletos en el momento de buscar empleo y se vuelve indispensable la adquisición de nuevas competencias para hacer frente a los constantes cambios en el mundo laboral. A lo largo de estas páginas propusimos un abordaje integral en orientación vocacional -clínico, preventivo y operativo- basado en el enfoque de resiliencia.

Nadie puede afirmar con absoluta certeza cuáles van a ser las profesiones más solicitadas en el futuro, sin embargo, es innegable que quienes las ejerzan deberán estar preparados para[5]:

-Pensar de manera crítica, desde diferentes perspectivas (introspección)
-Planificar un proyecto de vida a corto, mediano y largo plazo (actitud prospectiva)
-Emprender e innovar (iniciativa)
-Tomar decisiones autónomas y argumentarlas (independencia/ pensamiento crítico)
-Adaptarse a los cambios combinando habilidades y vocaciones para crear  ocupaciones nuevas (creatividad)
-Trabajar en equipo compartiendo el liderazgo (vínculo con otros)
-Ayudar y reconocer la propia necesidad de ayuda (sostén recíproco)
-Confeccionar, implementar y evaluar proyectos (actitud prospectiva)
-Escuchar, reflexionar y resolver conflictos (introspección/ creatividad)
-Aprender del error, aceptarlo y valorarlo (autoestima)
-Comprometerse con el entorno (compromiso social)

Nuestros jóvenes afrontarán la inevitable incertidumbre con mejores herramientas si:
·         Estimulamos en ellos el desarrollo de habilidades blandas indispensables como la perseverancia, la tolerancia a la frustración, la creatividad, la apertura interdisciplinaria y la empatía.
·         Promovemos la equidad y la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos.
·         Los inspiramos a colocar su vocación al servicio de los demás, ejercitando así la ciudadanía y la solidaridad.
·         Les demostramos la importancia de la formación profesional continua.
·         Les enseñamos a responsabilizarse por las propias ideas, revisarlas y confiar en ellas  
·         Celebramos las diferencias que nos hacen seres únicos, auténticos y esperanzados







Referencias

Brunal A; Vázquez S.G (2016) Revista OrientAcción N°2.Disponible en https://issuu.com/amilkarbrunal/docs/revista_orientaccion_.n_2__2016

Cooperrider, D; Subirana, M (2003) Indagación Apreciativa. España. Kairós.

Medina V- Ortegón E. (2006) “Manual de Prospectiva y decisión estratégica: Bases teóricas e instrumentos para América Latina y el Caribe, Ilpes-Cepal- Chile.
Merello, A. (1973) Prospectiva-teoría y práctica.Ed. Guadalupe. Bs.As.
Miklos y Tello (2007) “Planeación Prospectiva: una estrategia para el diseño del futuro” Ed. Limusa México. 
Müller M. (1997)  Orientar en un mundo de transformación. Bonum. Bs. As.
Munist, M; Suárez Ojeda E; Krauskopf, D y Silber T. (Comps) (2007) Adolescencia y Resiliencia.  Paidós. Buenos Aires.
Vázquez, S.G (2011) Formar psicólogos en el siglo XXI: acerca de la mirada interdisciplinaria y el compromiso social como competencias esenciales. Revista Poiésis. FUNLAM. Nº 21

Vázquez S.G (2012) El compromiso de la universidad en la formación de líderes socialmente responsables.  En Perspectivas y Desafíos de la Universidad. El compromiso social y ético y sus dimensiones internacional y regional” (Compiladora: Monterroso G.) USAL.
Vázquez, S. G (2012) La responsabilidad de recibir un futuro impensable. Actas de las III Jornadas académicas sobre gestión y dirección de instituciones educativas. Escuela de Educación. Universidad Austral.
Vázquez, S. G (2017) Formar profesionales competentes, comprometidos y resilientes. Editorial Académica Española  (en prensa)




[1]           Silvia Gabriela Vázquez. Universidad Privada UdeMM.Av. Rivadavia 2258 (CABA) Bs. As. Argentina
Teléfono particular: 15 4 144 2401.gabpsp2013@gmail.com. Psicopedagoga, escritora y maestranda en educación.Dir. de la Cátedra de Responsabilidad Social Universitaria UdeMM. Coord. del Depto. de Orientación Vocacional y la Dipl. en Educación UdeMM.Sec. de Asuntos Académicos de la Red Latinoamericana de Prof. de la Orientación.https://ar.linkedin.com/in/licsilviagabrielavazquez



[2] Vázquez, S. G (2008) Orientación Vocacional basada en el Enfoque de Resiliencia. Congreso de la AASM (Asociación Argentina de Salud Mental)
[3] En la Cátedra de orientación vocacional-profesional de la Univ. Privada UdeMM, en la que me desempeño como profesora titular desde el año 2000, los estudiantes tienen la posibilidad de continuar formándose en el enfoque de resiliencia participando en cursos, supervisiones, talleres de diálogo intergeneracional y pasantías solidarias. Los detalles acerca de la organización de dichos espacios pueden consultarse en: http://rsuniversitaria.org/web/images/stories/Bibliografia_MConceptual.pdf

[4]  M.Müller propone llamar “orientantes” a los orientados, como modo de expresar “un movimiento personal de búsqueda que no concluye al finalizar la Orientación Vocacional, ni después de la misma”
[5] Se agrega entre paréntesis a cuál o cuáles de los pilares de resiliencia corresponde cada ítem 

Miradas Externas a la Orientación en Latinoamérica



Alberto Puertas
NCDA
En mis viajes a lo largo de Hispanoamérica, he sido expuesto a las diferentes realidades que la Orientación enfrenta en este nuevo milenio. Los logros son loables y los desafíos son enormes. Los retos se acentúan debido a que América Latina  no es homogénea. Los países están unidos por el idioma y por patrones culturales similares y vivencias ancestrales; incluso esquemas de fe. Sin embargo, nos dividen fuertemente las fronteras, la historia, la política, la etnicidad, el estado socio-económico y los intereses nacionales.
La Orientación como profesión no es inmune a la falta de uniformidad de los países hispanoamericanos para poder lidiar con las dificultades que se presentan a lo largo del continente.  Los Estados Unidos, que como país se extiende del océano atlántico al océano pacífico, tiene el beneficio estratégico del equilibrio geográfico y político para promover la Orientación dentro de todos sus estados. La Unión Europea  presenta un modelo coherente, en el cual diferentes naciones han establecido congruencia en cuanto a la Orientación. No obstante, aún existen dilemas en los diferentes países que conforman la Unión. Las naciones de Europa del Este no gozan de este esquema por no ser parte de la U.E.
Quisiera enfatizar la labor esforzada y faraónica de muchos colegas hispanos que con ímpetu y perseverancia se entregan a la profesión. La mayoría de ellos, sin tener los recursos a mano que faciliten sus funciones. Delinearé algunos puntos de apreciación subjetiva de la Orientación en Latinoamérica:
La Orientación como disciplina de aprendizaje
Con ciertas excepciones, la Orientación está confinada dentro del marco de la psicología en la mayoría de países hispanoamericanos. No existe una visión general dentro del marco curricular en la educación superior de las diferentes naciones de incluir a la Orientación como una disciplina singular. La Orientación presenta un bosquejo de proyecto de vida que va más allá del génesis vocacional, que dio inicio a la disciplina en el mundo. La psicología, como ciencia, no abarca la semántica que la Orientación presenta y ofrece actualmente.
La Orientación y la Política Pública
Hace falta el fomento de la Orientación dentro del esquema político de los diferentes ministerios educativos y otros pertinentes alrededor del continente. No hay una promoción concreta dentro de la plataforma política nacional de la Orientación en América Latina. Existen impedimentos burocráticos innecesarios debido a la indiferencia de parte de los responsables políticos a la Orientación. La participación del Estado es crucial para ubicar a la Orientación como prioridad dentro del ámbito socio-político de cualquier nación.
La Orientación y las evaluaciones psicométricas
Existe un énfasis o dependencia de parte de muchos profesionales sobre el uso de los instrumentos psicométricos como respuesta primordial a los dilemas vocacionales y de Orientación de las poblaciones a las cuales se proveen servicios. Las evaluaciones psicométricas responden al movimiento de la metodología científica enfatizado en los años 60 y 70 donde la sociedad era percibida de una manera lineal. Sabemos que la única constante en el siglo XXI es el cambio”. Hay muchas tendencias de Orientación que se adecuan a las necesidades de estas nuevas generaciones. Por ejemplo, las teorías del Construccionismo (Mark Savickas) y la del Caos (Jim Bright) son propuestas innovadoras de la Orientación que cruzan fronteras y culturas. El énfasis se transporta al individuo como autor de su diseño de vida y no como medida de una evaluación procesada.

La Orientación y la Tecnología
La tecnología presenta oportunidades no imaginadas en las generaciones anteriores. La Orientación como profesión se ve beneficiada por la trasmisión de la información de manera inmediata a quienes la usan y la necesiten. Sin embargo, existe la tendencia de reemplazar al orientador como profesional con la impersonalidad y la frialdad digital y con el uso del internet. Este fenómeno no es exclusivo a la Orientación como ocupación. No obstante, el desarrollo de la relación individual y personalizada del orientador y el individuo es irremplazable. Hispanoamérica tiene en su estructura antropológica el beneficio de culturas milenarias que todavía resaltan la importancia de la comunidad y el beneficio en grupo. La cultura resalta el valor de las relaciones humanas en todo rubro incluyendo la Orientación en los países latinoamericanos.

La Orientación y la Globalización
Debido a los cambios drásticos de la globalización en el mundo, el vocabulario y la visión de la Orientación debe ajustarse a las demandas de un nuevo siglo. Hablamos de aprendizaje a lo largo de la vida en el mundo académico, se habla de ciudadanos y trabajadores globales en el mundo ocupacional. Dentro de la Orientación se está usando el término de diseño de vida.  En Hispanoamérica ya no podemos hablar de carreras limitadas a la geografía local como en el pasado. Es más, un individuo de Paraguay compite con el de la India, Nigeria, China, etc. El enfoque va más allá del ángulo ocupacional. La carrera se define como una totalidad de experiencias de vida donde la ocupación es un fragmento de esa totalidad (Super).

La Orientación y la Sociedad
Es la responsabilidad del orientador, elevar correctamente su ocupación y el beneficio que trae a la sociedad donde él o ella ejercen sus funciones. La sociedad latinoaméricana necesita ser informada del importante papel que juega la Orientación en el futuro de las generaciones venideras. El establecer asociaciones, cuerpos colegiados, equipos de trabajo, es fundamental para la promoción de la profesión. La política populista de muchos de los países latinaoméricanos tiende a seguir a la masa de números de posibles votos. Si los padres de familia, los jóvenes y los orientadores establecen un frente unido se podrá ver posibles cambios.
El futuro es desafiante y por lo tanto  alentador para la Orientación en Hispanoamérica. Congresos como los promovidos por la Relapro, son una muestra del deseo de unir esfuerzos y establecer metas comunes en una América Latina que tanto lo necesita.

Alberto Puertas
 NCDA




lunes, 13 de marzo de 2017

Mesa redonda. Panorama de la Orientación Latinoamericana(Resumen)

II CONGRESO de La Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación. (RELAPRO).
“Enfoques Modelos y Estrategias de la Orientación en Latinoamérica” en la modalidad simposio entre redes.
Buenos Aires (Arg) Abril 5-7 /2017
Mesa redonda. Panorama de la Orientación Latinoamericana
Resumen.
Acerca del panorama de la Orientación Latinoamericana;
A.   APORA[1] presenta la situación de la Orientación en la Argentina, desde la perspectiva de su intensa y permanente actividad profesional. En su artículo afirma, “explicar nuestra mirada acerca de la situación de la Orientación en nuestro país tomando el marco conceptual propuesto por los organizadores del II Congreso RELAPRO que figura en el artículo de Martin, Lauterbach & Carey, (2014)”, considerando que “el Factor N° 3 Grandes Movimientos sociales y educativos [ha] intervenido y participado en las reformas educativas y en la práctica de la Orientación”.
B.   El trabajo de Chile[2], de los Orientadores  Marín (padre e hijo), constituye “un trabajo indagatorio documentado sobre el panorama general de la Orientación en Chile, su sentido originario y el contexto de transformación educativa-económica que vive el país, evidenciado en la normativa imperante”, con el propósito de “analizar elementos importantes para la futura construcción de un Servicio de Orientación Educacional acorde a los nuevos requerimientos de la comunidad educativa”.
C.   Hernández Eduarte de Costa Rica[3],  con su trabajo “ busca resaltar la labor que debe  realizar el Sindicato Nacional de Profesionales de la Orientación en Costa Rica (…) [en] la Orientación Educativa – Vocacional, [para] fomentar la capacidad de cambio y optimizar el aprendizaje (…) de modo que se garantice la calidad de la enseñanza”; en cuanto se cree “que el Profesional de la Orientación [es] un agente educativo (…) [que colabora] con la mejora del centro (…) [y] los docentes para mejorar el desarrollo del alumnado de manera integral”.
D.   El colectivo de Uruguay[4] nos presenta su experiencia en la Universidad de la República, acerca de “los principales factores a tener en cuenta para la permanencia y el fortalecimiento de las trayectorias educativas de los estudiantes (…) [en los] programas de apoyo a las trayectorias estudiantiles como Programa de Respaldo al Aprendizaje”, cuyas estrategias son “el trabajo en la Orientación vocacional” “previo al ingreso a la Universidad”, “formación de nuevas identidades docentes”, “Metodologías y ambientes de aprendizaje cooperativo”.
Discusión.
El panorama de la Orientación educativa en Latinoamérica que plantean los artículos se refieren a cómo se debe considerar la “Orientación educativa”, en especial en los trabajos de Chile y Costa Rica. En ellas la función del orientador se presenta como una contradicción que necesita explicarse y resolverse; ya que, por un lado define la Orientación educativa como una tarea que abarca la gestión pedagógica de la escuela y por otro lado atiende los problemas singulares que aquejan a los educandos; para el cual sostienen que las causas de la problemática conductual devienen del proceso y el contexto educativo de fuera de la escuela. La Orientación educativa según APORA y el trabajo de Uruguay no considera la dicotomía entre “gestión” y “atención”, a pesar de aceptar tangencialmente que los problemas devienen del proceso y el contexto educativo; contrariamente, resultan muy ilustrativos al definir y exponer la Orientación educativa como “Orientación vocacional” de los educandos o participantes de la escuela.
Por tanto, el problema resultante sería el siguiente;
1.    O el orientador educativo asesora la conducción pedagógica de la escuela, o sólo atiende la problemática de los educandos. Si atiende la problemática de los educandos ésta tiende a su formación integral como persona o sólo le brinda apoyo para obtener logros académicos.
2.    Resolver el problema le significaría asumir el concepto de “educación” en su verdadero sentido; que la formación del hombre como persona deviene del proceso y el contexto educativo, más no necesariamente de la escuela.
3.    Considerando que, la escuela está fundada y organizada para el desarrollo académico y no la educación. ¿Cuál es el problema de la escuela? Si no es la formación de la persona. Los aprendizajes según el plan de estudios, el desarrollo de las capacidades y aptitudes para la actividad laboral futura y todo aquello que se considera para el éxito académico. 
4.    En esas condiciones, la labor del orientador es coadyuvar, colaborar y/o apoyar al educando en el logro de los objetivos escolares, eliminando todos los factores intervinientes que lo obstruyen.
5.    Lo que quiere decir que no hemos resuelto el problema ni atendemos la causa que suponíamos daban origen al problema, no hemos planteado una solución a los argumentos de principio, sino que hemos vuelto al punto de partida inicial: la Orientación educativa, es la Orientación vocacional para el éxito académico en la escuela como indica APORA y el colectivo de Uruguay.



Preguntas.
La cuestión es;
1.    ¿Cómo lograr estos dos propósitos antagónicos, de naturaleza, metodología y organización disímiles?
2.    ¿Por qué los programas de Orientación no se plantean en relación a las condiciones del proceso socioeconómico y de contexto sociocultural que da origen al problema conductual de los educandos?,
3.    ¿Por qué se descartan factores de causa de la problemática, si la solución es semejante a la causa?
4.    ¿Por qué los factores institucionales sustituyen a los factores de contexto, a pesar que estos últimos constituyen la causa de principio?


Dr. Lucas Palacios Liberato.
Universidad Nacional del Centro del Perú












Presentación de APORA (Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina)
Lic. Raquel Garese. Presidenta de APORA
Describe los antecedentes históricos del desarrollo de la Orientación vocacional, y se ratifica en ella: como “Orientación vocacional” del cual surge otros problemas e interrogantes a ser atendidas.
¿Qué es la Orientación vocacional?
“Como Institución pensamos que la Orientación mantiene en tensión el lazo social entre educación y trabajo de cara a los desafíos que se plantean en la búsqueda de equidad para que todos los sujetos accedan a estos  ámbitos logrando insertarse socialmente”, como una tarea de “inclusión tanto educativa como laboral vinculada a poblaciones vulnerables, propiciando la presentación de problemáticas e iniciativas que  vienen llevando a cabo  equipos de Orientación escolar, instituciones educativas de educación superior, gabinetes y en el área asistencial de la salud mental”.
            En esa línea “APORA hizo realidad la propuesta para la creación de un área de Orientación Vocacional y Discapacidad”, también “ha celebrado y acompañado [el programa] de formación permanente “Nuestra Escuela” del Ministerio de Educación de la Nación” (2015 y 2016) Esta comprende “un curso de formación en Orientación Vocacional destinado a directivos, docentes de nivel medio y equipos profesionales de todas las escuelas del país con el objetivo de capacitarlos en la implementación de una propuesta de intervención destinada a los jóvenes que finalizan el nivel medio a través del programa Dar Pie”. “Dar Pie permite la autoadministración por parte de los alumnos junto al acompañamiento de docentes e integrantes de equipos de Orientación” (Manual del docente Programa Dar Pie 2014).
Si bien la Orientación vocacional atiende “las cuestiones ligadas al empleo y la educación superior”, a partir de ella surgen otros aspectos a ser atendidos por el orientador, como “aspectos relacionados al tiempo libre, la recreación y el ocio, [esto es] los materiales con los cuales se construyen los proyectos de vida de cada ser humano”, esto es la, específicamente las “construcciones de proyectos de vida”.
            Luego nos enumera un conjunto basto de eventos académicos y profesionales acerca de la Orientación vocacional, que forma parte de su trabajo intenso y permanente.

Desarrollo y desafíos de la Orientación Educacional en el contexto de la Reforma Educacional Chilena.

Mg. Luis Marín Muñoz y Mg. Luis Marín Núñez
La tarea del orientador en Chile, enfrenta un conjunto de problemas relativos al “aprendizaje, la evaluación y las emociones” productos de una contradicción insalvable, entre el discurso y el contexto de una economía de mercado, que está “Influyendo negativamente en los ámbitos familiares y educacionales”.
El problema;
La Orientación es inherente al proceso educativo, está presente en todas las asignaturas y experiencias de aprendizaje de las alumnos/as. Se trata de una línea de trabajo educativo que involucra las distintas áreas de acción al interior de un establecimiento, con el fin de favorecer el desarrollo de las potencialidades de los/las estudiantes y su crecimiento como seres individuales y sociales (MINEDUC, 2015). 

CONTRA
La Orientación como asignatura específica del curriculum para desarrollar los propósitos formativos, para constituirse en un espacio privilegiado y específicamente diseñado para alcanzar estas metas de manera sistemática y planificada (MINEDUC, 2015).
O es transversal a todas las áreas del currículo, o es nuclear centrada en una asignatura específica. Esto es un “desafío para los profesionales que trabajan en el ámbito educacional y específicamente para quienes laboran desde la disciplina de la Orientación en contextos de vulnerabilidad escolar”.
En el caso de la asignatura, ésta resulta escasa para el contenido por el límite del tiempo (45 minutos) y la cantidad de educandos a atender.
La posible SOLUCIÓN sería entender que, según Castillo (2008), “la Orientación se redefine, como un servicio a la escuela y no sólo a los alumnos en situaciones especiales”, en cuanto “la función del orientador educacional se transformaría en un pilar de la gestión institucional y consecuencialmente, de los futuros logros estudiantiles a través de sus profesores”; subrayase con el propósito de obtener logros estudiantiles.
La contradicción de base:
“la educación es el proceso de aprendizaje permanente que abarca las distintas etapas de la vida de las personas y que tiene como finalidad alcanzar su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico, mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y destrezas”, implica una contradicción insalvable o una verdadera mentira universal.
Esta contradicción se observa en los “Indicadores de Calidad” o “Indicadores de Desarrollo Personal y Social”, que exige desarrollar “la autoestima académica , motivación escolar, Asistencia escolar, Clima de Convivencia Escolar, Retención Escolar, Participación y Formación Ciudadana, Titulación Técnico Profesional, Hábitos de Vida Saludable y Equidad de Género”.
Esta se observa a través de toda la legislación educativa.
GENIAL
            En Chile se evidencia una demanda para el desarrollo del educando en el ámbito integral, pero ésta se dificulta por la existencia de un modelo educativo inserto en una sociedad de mercado, la cual se caracteriza por fomentar conductas que no ayudan a la formación integral, por cuanto las escuelas aspiran a la competitividad excesiva, el egoísmo y el éxito a corto plazo.
Esta define la contradicción fundamental.
Por tanto;
            Se requiere una nueva forma de abordar la Orientación a través de la creación o el fortalecimiento de un Servicio de Orientación capaz de atender la diversidad de necesidades estudiantiles, de padres y apoderados, profesores y docentes directivos bajo un nuevo modelo de gestión al interior de los establecimientos educacionales que responda de forma pertinencia a cada realidad concreta.

I.              Influencia del Sindicato Nacional de Profesionales de la Orientación (SINAPRO), para el bienestar y mejora del quehacer diario del Profesional de la Orientación en Costa Rica, así como el apoyo a la Orientación Latinoamericana.
Jairo José Hernández Eduarte. 
            El diagnóstico del proceso y contexto educativo define “situaciones psicosociales asociadas a la drogadicción, la violencia, el desempleo, descontento social con las autoridades políticas, (…) factores que contribuyen a la creación de un clima social que las instituciones educativas tienen que asumir y responder, mediante estrategias e intervenciones integrales y adecuadas” (MEP, 2005)
Mientras “el mercado laboral actual demanda (…) que las personas tengan mayores conocimientos y competencias técnicas (…) que le permiten a las personas encontrar, permanecer y tener éxito en un trabajo”.
Postura.
“La educación debe trascender el enfoque academicista, entendiéndola como un proceso integral que prepara a las personas en y para la vida”
Esta no supone necesariamente la escuela.
La tarea y/o profesión de orientador educativo es reciente, y enfrenta el dilema o la contradicción insalvable, en cuanto es “un servicio de Orientación educativa y vocacional, que facilite la exploración de sus aptitudes e intereses, ayudándole en la elección de sus planes de estudios y permitiéndole un buen desarrollo emocional y social" (MEP, 2005)
            Sin embargo, se insiste en la dicotomía, en cuanto el orientador  debe “generar una cultura de mejora, fomentar la capacidad de cambio y optimizar el aprendizaje de la comunidad escolar de modo que se garantice la calidad de la enseñanza (…) reconsiderar su labor transformándole en un líder educativo dentro de los centros. (Martínez y otros, 2010)
Proponemos, “concebir al orientador como un agente educativo [de] la mejora del centro que colabora con los docentes para mejorar el desarrollo del alumnado de manera integral, trabajando en estrecho vínculo con el equipo directivo y promoviendo la innovación en la práctica diaria”.
“el orientador ha de adoptar un enfoque holístico en el que el conjunto de la institución pase a ser su objeto de intervención contemplando todos los niveles que influyen en el desarrollo de la comunidad educativa”
Debe orientar toda la escuela o la actividad escolar de contexto, de forma general, abstracta y neutra. Como “el asesoramiento a los procesos de cambio”.

II.            ESTRATEGIAS DE ORIENTACIÓN Y APOYO A LAS TRAYECTORIAS DE LOS ESTUDIANTES EN LA UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
Prof. Agda. Lic. Carina Santiviago, Prof. Adj. Alejandro Bouzó, Prof. Asist. Virginia Rubio, Prof. Asist. Sofía Ramos.
Problemática.
“el acceso de estudiantes provenientes de sectores en desventaja socioeconómica, [en] un 60 %  de los mismos trabaja más de 30 horas semanales y aproximadamente el 54% de los estudiantes  de la Udelar son primera generación de universitarios en su familia. Se observa dentro de los que se titulan, (…) el porcentaje  de  estudiantes en situación de desventaja socio económica, que no llegan a titularse o bien se rezagan a la hora de obtener su titulación es enormemente mayor a la media”.
Objetivo:
“tiene como finalidad potenciar las trayectorias estudiantiles en la Universidad para la construcción de trayectorias completas”
Marco conceptual.
“El capital cultural tiene una lógica de trasmisión poderosa”, ya que “el capital cultural se erige como uno de los factores claves en lo que respecto a los resultados y a los tránsitos posibles de las sujetos por las instituciones y sus trayectorias educativas y un factor de peso a la hora de diseñar e implementar programas de apoyo a la permanencia”, por cuanto los “factores decisivos en la permanencia, [está en función del] logro de cierto grado de integración social y académica, (…) desempeño del estudiante, el compromiso con sus estudios, la identificación de mecanismos de ayuda o apoyo académico, del entorno institucional, y de la relación con los docentes y el resto del demos universitario”.
Hipótesis:
“la institución es una de las principales responsables del “éxito o fracaso” estudiantil”, “Es la institución la que debe modificarse sin perder su identidad, para albergar exitosamente a los nuevos contingentes poblacionales, tanto cuantitativa como cualitativamente”.
Método y materiales.
El Programa comprende: “Orientar y formar en el trabajo en tutorías entre estudiantes. Orientación y apoyo de los estudiantes en relación a la vida universitaria, interface entre Educación Media y Educación Superior, el trabajo con estudiantes beneficiarios de becas estudiantiles, etc.”
La secuencia lógica de la estrategia fue aplicar, “Estrategias de Orientación al pre ingreso”, “Orientación y respaldo en el primer año”, “trabajar con todos los involucrados en especial con el colectivo docente”, “participación o implicación de los estudiantes en las propuestas a desarrollarse o mejor dicho en su propio proyecto formativo”, “vínculos entre los actores del demos universitario”, “favorecer el relacionamiento con los docentes implica tanto la instalación de los ambientes adecuados, como la formación de los mismos, no ya como transmisores de conocimiento sino más bien como facilitadores del mismo”, “trabajo cooperativo que toman a la heterogeneidad de estudiantes y el acompañamiento docente, como potenciadores de la interacción y las habilidades sociales, favoreciendo una participación activa en los procesos de aprendizaje de los estudiantes implicados”, el trabajo en red”.
Conclusión.
El trabajo estaría completo, por lo menos en parte, si se aportara resultados, estos no existen. Lamentablemente “los programas hasta ahora instrumentados no han arrojado los aportes esperados en clave de inclusión y permanencia”.

Dr. Lucas Palacios Liberato.
Universidad Nacional del Centro del Perú



[1] Presentación de APORA (Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina) Lic. Raquel Garese. Presidenta APORA
[2] Desarrollo y desafíos de la Orientación Educacional en el contexto de la Reforma Educacional Chilena. Mg. Luis Marín Muñoz, Mg. Luis Marín Núñez.
[3] Influencia del Sindicato Nacional de Profesionales de la Orientación (SINAPRO), para el bienestar y mejora del quehacer diario del Profesional de la Orientación en Costa Rica, así como el apoyo a la Orientación Latinoamericana.
Jairo José Hernández Eduarte. 
[4] Estrategias de Orientación y apoyo a las trayectorias de los estudiantes en la Universidad de la República. Prof. Agda. Lic. Carina Santiviago, Prof. Adj. Alejandro Bouzó, Prof. Asist. Virginia Rubio, Prof. Asist. Sofía Ramos.