lunes, 12 de abril de 2021

Pensar el (Sub)Desarrollo en América Latina. Pbro. Mcs. Luis Eduardo Martínez Bastardo.

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“Una visión antropológica del problema”

 


Resumen

Desde hace un poco más de un siglo en América latina el tema del Desarrollo ha sido concebido desde la óptica de un continente en desventaja, es así que no podemos negar la situación de pobreza que se presenta ante nosotros como un reto. El desarrollo de este lado del mundo está íntimamente unido al tema de la emancipación, de la subversión, del anticolonialismo y el antiimperialismo. No obstante, la cuestión económica ha sido la gran preocupación apartando de éste el asunto antropológico, humano. De eso se trata este trabajo de investigación, de poner frente al tema del desarrollo la dimensión antropológica como una importante condición para que el desarrollo sea considerado como tal. Haremos un recorrido en tres capítulos. El primero, sobre el desarrollo humano, el segundo sobre la intervención de las mujeres en los cambios económicos de este continente y el tercero se ha fundamentado en la relación de lo personal con lo social como expresiones contextuales concomitantes. La conclusión nos condujo a presentar la propuesta de desarrollo elaborada por el Papa Francisco, dándole a la economía y a la política una dimensión distinta, mucho más antropológica.

 

Palabras claves: Desarrollo, Economía, Antropología, Feminismo, Política.

 

Abstract

For a little more than a century in Latin America, the issue of Development has been conceived from the perspective of a disadvantaged continent. Thus, we cannot deny the situation of poverty that presents itself to us as a challenge. The development of this side of the world is closely linked to the theme of emancipation, subversion, anti-colonialism and anti-imperialism. However, the economic question has been the great concern, separating from it the anthropological, human issue. That is what this research work is about, to put the anthropological dimension in front of the development issue as an important condition for development to be considered as such. We will take a tour in three chapters. The first, on human development, the second on the intervention of women in the economic changes of this continent and the third has been based on the relationship of the personal with the social as concomitant contextual expressions. The conclusion led us to present the development proposal elaborated by Pope Francis, giving economics and politics a different dimension, much more anthropological.

 

Key words: Development, Economics, Anthropology, Feminism, Politics.

 

América Latina está viviendo una situación escasamente imaginable en presencia de una crisis financiera, económica y social de principios del milenio. Esta situación se debe a razones de distinta índole. Un cambio significativo de la estructura económica mundial, a partir del nuevo rol de China y de la India en la estructura de producción, inversión, consumo, exportaciones e importaciones globales, han vuelto a América Latina menos dependiente de los centros del capitalismo avanzado (Rosales y Kuwayama, 2007). Estos centros, guiados por principios neoliberales, atraviesan, desde 2008, una histórica crisis que está afectando la economía real (CEPAL, 2010).


Más allá del contexto, y con distintos grados y variaciones, han surgido nuevas políticas económicas de los gobiernos sudamericanos que también han tenido una gran repercusión en el comportamiento humano y social de los que viven en este lado del mundo. Han recorrido el continente políticas orientadas por principios de estímulo al crecimiento del producto, a la producción de manufacturas, al crecimiento del empleo, del empleo registrado y del empleo industrial.

            El análisis que vamos a procurar en este intento científico de aproximación al desarrollo latinoamericano está revestido del problema socioeconómico y de lucha de clases que se ha agudizado en estos últimos años dado que la política se ha convertido en la brújula que dirige la economía, sino que también procuraremos señalar algunas dimensiones que tocan lo antropológico, lo humano que en definitiva es lo que hace posible el funcionamiento de todos los sistemas. Por esta razón es que el punto de partida es el Desarrollo humano, y culminaremos con la propuesta del Papa Francisco para un desarrollo sustentable y profundamente humano que encontramos en su última carta encíclica “Fratelli Tutti”.

 

El desarrollo Humano

Muy probablemente la cuestión de la correlación entre desarrollo y desarrollo humano es donde actualmente existe un acuerdo más amplio a partir de la teoría de Sen (1979). La tesis más importante de este planteamiento, desde el punto de vista económico, es que el desarrollo (incluso en su dimensión de crecimiento y de aumento) tiene una asociación importante con la mejora de los indicadores educativos, de alimentación, de salud, de vivienda y servicios básicos, de seguridad social, y de igualdad étnica y de género. La educación es una buena noticia que se refleja en todos los ámbitos.

No solo se trata de un enfoque de inversión en “capital humano” y la demostración de sus altas tasas de retorno en términos individuales y sociales. Más bien, se trata de admitir e identificar que un aumento general de las capacidades de los individuos, y en particular de los miembros de los sectores sociales más desfavorecidos, redunda en un aumento general del desarrollo. La capacidad de educar genera libertad, seguridad que afecta positivamente el compromiso ciudadano, entendiendo este no desde el resentimiento sino desde la sociabilidad. Esta perspectiva convierte el debate democrático sobre la mejor fórmula de asignación de inversiones en capital físico, tecnología e infraestructura, por un lado, e inversiones en desarrollo humano, por otro, en una cuestión de extrema importancia en América Latina (Sen, 1998).

Los valores que conocemos y defendemos como son: desarrollo, identidad y justicia se han puesto convenientemente en contra de la estructura socioeconómica de bajo crecimiento, ruptura de la movilidad, aumento de la desigualdad y concentración de la riqueza que caracterizó a América Latina desde los 80 hasta principios de esta década, ha estado acompañada por valores de individualismo, codicia, enriquecimiento rápido y pérdida de valores de identidad cultural. Resultaron parte de un proceso de globalización y vinculación latinoamericana con el capitalismo global y financiero; con esta hegemonía cultural y se establecieron con relativa claridad los modos en que dichas culturas nacionales o populares se interrelacionaban con la cultura global (García Canclini, 1984).

Estos estudios mostraron también la importancia que tiene la identidad cultural y su articulación (en términos de ampliación de la comprensión del mundo global y de reconocimiento a la identidad de otras culturas) con la cultura global. También se identificó la importancia que tiene la difusión de éticas de solidaridad, justicia y corrección de las desigualdades como factor del desarrollo (Kliksberg, 2004).La cuestión consiste no solo en la consolidación de un capital cultural para la competitividad, sino en cómo la difusión de los valores del desarrollo (crecimiento, innovación, igualdad en términos de capacidades), la construcción de lazos de solidaridad y cooperación, la consolidación de identidades nacionales, culturales, territoriales y étnicas vinculadas al mundo global, y la promoción de la libertad se convierten en preferencias ciudadanas y de los actores socioeconómicos para el desarrollo (Boisier, 2005).

La cuestión remite a las acciones públicas, privadas y sociales en materia educativa, de formación de agentes socioeconómicos, de contenidos de los medios de comunicación, de la naturaleza de la producción cultural, y de contenido y forma del discurso político. Todas ellas, formadoras de valores y preferencias.

 

Economía, mujeres y género

Ciertamente en este momento el tema del género es un tema controversial. Se trata de una discusión que ha ido tomando cuerpo a pesar de su carente sustento filosófico. En la construcción de la ciencia económica, las mujeres y sus experiencias quedaron fuera de las fronteras de los intereses de los economistas y de la economía. Las inquietudes de la ciencia económica se han definido y abordado, sin considerar las disparidades entre hombres y mujeres. Por su parte, la participación femenina restringida en el ámbito de lo público, ha incidido a su vez para que las mujeres no sean agentes activas en las decisiones sobre política económica, debido a su relativa marginación de la esfera de las decisiones políticas y de los cargos en niveles gubernamentales.

El concepto de la racionalidad prevaleciente está sesgado por concepciones a priori de género; el agente representativo, racional e informado, que toma decisiones buscando maximizar su bienestar (utilidad), “no tendría” sexo, clase, edad o pertenencia étnica, y “estando fuera” de un contexto histórico, social y geográfico particular (Ferber y Nelson, 1993). Ello impide que se enfrenten adecuadamente desde el punto de vista económico, las restricciones particulares que enfrentan las mujeres en tanto agentes económicos y sociales. En general, cuando desde la disciplina económica, así como desde las políticas económicas se atiende a la equidad entre hombres y mujeres, se considera más bien como una problemática de carácter social y discutible en el contexto de la distribución de los frutos del crecimiento económico y sus beneficios.

Las motivaciones inducidas por valores tales como el altruismo, la empatía, la reciprocidad, la solidaridad, el cuidado del prójimo, quedan al margen de las decisiones de las personas, pese a que los seres humanos responden a una variedad de factores además del propio interés individual (Benería, 1999). La economía busca aportar evidencia empírica parcial que, leída en conjunto y acompañada de teoría, puede contribuir a entender la dinámica de fenómenos agregados complejos, como la evolución de la desigualdad en una gran región (Ciaschi, M., Galeano, L., y Gasparini, L., 2021). Al decir de Julie Nelson: “El homo economicus” no es una buena descripción de la mujer, pero tampoco es una buena descripción del hombre”.

 

Articulación de lo personal con lo social

Los modelos políticos y estilos de desarrollo dominantes se han tropezado con tremendos obstáculos para compatibilizar el desarrollo personal con el desarrollo social. Tanto las dinámicas del ejercicio del poder, como los efectos de ideologías excluyentes, tienden a disolver a las personas en arquetipos de masas, o a sacrificar a las masas por arquetipos del individuo. Una sociedad sana debe plantearse, como objetivo ineludible, el desarrollo conjunto de todas las personas y de toda la persona.

La articulación de la dimensión personal del desarrollo con su dimensión social puede lograrse a partir de niveles crecientes de auto dependencia. En el ámbito personal, la auto dependencia estimula la identidad propia, la capacidad creativa, la autoconfianza y la demanda de mayores espacios de libertad. En el plano social, la auto dependencia refuerza la capacidad para subsistir, la protección frente a las variables exógenas, la identidad cultural endógena y la con quista de mayores espacios de libertad colectiva. La necesaria combinación del plano personal con el plano social en un Desarrollo a Escala Human a obliga, pues, a estimular la auto dependencia en los diversos niveles: individual, grupal, local, regional y nacional.

El Estado deberá desempeñar un papel fundamental abriendo espacios de participación a distintos actores sociales, a fin de evitar que, a través de la reproducción de mecanismos de explotación y de coerción, se consoliden proyectos autónomos perversos que atenten contra la multiplicidad y diversidad que se pretende reforzar.

 

Si el desarrollo no incluye lo humano, no es desarrollo.

            A manera de conclusión quiero introducir un planteamiento que puede desencontrarse con este discurso positivista y estructuralista de la economía frente a la frescura de la propuesta humana. En la última Carta Encíclica del Papa Francisco que ha representado una importante y controversial propuesta en temas discutibles como la política y la economía, y cuyo título es “Fratelli Tutti”, la nueva humanidad a la que apunta el Papa solo será posible con una nueva educación, y en este caso vamos a relacionar con la visón integral del desarrollo en América, un tema que no está ausente en el documento papal.

El Papa Francisco a propósito del diálogo dice que puede confundirse con un febril intercambio de opiniones en las redes sociales, muchas veces orientado por información mediática no siempre confiable. Son sólo monólogos que proceden paralelos, quizás imponiéndose a la atención de los demás por sus tonos altos o agresivos. Pero los monólogos no comprometen a nadie, hasta el punto de que sus contenidos frecuentemente son oportunistas y contradictorios; descalificar rápidamente al adversario, aplicándole epítetos humillantes, en lugar de enfrentar un diálogo abierto y respetuoso, donde se busque alcanzar una síntesis superadora. (Francisco, 2020).

            Una educación dialógica no es solo aquella que se empapa del método filosófico socrático, con el cual el diálogo se convierte en la fuente para alcanzar el conocimiento o la verdad, la educación dialógica es la que hará que se formen los futuros héroes del mundo, los que romperán la lógica enfermiza de la descalificación. Una educación para el diálogo es una educación para propiciar el encuentro. Esta ha sido una idea fundamental en el magisterio del Papa Francisco. Para propiciar la cultura del encuentro debe haber una disposición que alimenta la capacidad de comprender el sentido de lo que el otro dice y hace, aunque uno no pueda asumirlo como una convicción propia.

            Una definición importante es también en el contexto del desarrollo, la cultura del encuentro.  Es un estilo de vida tendiente a conformar ese poliedro que tiene muchas facetas, muchísimos lados, pero todos formando una unidad cargada de matices, ya que el todo es superior a la parte. (Francisco 2020). La persona humana es concebida al centro de todo acto social y es reconocida en su esencia y en sus diferencias. El auténtico desarrollo y dialogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro aceptando la posibilidad de que encierre algunas convicciones o intereses legítimos. El otro es una condición externa de mí que habla de mí; me recuerda los derechos que tengo ante los demás y los derechos del alter ante mí. Para que haya un verdadero diálogo yo debo aceptar la presencia de alguien distinto que tiene sus propios interesas.

 

Referencias

 

CEPAL (2010), Estudio económico de América Latina y el Caribe 2009-2010, Santiago, CEPAL.

 

Rosales, Osvaldo y Kuwayama, Mikio (2007), “América Latina y China e India: hacia una nueva alianza de comercio e inversión”, Santiago, CEPAL (Serie Comercio Internacional; Nº 81).

 

Sen, Amartya (1979), “Equality of What?”, en The Tanner Lecture on Human Values, Los Angeles, Stanford University.

 

__________ (1998), “Teoría del desarrollo a principios del siglo XXI”, en El desarrollo económico y social en los umbrales del siglo XXI, L. Emmerij y J. Núñez del Arco (comps.), Washington, BID.

 

García Canclini, Néstor (1991), “Gramsci con Bourdieu: hegemonía, consumo y nuevas formas de organización popular”, en Nueva Sociedad, Nº 71, Buenos Aires, marzo-abril.

 

Kliksberg, Bernardo (2004), Más ética, más desarrollo, Buenos Aires, Temas Grupo Editorial.

 

Boisier, Sergio (2005), “Un ensayo epistemológico y axiológico sobre gestión del desarrollo territorial: conocimiento y valores”, en Imágenes en el espejo: aportes a la discusión sobre crecimiento y desarrollo territorial, Sergio Boisier, Buenos Aires, Editorial Puerto de Palos.

 

Benería, Lourdes (1999) “Globalization, Gender and The Davos Man”. Feminist Economics, Volume 5, Number 3 November 1999, pages 61 – 83

 

Ferber, Marianne A. and Julie A. Nelson. “Beyond Economic Man: Feminist Theory and Economics”. Chicago: University of Chicago Press, 1993.

 

Santo Padre, Francisco (2020) Carta Encíclica Fratelli Tutti. Editrice Vaticana.

 

Max-Neef, M., Elizalde, A., Hopenhayn, M. (1986). Desarrollo a Escala Humana: una opción para el futuro.  Development Dialogue. Número Especial. Cepaur. Fundación Dag Hammarskjold. Chile. Disponible en: https://www.max-neef.cl/descargas/Max_Neef-Desarrollo_a_escala_humana.pdf

 

Ciaschi, M., Galeano, L., y Gasparini, L., (2021). Estructura productiva y desigualdad salarial: evidencia para América Latina. Disponibles en file:///C:/Users/Luis%20Eduardo/Downloads/document.pdf

 

 

(*) Pbro. Msc. Luis E. Martínez B. sacerdote miembro del presbiterio diocesano de Maracay que presta sus servicios en la Arquidiócesis de Valencia. Es candidato al Doctorado en Educación de la Universidad de Carabobo y párroco de Jesús Buen Pastor en la Urb. Los Caobos en Valencia