martes, 15 de diciembre de 2020

La aguja del miedo (a soñar)

 

Silvia Gabriela Vázquez

 

Como Penélope, teje y (nos) desteje

e ignora, por supuesto, el resultado

que habrá de conformarse con sus hilos,

según quiera el azar y lo acuñado

como malla sagrada o como hereje.

 

Es la aguja del miedo la que pesa

sobre la espalda frágil y asesina

algunos de los sueños más hermosos:

Una caja de Pandora repentina

deshilachada y cruel sobre la mesa.

 

Hilando, como Cloto, hebras de vida

(la vida de los otros), con su rueca,

actúa como si fuera hija de Zeus:

somos sus marionetas de manteca,

deshace nuestro mundo cuando anida.

 

Uno a uno, nos enhebra los temores

y fabrica un collar que nos limita,

nos asfixia, nos ata, nos encierra,

hasta nos deja a oscuras y nos quita

La única verdad: Somos mejores

con los pies despegados de la tierra…

 

 

 

Silvia Gabriela Vázquez                       

@gabrielavazquezok

“La aguja del miedo” forma parte de su libro: “Poemas desovillados”

https://mentesalacarta.com/conferencistas-capacitadores-coaches/silvia-gabriela

 

 

SOBRE ALGUNOS MITOS EN LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL,

 Archivos de video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=n7OuStQVmzI&t=1596s

 https://www.youtube.com/watch?v=GIXgW4w_Ock&t=151s


LAS CARRERAS Y LAS PROFESIONES[1]

Iván Darío Cárdenas Molina[2]

 

Resumen

Las concepciones que se tienen sobre un fenómeno en particular determinan las interacciones que se desarrollan frente a él. Algunas de estas afirmaciones son imprecisas, inexactas o inapropiadas y, por lo tanto, guían a decisiones inadecuadas. En el caso de la Orientación  vocacional, profesional o socio ocupacional, existen algunas creencias inexactas o mitos que determinan la forma en la que se percibe y las decisiones que toman los estudiantes orientados. Este texto analiza algunos de estos mitos, como la existencia de destinos específicos, carreras o profesiones que invariablemente conducen a la felicidad, y la labor del consejero escolar como "profeta" o "pronosticador". También se realizan algunas reflexiones que permiten contrastar y validar creencias, proponiendo perspectivas para la consideración de la Orientación  escolar como un proceso de formación integral, y mostrando posibilidades para una intervención más amplia y pertinente. 

Palabras clave: Mitos, Destinos, Orientación  Socio Ocupacional, Formación Integral.

 

Abstract

The conceptions about a particular phenomenon determine the interactions that develop with it. Some of these statements are imprecise, inaccurate, or inappropriate, and therefore misleading. In the case of vocational, professional or socio-occupational guidance, there are some inaccurate beliefs or myths that determine the way in which is perceived, and the decisions made by the students who are guided. This text analyzes some of these myths, such as the existence of specific destinations, careers or professions that invariably lead to happiness, and the work of the school counselor as a "prophet" or "forecaster". Some reflections are also made that allow a contrast and validation of beliefs, proposing perspectives for the consideration of school guidance as a comprehensive training process, and showing possibilities for a broader and more pertinent intervention.

Key Words: Myths, Destiny, socio-occupational guidance, integral education.

 

 

 

 

 

Introducción

 

Existe una serie de concepciones, imaginarios y creencias sobre la Orientación  escolar que determinan la forma en la que se desarrolla y se asume por parte de la sociedad en general. Algunas de estas afirmaciones pueden no ser tan exactas o precisas, pero se generalizan en la forma de mitos o creencias inexactas que afectan la manera en la que se concibe la Orientación  escolar y los resultados de las actividades que se realizan.


Una situación hipotética, vivida por cualquiera de las personas que ha trabajado en Orientación  vocacional, puede ilustrarnos este punto. Imaginemos una reunión de egresados de un colegio de nuestra amada Latinoamérica, uno de aquellos encuentros que tanto se anhelan en el momento de la graduación, pero a los que solo acuden algunos pocos de los invitados. Supongamos que este encuentro imaginario ocurre 5 años después del grado, con lo que podríamos pensar que la asistencia a estas citación, que se ha comprobado disminuye de manera inversamente proporcional al paso del tiempo, no sea tan baja.

Uno de los estudiantes, a quien llamaremos sin ninguna razón particular “Manuel”, está alegremente en este encuentro compartiendo con  los compañeros y se acerca a saludar a sus maestros. Particularmente se detiene a conversar con el orientador escolar. “Profe, qué alegría volver a verlo”. “Igualmente, Manuel, ¿cómo te ha ido?” “pues profe, muy bien. Estudiando y trabajando”. El orientador, curioso, recuerda que Manuel era excelente con los números, y que en el proceso de Orientación  vocacional le recomendó estudiar una carrera relacionada con las matemáticas; le pregunta “¿y qué estudias?” “Antropología, profesor. Me vinculé a la universidad nacional, y estoy trabajando un proyecto con culturas indígenas”.

Manuel no puede evitar observar la sorpresa en el rostro del orientador. Con una traviesa sonrisa, lo escucha atentamente para comprender su desconcierto “Manuel, yo pensé que ibas a estudiar una ingeniería” comenta el orientador.  “Si, maestro. Eso pensé yo también. Pero la vida me llevó por otros caminos y estoy muy bien. La verdad, siento que todas esas charlas y pruebas que hicimos con usted, no me sirvieron para nada. Lo que usted me dijo que estudiara no era lo mío. Pero bueno, tomé un camino distinto y me siento mucho mejor. Gusto verlo, profesor, nos vemos después”.

Mientras Manuel se aleja, orientador se queda pensando. En realidad, es frustrante sentir que un proceso al que se le dedica tanto pueda ser percibido como inefectivo. Quizás Manuel exagere, o sea un caso aislado de desacierto entre muchos ejemplos de precisión; o de pronto, quizás el proceso planteado en realidad no sea el más adecuado. Habrá que analizar.

 

Evaluando la situación

 

Para quitarse la duda, el orientador llega el lunes a la oficina y observa algunos resultados de su proceso. Analiza el curso que tomó la vida de los estudiantes a los cuales realizó su acompañamiento de elección de carrera, y encuentra que solamente un 30% está estudiando en carreras universitarias medianamente relacionadas con aquellas que les indicó en el informe entregado. Un 40% están estudiando otras cosas, y un 30% se encuentra desvinculado de la educación superior.

Al principio siente que la percepción de Manuel puede ser cierta. Por alguna circunstancia, tal vez las evaluaciones de aptitudes, intereses, capacidades, tipo de inteligencia predominante y preferencias de vida, no funcionaron como predictores de la vida de los estudiantes. Sin embargo, después de reflexionar y observar detalladamente la condición actual de sus ex alumnos, percibe un detalle interesante: la gran mayoría de ellos, incluyendo por supuesto a Manuel, tiene vidas que pueden catalogarse como muy buenas dentro de los criterios generales. Son ejemplo de principios y valores que les han llevado a ser buenas personas, a tomar buenas decisiones, a ser estables emocional y socialmente, y tienen herramientas cognitivas, psicológicas y comportamentales para realizar actividades que facilitan su desarrollo integral y contribuyen a la construcción de una cultura de paz. Es posible afirmar que se cumplen los objetivos de la educación en Colombia (M.E.N., Decreto 1075 Único Reglamentario del Sector Educación, 2015), y en ese sentido, se da cuenta que como orientador contribuyó muchísimo a la formación de estos jóvenes, aunque quizás no haya acertado mucho como profeta de carreras universitarias y predictor profesiones futuras.

 

Desvelando mitos

 

Recordemos en este momento las palabras de Manuel, y quizás percibamos un imaginario revelador “La verdad, todas esas charlas y pruebas que hicimos con usted, no sirvieron para nada. Lo que usted me dijo que estudiara no era lo mío”. El estudiante reconoce que su condición actual es buena, pero considera que la contribución del orientador no fue en su formación para lograr una calidad de vida sino una predicción que resultó fallida. Las palabras del estudiante muestran una expectativa: la esperanza de que el docente orientador sea quien “descubra e ilumine el camino” que llevará a alcanzar la plena felicidad. Sin embargo, en muchas ocasiones, los resultados de cualquier acción humana no son los esperados, no por malas acciones o procedimientos inadecuados, sino por expectativas desajustadas (Kahneman, 2012). Los orientadores son ante todo profesionales que contribuyen a la formación para el desarrollo humano, desde un punto de vista académico y profesional, pero también personal, ético, moral, social y estético (Brunal, Vásquez, Mora, Borja, & Osorio, 2018). No son profetas, clarividentes o delimitadores del destino de los alumnos.

Una expectativa incorrecta puede llevar a consideraciones erróneas acerca de la Orientación  y el sentido de su rol (Borja, 2019). Por otra parte, puede generar dificultades en las elecciones que realizan los estudiantes, pues una información inexacta conlleva una toma de decisiones impertinente (Kahneman, 2012). Dado que el lenguaje es medio y herramienta para la acción, es posible generar creencias que producen cambios en las formas de ver el mundo, que establezcan condiciones con las cuales nos relacionamos con los demás y la realidad (Pérez, 2010). Una revisión de las expectativas, creencias o presupuestos de la Orientación  vocacional, sus objetivos y marcos de acción, puede revelarnos que existen fundamentos imprecisos o inexactos que nos lleven a conducir el desempeño de los estudiantes por donde no es o a realizar juicios inadecuados de nuestra función y sus resultados.

Para corregir las consecuencias de los comportamientos guiados por mitos es necesario evaluar las afirmaciones y contrastarlas con elementos que nos lleven a conclusiones un poco más exactas o ajustadas a la realidad. En este sentido, observemos si en el caso del orientador y de Manuel se presentan algunos mitos sobre la vocación, las carreras y las profesiones, que por ser afirmaciones imprecisas, pueden estar afectando considerablemente el ejercicio de la Orientación  vocacional y las decisiones que se toman en consecuencia. Analicemos también algunos comentarios que contribuyan a lograr proposiciones y consideraciones más precisas y guíen mejores decisiones y consideraciones sobre el sentido de la Orientación  vocacional y la efectividad de sus actividades.

 

MITO 1

Existe un destino invariante, inevitable y predeterminado para cada ser humano. En el lenguaje popular se dice que lo que ha de ser será y que cada quien tiene su futuro ya pre establecido. En consecuencia, la labor del orientador vocacional consistiría en descubrir ese destino y guiar a los estudiantes por él para que no se desvíen de lo ya determinado. Manfred Max – Neef menciona este aspecto como la obsesión del punto fijo, según la cual, algunas personas se obsesionan con un solo camino, una sola manera de desarrollarse y una sola alternativa de acción para poder tener una vida feliz (Max-Neef, Elizalde, & Hopenhayn, 2005).

En el aspecto sentimental, algunos piensan incluso que existe una “media naranja”, una pareja ideal para cada persona. Si así fuera, alguien que enviudó producto de algún desafortunado accidente estaría condenado por la eternidad a la soledad absoluta. O si alguien por error eligiera la persona incorrecta, generaría una cadena de malas elecciones que ocasionaría un desastre mundial en serie, porque quienes se vinculen con aquellas personas que quedan solteras inevitablemente estarían eligiendo a la no adecuada.

Tal clase de determinismo ha sido cuestionado desde siglos atrás con las consideraciones del liberalismo y la edad moderna, en donde se define al ser humano como un ente con capacidad de decidir su propio camino. Se habla en esta vía no de destinos de vida sino de rutas, trayectorias o sentidos, lo que indica múltiples posibilidades (M.E.N., Rutas de Vida. Manual de Acompañamiento en Orientación Socio Ocupacional, 2013). Así como muchas personas han podido establecer relaciones constructivas y sanas con parejas que no fueron las elegidas inicialmente, muchas otras se desempeñan muy bien en carreras o profesiones para las que originalmente no se habían preparado. No existen las vidas predeterminadas. Es posible identificar tendencias, preferencias o inclinaciones, pero los individuos tenemos múltiples capacidades para desempeñarnos con éxito en muy diversas actividades. La labor de Orientación  no es identificar para qué hemos sido predeterminados sino observar capacidades y tendencias para guiar a las personas a elegir entre múltiples posibilidades aquellas que aumenten la probabilidad de un desempeño exitoso.

 

MITO 2

Existe una profesión específicamente destinada para cada uno donde será plenamente feliz y se sentirá realizado. Si ello fuera cierto, las profesiones serían universales e invariantes. Sin embargo, las actividades laborales son de las cosas más diversas en el mundo. Las que hoy tenemos no eran las mismas de hace 20 años, y en el futuro, algunos estiman que son pocas las que se mantendrán. Hoy en día se habla de trabajos como “influencer”, “youtuber”, “community Manager”, entre muchos otros, mientras que labores como “cochero”, “herrero”, “cartero”, entre otros, cada vez se ven menos. Se dice que un 85% de los trabajos que existirán en el 2040, cuando nuestros estudiantes estén en el mercado laboral, aún ni siquiera se han inventado (Hermoza, 2011). En ese sentido, lo más importante es reconocer que todas las personas tenemos actividades que desarrollamos con mayor facilidad y otras que otras se nos dificultan. Existe un amplio abanico de opciones que corresponden a las capacidades y gustos, tanto en carreras como en trabajos. La labor de Orientación  prima el acompañamiento en una exploración individual de capacidades, personalidad, intereses, entre otros, y las múltiples posibilidades que el mundo va a generando constantemente. Lo más sabio es buscar las opciones disponibles que más se relacionan con características personales y no preocuparse por si no se puede lograr la vinculación a un trabajo específico.

 

MITO 3

Estudiar una carrera concreta garantiza un buen trabajo y una vida feliz. Relacionado con los dos mitos anteriores, aparece la creencia de que una carrera universitaria particular es símbolo indudable de éxito económico, personal y social. El orientador debería en consonancia promover que se estudien aquellas que den mayor estatus y mejores condiciones a sus estudiantes. Pero la realidad muestra otra cosa. Muchas personas estudian una carrera pero terminan haciendo otra muy distinta en la cual les va muy bien. Grandes periodistas no son comunicadores sociales sino economistas, politólogos o filósofos, mientras que algunos ingenieros han resultado ser excelentes maestros. Algunas personas son exitosas habiendo cambiado de carrera varias veces, estudiando varias profesiones, o en ocasiones ninguna. La universidad es una posibilidad de aprender conocimientos y desarrollar capacidades, pero es ingenuo esperar que una carrera nos vaya a resolver la vida. No hay carreras que “den más plata” que otras, ni profesiones que tengan mejor futuro o brinden mayor estatus. El éxito académico depende de muchos otros factores, entre ellos, el desempeño individual, la responsabilidad, el carisma, las habilidades comunicativas y sociales (M.E.N., Observatorio Laboral Para la Educación, 2020). Es más sabio, en lugar de buscar predicciones sobre carreras específicas para estudiar, dedicarse a desarrollar capacidades que pueden garantizar un buen desempeño en múltiples carreras o trayectorias de vida.

 

MITO 4

Un título profesional garantiza un buen trabajo y una vida plena. Antiguamente se creía que un cartón arreglaba la vida de cualquier persona. La titulación era el final del camino, y quien la lograba, estaba destinado al éxito. En este sentido, la Orientación  era exclusivamente un proceso de ubicación de los estudiantes en carreras universitarias. Sin embargo, es necesario mencionar que hay personas que les ha ido muy bien en la vida y no culminaron su primaria, mientras otros tienen doctorados y no han logrado éxito. En realidad, la vinculación de los estudiantes de colegios públicos a la educación superior una vez culminan sus estudios de secundaria no supera el 40% en Colombia (M.E.N., Observatorio Laboral Para la Educación, 2020). ¿Ello implica entonces que están destinados al fracaso? Por supuesto que no. Si bien en los países en vía de desarrollo la calidad de vida está correlacionada de manera importante con el nivel de estudios de las personas, también es cierto que la obtención de un grado profesional no garantiza un buen empleo o éxito. De hecho, en muchas empresas, la selección de personal no se hace con base en estudios realizados sino en competencias desarrolladas. Algunas industrias incluso generan sus propios procesos de capacitación porque no encuentran profesionales específicamente formados para lo que requieren. La tendencia es que en el futuro será más importante lo que se sabe hacer que los títulos obtenidos. En ese sentido, la Orientación  escolar debe efectivamente motivar a continuar con la formación en educación superior, pero principalmente promover el desarrollo de aptitudes, principios y valores que faciliten a los estudiantes en el futuro adaptarse a un mundo cambiante y cada vez más exigente.

 

MITO 5 

Los seres humanos existimos para el trabajo, por lo que entre más se trabaje, más se logrará la felicidad. Algunos modelos pedagógicos basados en competencias, que dominaron el discurso educativo a finales del siglo pasado, llevaron a que algunos colegios se volvieran exclusivamente centros de preparación para el mundo laboral. Ello acentuó la creencia popularizada en varios contextos de que lo más importante en la vida es una profesión. La Orientación  escolar en esta línea se acotó a formar para procesos de selección de carrera y formación para el trabajo. Pero la verdad es que en la vida hay muchas más cosas además de nuestro mundo laboral. Muchos estudios que se han realizado con personas convalecientes han mostrado que aquello que más genera remordimientos en las personas próximas a despedirse de la vida no tiene nada que ver con su trabajo. Ninguno se arrepentía en su lecho de muerte por no haber trabajado más horas, haber obtenido más dinero, o haber ganado premios por su labor. La inmensa mayoría lamentaba no haber aprovechado más el tiempo con sus seres queridos, no haberse reconciliado con personas significativas a quienes hicieron daño, y no haber dedicado más tiempo a jugar, divertirse o hacer lo que les gustaba. La Orientación  escolar debe contribuir al desarrollo integral, una formación que abarque desde lo espiritual, estético y ético hasta lo académico e intelectual (Brunal, 2019). Es importante promover el desarrollo de competencias lingüísticas, matemáticas y científicas, pero también sociales y emocionales (Ribes, 2008). No se puede descuidar en una vida feliz a la familia, los amigos, la diversión, entre muchos otros. El desarrollo de capacidades debe ser integral y debemos tener en cuenta también la formación en lo espiritual, social, emocional y aquello que nos gusta y nos hace sentir vivos.

 

Conclusión

 

Revisando estos pensamientos, donde observamos algunos mitos entre los muchos que permean la educación y la Orientación  escolar, podemos proponer nuevas formas de ver las cosas. Es necesario caer en la cuenta de que las creencias y supuestos en las que se basa una acción determinan la manera en la que se ve lo que se hace y se dice. Creer que las personas tienen un destino, serán felices en solo una profesión específica, estudiando una carrera determinada y formándose solo para ser profesionales y trabajar, puede generar no solo una concepción errada del sentido de la Orientación  vocacional, sino también guiar decisiones inadecuadas en los estudiantes.

Analizar las palabras de Manuel nuevamente a la luz de las reflexiones realizadas nos cambia la perspectiva. La satisfacción de haber contribuido a que actualmente esté muy bien y tenga una buena calidad de vida, a pesar de no haber acertado una predicción profesional, nos lleva a pensar que el orientador no es solo quien brinda información sino quien aporta a la formación. Contribuir a la educación integral de un estudiante es mucho más importante que pronosticar carreras, profesiones y futuros. Quizás la Orientación  escolar no acierte predicciones, pero ello no constituirá en ningún momento un fracaso o futilidad. Por el contrario, la Orientación  escolar será mucho más significativa y cobrará mayor relevancia en la educación contemporánea, si en lugar de profetizar destinos, contribuye a la generación de ambientes que faciliten el desarrollo humano integral y permitan la formación de seres que aporten para la construcción de la cultura y la transformación de nuestra sociedad.  


Referencias

 

Borja, C. (2019). Orientador(a) Escolar. Más Que Un Pedagogo/a. ¿Un cambio de Paradigma? O solamente un cambio en nuestras funciones. Revista Educación y Ciudad, https://revistas.idep.edu.co/index.php/educacion-y-ciudad/article/view/2149.

Brunal, A. (2019). “Orientación  para el sentido de vida". Revista OrientAcción , https://relapro2020.blogspot.com/2019/06/ponencia-foro-latinoamericano.html.

Brunal, A., Vásquez, S., Mora, A., Borja, C., & Osorio, S. (2018). Orientación  Transicional para el sentido de la vida. Revista OrientAcción. Obtenido de https://revistaorientaccion.blogspot.com/2018/04/orientacion-para-la-vida-activa-completo.html

Hermoza, L. (2011). Las Carreras del Futuro. Letras: Órgano de la Facultad de Letras y Cienias Humanas, https://www.researchgate.net/publication/266074469_Las_carreras_del_futuro.

Kahneman, D. (2012). Pensar Rápido, Pensar Despacio. Barcelona, España: Random House Modadori, S.A.

M.E.N. (2013). Rutas de Vida. Manual de Acompañamiento en Orientación  Socio Ocupacional. Bogotá, Colombia.

M.E.N. (2015). Decreto 1075 Único Reglamentario del Sector Educación. Bogotá, Colombia.

M.E.N. (15 de Octubre de 2020). Observatorio Laboral Para la Educación. Obtenido de https://ole.mineducacion.gov.co/portal/

Max-Neef, M., Elizalde, M., & Hopenhayn, A. (2005). Desarrollo a Escala Humana: Una opción para el futuro. Santiago de Chile: CEPAUR.

Pérez, R. (2010). Análisis de la sustitución Extrasituacional. Acta Comportamentalia: Revista Latina de Análisis del Comportamiento, 413-440.

Ribes, E. (2008). Educación Básica, Desarrollo Psicológico y Planeación de Competencias. Revista Mexicana de Psicología, Vol. 25, Núm. 2, 193-207.

 

 

 



[1] Documento base de la conferencia “Mitos y Verdades de la Orientación Vocacional”, desarrollada en el marco de la Semana Virtual de la Orientación Vocacional, Profesional, Socio Ocupacional, organizada por RELAPRO en el 2020. Se puede acceder a la conferencia en los siguientes enlaces: https://www.youtube.com/watch?v=n7OuStQVmzI&t=1596s https://www.youtube.com/watch?v=GIXgW4w_Ock&t=151s

[2] Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Maestro en Educación del Instituto Tecnológico de Monterrey, Docente Orientador de la Secretaría de Educación de Bogotá. E-mail: ivan.cardenas@jga.edu.co

Momentos en la elección de Carrera

 Archivo de video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=8E95fWbXVuA&t=1375s


 Silvia Inés  Carmona(Ar)[1]

 

 La soledad en la pandemia: La Otredad-Proximidad (Reflexión)

Resumen

      En la pandemia la soledad es una realidad inexorable, y desde una mirada pedagógica, preocupa, ocupa y moviliza el pensar, el cómo llevar a cabo el rol de la Orientación   vocacional desde la virtualidad, para poder seguir acompañando a los estudiantes,’ .Las diferencias de acceso al conocimiento, o las imposibilidades ante la falta de recursos económicos o estructurales de la familia para que los jóvenes tengan la potencialidad de aprender, no debe convertirse en falta de recursos estructurales en ellos, los cuáles, ante las problemáticas planteadas, pueden ir quedando en el camino, con su  impotencia en poder adelante con un ritmo escolar , que se ha planteado como vorágine para mantenerlos ocupados. El hecho de quedar varados a sus propios recursos en medio   de esta incertidumbre, llevará, a que, en   el transcurrir del tiempo, y las inequidades, vayamos  dejando jóvenes sin buscar su propósito en la vida.

Abstract

In the pandemic, loneliness is an inexorable reality, and from a pedagogical point of view, it worries, occupies and mobilizes thinking, how to carry out the role of Vocational Guidance from virtuality, in order to continue accompanying students, '. Differences in access to knowledge, or the impossibilities due to the lack of economic or structural resources of the family so that young people have the potential to learn, should not become a lack of structural resources in them, which, in the face of the problems raised, can being left on the road, with their impotence in power forward with a school rhythm, which has been raised as a maelstrom to keep them busy. The fact of being stranded on their own resources in the midst of this uncertainty, will lead, in the course of time, and inequities, we leave young people without seeking their purpose in life.

 

 

 

 

    


Como Orientadores, no podemos, no debemos dejar que esto suceda, la pandemia no debe llegar a convertirse en un elemento disruptivo en sus vidas, en la historia de quienes, están en camino de sus decisiones, para sí mismos y para el futuro.

    Si el sistema educativo no adopta una “pedagogía de la pobreza”, entendida como la simpleza en el mensaje, en la sencillez de llegar al otro, combinada con una pedagogía de la ternura, invitando y acompañando a que la escuela, aún atravesada por la virtualidad, pueda ser ese espacio y ese tiempo que nos invite a disfrutar la vida, brindando elementos estructurantes como sujeto epistémico, desde la forma de abordar el conocimiento, pero hospedando lo que nos pasa.

   Quienes estamos en la Orientación , debemos recordar que nos trajo a este camino, el amor a la humanidad como el amor a otro que no lo deje solos, con sus propios recursos, sino pudiendo cuidar de la fragilidad del otro, que a la vez, es una manera de cuidar la propia.

    Debemos lograr atravesar la virtualidad, llegando a las miradas, a las sensaciones, para poder convertirnos en otro significativo para el alumno, y así lograr que nuestra palabra resuene.

   Surge entonces el interrogante de cómo lograr iluminar el camino del otro., cómo lograr que disfrute, que participe, en el conocimiento sintiendo que está acompañado, para ser protagonista de sus proyectos.

   Tenemos la sensación de que en cada encuentro con ellos, cada simple devolución de una situación de aprendizaje designada, cada explicación realizada con una  intención humana, pedagógica, se convierte en un relámpago de luz en un camino de oscuridad para aquellos atravesados por la soledad y el desamparo.

     Debemos mirar hacia a los costados, al otro, identificar lo que le pasa, y en esa mirada, de afectuosa pedagogía, lograr que el sistema educativo se convierta en “un faro que los guíe”, entendiendo que en el proceso de construcción del sujeto epistémico, la idea de seguir adelante con el “sujeto intacto”, ”El otro”, el próximo, que construya su porvenir .

      Si logramos que cada JOVEN sienta, en este acompañamiento pedagógico, que no está sólo, que la institución educativa ilumina, como un faro, su camino, y que la clase que resuena acompañe, ilumine y alimente sus espíritus, despertando la pasión por el conocimiento, no sólo habremos logrado vencer la soledad y el miedo a no poder ser, propio del otro, Re significando la soledad de la pandemia, sino también, repensar y resignificar la escuela, en la pandemia , para la pandemia y fundamentalmente, para tiempos venideros , reconstruyendo el rol de la escuela, nuestro propio rol, al haber tenido la potencia de poder  mirar y cuidar, cuidarnos, sostener y sostenernos y no soltarnos ,de aquí en adelante,  haciendo de la escuela un faro que transforme la oscuridad, en luz.

2- ORIENTACION 

Al momento de realizar una elección, las personas, están influenciadas por el entorno que los rodea. La cultura, la situación política, los medios de comunicación, los estímulos recibidos desde pequeños, que muchas veces se reflejan en hábitos, gustos y habilidades. Todo esto nos conforma, en un todo, y nos da, cierta característica particular.- Por lo tanto, la vocación, está relacionada, con nuestros intereses, que son variados, y están en relación, con diversas influencias.

Las influencias, socio-culturales, hacen referencia al prestigio o reputación, bienestar económico, en muchos casos, por sobre alguna actividad o contribución social.-Las exigencias personales, a veces son externas, y están dadas por los adultos que nos rodean.- Es decir, se dejan de lado, los motivos que nos llevaran a decidir.

Es de destacar, la presencia, de los modelos ideales que se convierten en influencias, relacionadas con personas significativas en la vida de quienes eligen. Convirtiéndose de esta manera en modelos de identidad, que nos muestran formas de vida, que tienen que ver con un camino, con una búsqueda.

Otras incidencias, las cuales no deben dejarse de lado, son las familiares, que a veces acompañan, y otras impiden la toma de decisión. Los Orientadores, no podemos negar, esta realidad, ya que tienen un rol importante, en el proceso de Orientación  vocacional.

¿DECIDIR, O ELEGIR?:

Decidir y elegir, no son términos equivalentes, ya que este último término,  conduce a valorar, diferentes opciones, mientras que el primero, la decisión, abarca una elección, un duelo, un análisis, de la situación en su totalidad, y de acuerdo a ello, se ejecuta lo que se quiere, lo que se proyecta.

¿COMO SE ORIENTA?:

 

La respuesta a este interrogante, se plasma a partir del desarrollo, de respuestas creativas, que contemplen la escucha, la información, el asesoramiento, siempre teniendo en cuenta, que cada orientado, es diferente, y que posee características únicas y singulares, con un estilo de vida peculiar.-La premisa, es comprender al otro, orientado como una persona de elecciones, de decisiones, libres hacia el futuro, y que estas características, le pertenecen. La Orientación, se basa en el proyecto de vida de una persona, más que lo referente, a la empleabilidad y el trabajo, ya que, el trabajo, es el acto de trasmitir, significado a la naturaleza, a partir del cual, en muchos casos, se organizan los proyectos de vida.

REVISITAR LAS ELECCIONES:

Volver a mirar, reencontrarse con un camino seleccionado, con anterioridad y detenerse en el trayecto, significa, revisitar las elecciones y no fracasar en un proyecto. Tomar, esta iniciativa permite aprender a equivocarse, sin temor a frustrarse y volver a empezar.

MIGRACIONES ESTUDIANTILES:

El lugar de mi  residencia, Provincia de Córdoba, Argentina, da cuenta, de un proceso migratorio, que supone el inicio, y el ingreso a la Universidad Nacional de Córdoba, y la Universidad Provincial de Córdoba,  dichas instituciones, tienen las características, de ser,  Pública, Laica y Gratuita.

Los procesos migratorios, generan importantes movilizaciones internas, en los estudiantes. La llegada a la nueva Ciudad, en los primeros tiempos, se vive, como espacio, de “no pertenencia” dado que no pertenece ya al mundo que deja, ni pertenece todavía, al mundo que llega[2].Los estudiantes, deben poder organizar , esos grandes espacios, y construir, simbólicamente, las formas de hacer, propias de los sujetos, que ya habitan, en esta ciudad. Los espacios sociales, como lugares simbólicos , van dando sentido de pertenencia, la universidad, la cual  es uno de esos espacios, entre otros a los que pertenecen, los jóvenes estudiantes.- Se trata entonces de generar una invitación a los estudiantes  y poder visibilizar esta oportunidad educativa de formación superior, que posibilitará, un proyecto de vida a futuro.

 

 

 

 

BIBILIOGRAFIA:

-Experiencia juvenil, la condición estudiantil en la universidad, (2011)Arango Gaviria

-La migración como quiebre vital, Ponencia I congreso argentino de Psicoanálisis 2001

-Revistas de Estudios Migratorios Nº 3, Instituto de Investigaciones Gino Germani.-

 

 

 

 

 



[1] Lic. Silvia Inés Carmona, Licenciada y Profesora en Psicopedagogía.- Jefe de Gabinete Psicopedagógico, Subsecretaría de educación, Ministerio de Educación de CÓRDOBA. Programa Orientación Vocacional ocupacional.- Docente de pedagogía, en el instituto superior, Domingo Faustino Sarmiento.- Capacitadora en la red provincial, docente de Córdoba, en temáticas, sobre violencia, educación sexual integral, y formación para la vida y el trabajo. Participa desde el año 2018, del proyecto, procesos de desarraigo, y de re-arraigo, en estudiantes universitarios. Aspectos vinculados, a la sustentabilidad, o al abandono del proyecto universitario. Secretaria de investigación, Universidad Católica de Córdoba. Equipo interdisciplinario F.H.A.R.O.S. capacitación docente, talleres de Orientación vocacional y procesos individuales.

 

[2] Grinberg,Grinberg,1984,p.20