Orientación
Escolar En Tiempo De Transformación
“Una Nueva Realidad, una
Nueva Oportunidad” |
Carol
Alexandra Cediel[1] |
“De poco sirve que un niño sepa colocar Neptuno
en el Universo
si luego no sabe dónde colocar su tristeza, su rabia o su miedo”.
José María Toro, educador y escritor.
Resumen
El presente artículo tiene por objetivo
analizar de manera reflexiva el reto y los alcances de la acción de orientación
escolar en tiempos de pandemia, desarrollando un argumento desde una
experiencia significativa de articulación con un programa de arte, siendo el
instrumento facilitador para el desarrollo de actividades que fortalecen las
emociones positivas, los vínculos familiares y generan contención emocional en
el equipo docente. Teniendo como soporte teórico la psicología positiva. Este tiempo ha permitido valorar la
interdisciplinariedad y el trabajo en equipo.
Palabras clave
Orientación escolar,
Psicología positiva, arte, bienestar socioemocional.
Abstract
This article aims to analyze the challenge and scope of the action of
school guidance in times of a pandemic, developing an argument from a
significant experience of articulation with an art program, being the
facilitating instrument for the development of activities that strengthen
positive emotions, family ties and generate emotional support in the teaching
team, using positive psychology as theoretical support. This time has made it
possible to assess the interdisciplinary nature of teamwork.
Key Words
School orientation, positive psychology,
arts, socio-emotional well-being.
Una Realidad Inesperada
El mundo iba aceleradamente en una carrera
sin medida, en algunos momentos se generaron reflexiones profundas de la
disonancia entre la escuela que le permite al individuo el desarrollo de sus
potencialidades y la que le exige el mundo actual, preparar un ser altamente
competitivo; pero de la nada y de manera inesperada todo cambia, todo se
detiene, lo impensable pasa, lo normal deja de serlo y bajo presión se
adquieren nuevos estilos de vida, todo a causa de un virus que termina en
pandemia.
El confinamiento deja vacías las calles y
silencia las ciudades, se interrumpen rutinas y se generan cambios extremos de
relacionamiento, las escuelas se cierran y con ellas miles de niños, niñas y
adolescentes se enfrentan a una nueva realidad de aprendizaje; dentro de las
múltiples reflexiones que se generan ante estos cambios abruptos, se evidencia
que la escuela no solo permite la construcción de conocimientos, sino que en la
sociedad actual tiene un valor mucho más significativo a nivel socioemocional
para el estudiante, siendo a su vez, un factor protector. Para Murillo y Duk
(2020) los más afectados son los y las estudiantes de familias con menor nivel
económico y los emigrantes, puesto que la escuela es la única salida, la única
vía para ejercer su derecho de educación.
Muchos se enfrentaron a la pérdida de sus
redes de apoyo y lo que en teoría representa seguridad al estar en casa,
termina siendo un lugar no tan seguro
para muchos estudiantes, pues a su interior el riesgo es mayor a causa del
desvinculo emocional entre padres e hijos,
la violencia y el abuso. Las consecuencias más graves de esta pandemia
“puertas adentro”, es un aumento del riesgo de maltrato físico, psicológico y
negligencia al interior de las familias. (Abufhele, y Valerie. 2020). Sin
contar con las dinámicas sociales propias del país, caracterizadas por la
pobreza, el desempleo y la desigualdad, agudizando aún más los efectos
negativos de esta pandemia como el estrés, la ansiedad, la depresión y la
violencia.
Los Nuevos Retos en el
Campo Educativo
A nivel educativo se asume una experiencia de trasformación
profunda, siendo una aventura sin ruta
clara que trabajan en alianza docentes y padres de familia para lograr
el aprendizaje en casa, cabe aclarar, que en estratos socioeconómicos bajos
como el nuestro, los padres de familia en un alto porcentaje no superan la
básica primaria, lo cual dificulta el acompañamiento efectivo a los
estudiantes, así mismo, su prioridad es la supervivencia desde el trabajo
informal, por los menores queda a merced de su propia autonomía, sin
hablar de la brecha de desigualdad que se hizo más evidente en la crisis ante
la falta de conectividad en el país.
Por otra parte, se rompe con la educación tradicional,
siendo evidente que todo esfuerzo por intentar llevar el aula a una experiencia
virtual o a distancia no es posible sin la restructuración de los métodos de
enseñanza aprendizaje, y como refiere la UNESCO (2020) “los docentes han tenido
que adaptarse rápidamente a métodos de enseñanza nuevos y que todavía no han
sido probados” generando de igual forma, un impacto negativo a raíz de la
ruptura de rutinas, jornadas extensas de trabajo frente a los dispositivos
electrónicos, la multiplicación de tareas, entre otras; lo cual demanda hacia
ellos una mirada como parte de la comunidad educativa que requiere apoyo en el
proceso de cambio.
El anterior panorama pone en primera línea de acción dentro de los
contextos educativos al docente orientador,
por tener la valiosa misión de
ayudar a desarrollar habilidades vitales
de adaptación y resiliencia emocional, dando a su vez una resignificación a su
rol, que lastimosamente en muchos lugares no es clara o valorada, su habilidad
de conciliación, su capacidad mediadora de procesos y conocimiento profesional
del individuo en todas sus dimensiones, le permiten estar como en un centro de
comando, o como un director de la obra de teatro que logra ver cada detalle en
el escenario, lo que le permite
vertiginosamente ayudar a orientar
miradas positivas, y a consolidar una perspectiva de oportunidades ante toda esta realidad que en últimas
termina siendo un reto, ha sido a su vez un gran cambio que si bien no se
estaba preparado para ello, implicó el mismo ejercicio que para muchos, pensar,
repesarse y replantearse una nueva forma de acción.
Bienestar Socio
Emocional
El bienestar socioemocional, es uno de los
temas de mayor interés en todos los sistemas educativos, ante el riesgo
eminente de este tiempo de aislamiento y las restricciones sociales como sus
repercusiones en la salud mental del ser humano. Las emociones son reacciones psicofisiológicas
de carácter universal que las personas experimentan frente a situaciones
relevantes, tienen una función adaptativa, producen cambios en la experiencia
afectiva, activación fisiológica y en la conducta expresiva. (Cano y Miguel, 2001), si bien son inherentes
a la naturaleza humana, las dificultades para expresarlas y gestionarlas pueden
representar un riesgo para su salud, de igual manera situaciones extremas de
crisis como la actual del COVID-19 provoca fuertes respuestas emocionales negativas,
tales como pánico, estrés, ansiedad, rabia y miedo. (UNESCO, 2020).
Es
preciso señalar, que con los trabajos de Goleman (1995) sobre inteligencia
emocional, los análisis sobre violencia escolar y los planes efectivos de
prevención, durante los últimos años, se reconoce la importancia en la
educación socioemocional y la necesidad
al interior de la escuela de fortalecer estas competencias en pro del
desarrollo integral del individuo. El Ministerio de Educación Nacional ha
orientado el proceso desde el componente de las competencias ciudadanas, la
estrategia de Educación Integral Ser y Saber y los contenidos de educación
socioemocional de Colombia Aprende, entre otros; pero ante la emergencia no
solo sanitaria sino de salud mental y educativa, ha cobrado mayor fuerza este
énfasis, siendo una de las prioridades del aprendizaje en casa; el mismo
Ministerio de Educación es consciente de esto y tal vez, era lo más claro
cuando se generó el nuevo proceso educativo, pues establece en la directiva cinco (5, anexo
1,2,3) que el trabajo escolar debe priorizar el favorecimiento del diálogo, la
expresión de emociones, el reconocimiento y uso de capacidades y habilidades,
la valoración de recursos, condiciones, y la motivación para seguir delineando
proyectos de vida. (MEN, 2020).
El bienestar desde esta perspectiva, se
basa en el desarrollo las habilidades socioemocionales que le permiten al
individuo de manera eficiente gestionar sus emociones y afrontar
pertinentemente las situaciones de tensión como la adaptación a cambios
inesperados; la UNESCO (2020) las define como prácticas de bienestar
establecidas con base empírica que se pueden adaptar con el fin de entregar a
niños, niñas, jóvenes, padres y docentes las herramientas, habilidades,
actitudes y conductas necesarias para mantenerse sanos y positivos, explorar
sus emociones, practicar un compromiso consciente, exhibir una conducta
prosocial y lidiar con los desafíos diarios.
Psicología
Positiva
La presente experiencia, tiene por marco de referencia la
psicología positiva, la cual se enfoca en favorecer la experimentación de
emociones positivas y con ello disminuir el riesgo de daño socioemocional y
físico, ante situaciones adversas.
La psicología positiva es definida como “el estudio
científico de las fortalezas y virtudes humanas, las cuales permiten adoptar
una perspectiva más abierta respecto al potencial humano, sus motivaciones y
capacidades” (Sheldon & King, 2001 citados por Contreras y Esguera 2006). Seligman
ha trabajado significativamente por validar este enfoque a nivel científico,
siendo su fundador y principal referente.
Desde esta corriente las intervenciones
están orientadas a mejorar el bienestar emocional y con ello fortalecer la
resiliencia; las emociones son el eje central, pues si bien, las negativas contribuyen a nuestra supervivencia y
seguridad, las positivas favorecen la resiliencia y prosperidad. (Park,
Pererson y K. Sun 2003).
Esta
perspectiva rompe con el esquema determinista de las condiciones externas,
confiriendo al individuo mayor autonomía y poder de invención desde su
potencialidad y fortalezas; las emociones positivas amplían los recursos
intelectuales, físicos y sociales, haciéndolos más perdurables, y acrecentando
las reservas a las que puede la persona recurrir cuando se presentan amenazas u
oportunidades (Fredrickson, 2001, citado por Barragán y Morales, 2014).
Martínez
(2006) citado por Alpizar y Salas (2010) plantea que la psicología positiva
genera una perspectiva menos individualista que resalta el valor de las
emociones y experiencias positivas, los lazos familiares, formar parte de una
comunidad, el vínculo social, la perseverancia, el sentido de pertenencia, la
esperanza, la espiritualidad, el apoyo, entre otros. La pandemia generó una
ruptura abrupta de la dinámica individualista, capitalista y sin medida, donde
el ser humano debió reconocer su vulnerabilidad, también su verdadera esencia
en la construcción colectiva del poder de transformación y supervivencia, lo
cual evidencia una de la emociones de mayor estudio y abordaje para esta
corriente, la resiliencia, definida como la capacidad del individuo para
afrontar las adversidades de la vida, superarlas y “ser transformado
positivamente por ellas” (Riso, 2006 p. 256 citado por Barragán y Morales,
2014).
Bienestar a través del Arte
El ser humano
tiene múltiples formas de expresión y representación del mundo que lo rodea,
para Bustacara, Montoya y Sánchez, (2016), “El
arte es por naturaleza un lenguaje simbólico e innato del ser humano, las
diferentes manifestaciones artísticas se emplean para expresar y comunicar
pensamientos, sentimientos y emociones”. p 24. Es en si un medio de expresión
con diferentes formas que involucra todos los sentidos, permitiendo
exteriorizar lo que está en el interior del individuo y representar la realidad
que lo rodea.
Calderón, Martín, Gustem y
Portela, (2018) argumenta que las manifestaciones artísticas, sean del tipo que
sean, tienen como finalidad comunicar emociones, expresarlas y activarlas en
los emisores y receptores, en consecuencia, tiene una relación directa con los
estados de bienestar, es importante reconocer que uno
de los elementos claves de la gestión emocional es la expresión de emociones,
siendo el arte un facilitador de su regulación, disminuyendo el riego de
represión y con ello el desarrollo de patologías.
La expresión
artística a su vez genera expresiones, interpretaciones, construcciones
conjuntas que divisan una realidad particular mediada por el diálogo y la
relación con el otro, lo cual moviliza vínculos y genera relaciones sociales
más armónicas.
Conviene resaltar que desde los postulados
constructivistas de Vygotsky el aprendizaje esta mediado por la interacción
social, las herramientas y actividades culturales modelan el desarrollo del
individuo,(Woolfolk, 2006), por lo tanto se puede argumentar que el aprendizaje
de las habilidades socioemocionales se dan en las interacciones del aprendiz y
el entorno, como en la construcción conjunta que hace con su colectivo social,
ahora bien, si el arte es un medio para comunicar y expresar, lo es también,
para construir conocimiento individual y colectivo, favoreciendo el vínculo al
interior de los hogares, permitiendo que todos puedan construir desde lo que
son y tienen.
Una Experiencia Significativa:
Orientación Escolar. “Culturazón”
Siendo conscientes de la responsabilidad
social, el momento histórico al cual se
enfrenta la orientación escolar en este plan de contingencia educativo, se genera una acción integral que aborda a
toda la comunidad educativa bajo el marco de intervención que propone la
psicología positiva, trabajando con las fortalezas independientemente del
contexto, posibilitando el fortalecimiento de la resiliencia a través
las expresiones lúdico artísticas, generando acciones que mejoran el
bienestar emocional y el vínculo socioafectivo al interior de los hogares,
mitigando a su vez el impacto de las emociones negativas a causa
de la dinámica actual por el COVI-19. En este reto es fundamental tener una
perspectiva dinámica, flexible y abierta al trabajo en equipo y de manera
trasversal con todos los actores educativos.
En el Colegio Integrado de Puerto Parra -
Santander que atiende 630 estudiantes con sede única y atiende población
estratos uno y dos; logra la transversalización del componente socio emocional
a través de una alianza estratégica entre Culturazón, un programa de la unidad
de cultura de la caja de compensación Cajasan, de jornada escolar
complementaria que busca promover el desarrollo de habilidades como el uso del
tiempo libre, y orientación escolar; a través de la gestión, desarrollo y
ejecución de actividades lúdico artísticas direccionadas hacia toda la
comunidad educativa, utilizando diversos canales de comunicación como la
emisora comunitaria, el blog institucional, la platoforma zoom, las redes
sociales como Facebook, tik tok, WhatsApp, youtube y escrito a través de
un informativo anexo a las guías de
trabajo en casa, que los y las estudiantes desarrollan.
Dichas acciones se direccionaron a través de temáticas
mensuales como: la niñez y la recreación,
la Colombianidad, y la afectividad entre otros, puestas en marcha a
través de retos artísticos que vinculaban a la familia en la mayoría de los
casos, a su vez se cuenta con un
evento general donde se visibiliza la participación de la comunidad
educativa, vale la pena destacar: La semana de la niñez, Cuán Orgulloso me
siento de ser Colombiano, La semana de la juventud y el mes de la afectividad.
Todo esto con actividades tales como
cambio de roles, personificación y representación de situaciones cotidianas,
coreografías en la aplicación Tik tok, talleres en vivo de Body Paint, arte y
expresión, reportaje, fotografía y expresión de emociones de manera escrita o
artística.
Dinamizando de igual manera, el componente académico,
logrando con el cumplimiento de las
actividades establecidas previamente en el cronograma escolar pese a las
circunstancias actuales; tales como la Santanderianidad y el Talent Show, ésta
última permite visibilizar el talento de la institución desde hace tres años,
lográndose en el presente a través de la virtualidad, vinculando la Alcaldía y, ante el impacto de la misma,
se sugiere institucionalizar a nivel municipal.
En este proceso se reconoce así mismo la importancia de
generar espacios de diálogo y debate a través de los conversatorios
interinstitucionales denominados. “Los jóvenes opinan” una experiencia de
intercambio cultural e ideológico.
En este camino de retos nuevos, se gestionó el
acompañamiento de distintos profesionales; la premisa de generar emociones
positivas y disminuir el impacto de las negativas fue clave en el
acompañamiento docente, visibilizando su trabajo, reconociendo su valiosa labor
y gestionando espacios de expresión de emociones e incremento de actividades de
bienestar.
A través del monitoreo constante y la atención a la
población en riesgo en conjunto con coordinación académica se logra identificar
la necesidad de realizar un ajuste curricular que permitiera reducir la
deserción escolar y el impacto negativo de la dinámica laboral del docente,
generando mayor articulación con la propuesta de bienestar socioemocional.
Podemos concluir que la orientación escolar cumple un papel
fundamental a nivel de mediación, conciliación y construcción colectiva, sin
necesariamente ser la figura principal, pero si movilizando, con su accionar,
miradas positivas una perspectiva de oportunidad en esta nueva realidad educativa y social.
La clave está en la interdisciplinariedad, la capacidad de
trabajo en equipo y la posibilidad de gestionar cambios.
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Woolfolk,
Anita (2006). Psicología Educativa.
México. Pearson.
[1] Psicóloga
Especialista en Psicología Clínica y de la Salud- Unab
Candidata a Magister en Educación -
Unipamplona
Colegio Integrado Puerto Parra –
Secretaria de Educación de Santander (Col)