viernes, 17 de marzo de 2017

ESTRATEGIAS DE ORIENTACIÓN Y APOYO A LAS TRAYECTORIAS DE LOS ESTUDIANTES EN LA UDELAR



Prof. Agda. Lic. Carina Santiviago,
Prof. Adj. Alejandro Bouzó
Prof. Asist. Virginia Rubio.
Prof Adj Aldo Mosca.
Asist Sofia Ramos.
Universidad de la República - Uruguay
progresa@cse.edu.uy

Tema 3: Enfoques Modelos y Estrategias de la Orientación Vocacional/profesional y Socio-Ocupacional.

Introducción
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2012), afirma que la formación terciaria de un país es muestra de su capacidad vinculada al desarrollo y mantenimiento de una fuerza de trabajo que cuente con cierta especialización y avance en sus conocimientos, capacidades y habilidades. En este sentido, la Educación Superior (ES) resulta tanto condición, como indicador del nivel de desarrollo de un país. Por lo tanto, en la medida que se incrementen las tasas de escolaridad habrá mayores oportunidades de desarrollo. Tal como plantea la OCDE (2007).

Una población educada y bien capacitada es esencial para el bienestar social y económico de los países y los individuos. La educación juega un papel central en proveer a los individuos con el conocimiento, las habilidades y competencias necesarias para participar efectivamente en la sociedad y en la economía. (p. 26)

A su vez, Arocena (2006) considera que la producción de conocimiento debe estar ligada a la búsqueda de la resolución de las problemáticas que aquejan a los países y su gente. De lo contrario se infiere que bajos niveles educativas de la población tienen como consecuencia el desarrollo limitado de la tecnología y el avance en la producción de conocimiento, lo cual impacta en el desempleo y la pobreza perpetuando condiciones de miseria y exclusión. Promover el incremento en las tasas de titulación de la ES redunda por lo tanto en cambios positivos individuales y sociales. Es por esto que favorecer las trayectorias educativas de los estudiantes de ES, es decir, el acceso, la permanencia y el egreso, resultan aspectos prioritarios en las políticas educativas.

En este trabajo se presenta la propuesta del Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa) de la Universidad de la República (Udelar) en Uruguay. Programa que tiene como finalidad potenciar las trayectorias estudiantiles en la Universidad para la construcción de trayectorias completas, teniendo en cuenta el papel central del conocimiento en el desarrollo del país, y los cambios en el contexto principalmente el importante incremento en la matrícula estudiantil y el elevado índice de desvinculación.

            Dicho Programa tiene como líneas de intervención; Orientar y formar en el trabajo en tutorías entre estudiantes. Orientación y apoyo de los estudiantes en relación a la vida universitaria, interfase entre Educación Media y Educación Superior, el trabajo con estudiantes beneficiarios de becas estudiantiles, etc. Trabajar con la información y elaboración de dispositivos que garanticen la democratización de la enseñanza superior.

La Educación Superior en el contexto actual.

Desde el año 2005 la educación se ha planteado como un aspecto central para el desarrollo del Uruguay. Este año constituye un hito significativo en la historia reciente del país, con el triunfo del Frente Amplio, asumiendo por primera vez en la historia un gobierno de izquierda. El mismo tiene como una de sus prioridades - a partir de que asume el primer período de ejercicio - el incremento presupuestal en la educación, que entre el 2004 y el 2010 llega a aumentar un 85,5%. Actualmente en 2017 hay un compromiso de llegar al final del período de gobierno en el 2020 a un presupuesto del 6% del PBI para todos los sectores de la Educación.

En este marco de incremento presupuestal, la “Udelar” ,desarrolla una serie de políticas y estrategias tendientes a mejorar la calidad de la ES a nivel público en el país y democratizar el acceso, diversificando y ampliando su oferta tanto en Montevideo como en el Interior del país, principalmente a través de lo que se dio en llamar la Segunda Reforma Universitaria. La misma, tiene como eje principal la generalización de la enseñanza avanzada, a través de diversos pilares entre los cuales se destacan: la diversificación de la oferta educativa, la curricularización de la extensión, la incorporación de la investigación a la formación de grado, y la renovación de la enseñanza, que coloca al estudiante como protagonista de su propio  proceso de formación (Udelar, 2011).

A partir de este proceso, en la Udelar, se produjo un fuerte incremento en la matrícula. Este incremento se da principalmente por el acceso de estudiantes provenientes de sectores en desventaja socioeconómica. Dentro de los datos más significativos que arroja el último censo de estudiantes universitarios se destacan que; un 60 %  de los mismos trabaja más de 30 horas semanales y aproximadamente el 54% de los estudiantes  de la Udelar son primera generación de universitarios en su familia, lo que significa que ninguno de sus padres son o fueron estudiantes del nivel terciario (DGP, 2013) Esta situación, además de los impactos cuantitativos en el número de estudiantes, también involucra la dimensión cualitativa de la diversidad estudiantil y de las trayectorias. La realidad actual en la que ingresan más estudiantes de diferentes procedencias, enclaves territoriales y nivel académico, exige a esta casa de estudios buscar opciones diferentes para sus estudiantes, que les posibilite transitar sus procesos de aprendizaje exitosamente.

En el Uruguay la ES se caracteriza, según la tipología realizada por  la UNESCO en el año 2003, (UNESCO 2003) como, de acceso universal ya que se matricula más del 35% del grupo de edad correspondiente.
Paralelamente la titulación en la Udelar corresponde a un 33%, dato que en sí mismo pareciera no ser alarmante si bien es mejorable, el principal problema es que dentro de los que se titulan, también se observa un patrón de clase donde es mayor el porcentaje  de  estudiantes en situación de desventaja socio económica que no llegan a titularse o bien se rezagan a la hora de obtener su titulación. Esta situación pone en evidencia la paradoja de una aparente igualdad en el acceso que esconde una desigualdad a la hora de transitar, permanecer y egresar de la Universidad (Rey, 2015) Esta paradoja se expresa claramente en el concepto de inclusión excluyente que propone Ezcurra (2011) donde explica que si bien el acceso se ha visto incrementado por el ingreso de estudiantes pertenecientes a sectores desfavorecidos, son estos estudiantes los que tiene menos posibilidades de permanecer y egresar.

Los impactos por esta situación se producen  en diversos planos: En el plano económico implica la planificación y la distribución de los recursos  con  base en  un número de estudiantes que están insertos por un breve periodo de tiempo; En el plano institucional impacta en la propuesta organizacional y curricular en el mismo sentido que el anterior; En el plano individual por el consecuente quiebre en el proyecto educativo, en el que el ingreso a la UdelaR representa un logro, que no se sostendrá en el tiempo.

El planteo de esta problemática así como sus posibles soluciones se realiza desde una concepción que sostiene que la ES es un derecho que tanto  la institución y el estado deben garantizar, no ya a una pequeña élite privilegiada, sino en clave de derecho universal. En este marco se define el papel de la universidad en el desarrollo social, una formulación teórica sobre las trayectorias educativas y su relación con el capital cultural y la permanencia. La democratización de la ES no es solo el derecho a ingresar a la Universidad, sino el derecho a permanecer, aprender y egresar de la misma. De este posicionamiento se desprende la necesidad de asumir la centralidad de la responsabilidad institucional respecto a garantizar las condiciones no solo de acceso sino de permanencia y egreso de los estudiantes a través de un programa de orientación y apoyo a las trayectorias estudiantiles que posibilite el cumplimiento de este objetivo.

Al hablar de permanencia Tinto (1989), confirma su carácter socialmente condicionado, donde los estudiantes que se encuentran en desventaja social tienen mayores posibilidades de abandonar sus estudios universitarios. Conceptualiza el proceso de permanencia en la educación superior como una función del nivel de adecuación entre los estudiantes y la institución, producto de la adquisición de las experiencias académicas y sociales. Se encuentra asociada con las percepciones de pertenencia y compatibilidad, con las características socioeconómicas de los estudiantes, la relación con sus compañeros y con los niveles de participación y compromiso con diversos espacios de interacción extra-académicos dentro de la institución de educación superior.

En esta línea, Coulon (1997) plantea como factores decisivos en la permanencia, el logro de cierto grado de integración social y académica, refiriendo entre otros aspectos, al desempeño del estudiante, el compromiso con sus estudios, la identificación de mecanismos de ayuda o apoyo académico, del entorno institucional, y de la relación con los docentes y el resto del demos universitario.

Por otra parte, Bourdieu y Passeron (2009), definen como central en términos de permanencia, una nueva categoría a adquirir y conservar del estudiante en el marco del tránsito entre instituciones educativas de distinto nivel que denominan. “el oficio del alumno u oficio del estudiante”. En tanto logren construir esta nueva identidad, mayores posibilidades de permanecer en la institución.

A su vez es necesario incluir dos conceptos que pueden aportar mayores elementos de análisis, el capital cultural (Bourdieu, 1997) y las trayectorias educativas (Terigi, 2009). 

Investigaciones como la de Berger (2000) plantean que el capital cultural ocupa un rol fundamental en el logro de trayectorias completas en los estudiantes y por tanto en la permanencia o el abandono de la Universidad. (Berger en Ezcurra, 2011)

Capital cultural es un concepto desarrollado por Pierre Bourdieu, concepto que surge por la comprobación empírica de que las carencias económicas son causa insuficiente para explicar las dificultades en las trayectorias educativas de niños procedentes de las clases sociales bajas. El capital cultural tiene una lógica de trasmisión poderosa. La incorporación del capital cultural y el tiempo dedicado y necesario para la misma, depende del punto de partida del capital cultural acumulado de la familia. La existencia de libros, cuadros, arte, bienes culturales en general, forma parte, por su sola presencia, es parte del capital que será incorporado de forma más o menos automática por solo estar ahí y por estar ahí ejerce también un efecto educativo directo.

El capital cultural se va adquiriendo a lo largo del tiempo y es en este sentido que está íntimamente ligado a lo educativo. Es un concepto clave para comprender cómo las instituciones educativas, a través de mecanismos tan complejos como sutiles, producen y reproducen las condiciones sociales favoreciendo el mantenimiento del status quo.

Los niños y jóvenes provenientes de familias con determinado capital cultural brindan pautas que les permite moverse con familiaridad en las instituciones educativas, lo cual constituye una de las bases para una trayectoria exitosa. En este sentido permite dar cuenta de la diferencia que existe en términos de desvinculación universitaria en  Uruguay entre estudiantes provenientes de hogares en situación de vulnerabilidad y primera generación en su familia, que cuentan con un capital cultural bajo, respecto a la cultura académica predominante, de aquellos que llegan ya con capital cultural acumulado.

Como se expresa anteriormente hoy los jóvenes provenientes de sectores vulnerables de la sociedad llegan a la Udelar, pero precisamente por diferentes causas no logran  en muchos casos trayectorias completas. Gran paradoja que hay que deconstruir ya que no se trata de que no lleguen sino de que no lo hagan para naufragar al poco tiempo.

Con  base en los planteos y conceptos desarrollados por Bourdieu, podemos comprender mejor la relación existente entre el capital cultural y el éxito , en la trayectoria de los estudiantes. Esto transforma una desventaja social, en una desventaja personal, y la ventaja social en aptitudes personales, marcando con cierto estigma a los estudiantes que llegan a la ES desde contextos sociales vulnerables e incidiendo en sus posibilidades de sostener su proyecto. Así, el capital cultural se erige como uno de los factores claves en lo que respecto a los resultados y a los tránsitos posibles de las sujetos por las instituciones y sus trayectorias educativas y un factor de peso a la hora de diseñar e implementar programas de apoyo a la permanencia. Este posicionamiento lleva a cuestionar el proceso de la democratización de la Udelar tanto en términos conceptuales, si se basa exclusivamente en el ingreso estudiantil, como en términos prácticos que nos enfrenta a la necesidad de transformarlo en un verdadero proceso democratizador para lo cual resulta fundamental contar con un programa eficiente que aporte a este objetivo. 

En cuanto a las trayectorias educativas, Terigi (2009) encuentra que conviven dos clases de trayectorias, y las denomina como: trayectorias encauzadas y trayectorias no encauzadas. Las primeras hacen referencia a itinerarios frecuentes que se aproximan y coinciden con las trayectorias teóricas marcadas en el currículo. Mientras que las segundas remiten a itinerarios que no siguen ese cauce, muchos sujetos llevan adelante su escolarización de modos variables y heterogéneos a las cuales denomina trayectorias reales. Según DINIECE -UNICEF (2004), son varios y complejos los factores que inciden en los diferentes modos de transitar la experiencia escolar, los cuales no implican necesariamente recorridos lineales y establecidos por el sistema educativo.

Terigi (2009) advierte que la centralidad de la trayectoria teórica invisibiliza aspectos relevantes de las trayectorias reales, cuyo mejor conocimiento y atención podrían aumentar las capacidades de las políticas y de las instituciones para la inclusión educativa, asegurando que los sujetos realicen trayectorias escolares continuas y completas. En este sentido, Borzese y García (2009), plantean que resulta interesante poder contemplar diferentes contextos de aprendizaje, no solo escolares, sino también extraescolares, en el entendido de que estos últimos enriquecen y potencian las posibilidades de inclusión en los espacios formales. Dichos autores consideran que hay que cuidar la construcción de contextos de aprendizaje que no se limitan al proceso de escolarización, como los espacios de producción creativa, la práctica deportiva y/o la acción solidaria, etc, ya que muchas veces funcionan de manera complementaria con el sistema educativo, enriqueciendo las experiencia de aprendizaje y como consecuencia las posibilidades de inclusión educativa.

Diversas investigaciones sobre acceso y permanencia, se han centrado en diferentes aspectos que inciden en este tema entre las que se ubican aquellas que focalizan en la responsabilidad individual y el nivel alcanzado por los estudiantes, las que se centran en aspectos institucionales y aquellas que resaltan la dimensión social en este proceso. Como hemos mencionado, democratizar el acceso requiere de ir acompañado de políticas de apoyo a la permanencia, por lo que resulta pertinente comprender que cada una de las aproximaciones a ésta problemática promoverá un determinado tipo de estrategia de apoyo y orientación estudiantil a la permanencia que focalizará en uno u otro factor y que se torna importante visualizar.

Por lo tanto, el modelo de responsabilidad institucional suma al de responsabilidad individual, los factores intra académicos. Incluye el qué, cómo y cuánto , hace la institución por sus estudiantes en varios puntos como la infraestructura los materiales, el equipamiento administrativo, el equipamiento pedagógico, la praxis docente y la producción científica entre otros. Considera que la institución y sus características, constituyen el factor primordial y decisivo de influencia en relación a la permanencia. Más concretamente se hace énfasis en la vida cotidiana como el núcleo del modelo institucional y por tanto en todos los involucrados alrededor de la misma, especialmente el colectivo docente, que es aquel que en general se deja de lado. La institución como responsable de asegurar que los estudiantes tengan la oportunidad y la posibilidad de desarrollar los conocimientos y las habilidades suficientes requeridas por la misma. Es decir la institución es una de las principales responsables del “éxito o fracaso” estudiantil.
Es una perspectiva opuesta al tan conocido “hundirse o nadar” que en forma implícita o explícita en la academia se le atribuye a la responsabilidad y capacidad del estudiante.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       
Por otra parte, es pertinente aclarar que existen diversas nomenclaturas para definir el mismo fenómeno (permanencia, desvinculación, trayectorias) y cada una de ellas implica distintos posicionamientos así como el sustento en diferentes perspectivas como la psicológica, la sociológica o la económica por nombrar alguna de ellas. En el presente trabajo  tomaremos como referencia el término desvinculación, para nombrar el alejamiento de los estudiantes de la Institución educativa por causas múltiples, que como el propio nombre lo indica, sitúa el conflicto en el plano vincular incluyendo otras dimensiones además de las subjetivas. 

En Uruguay, son diversas las conceptualizaciones y conocimientos generados en esta temática, principalmente vinculada a los factores que motivan la desvinculación de los estudios y la institución. Se puede mencionar la investigación llevada a cabo por la Comisión Sectorial de Enseñanza con autores como Diconca (2011), quien estudia la desvinculación en el tramo inicial, al comienzo de la carrera y separa los motivos en sociales - personales y estratégicos - institucionales. Concluyendo que la incompatibilidad entre el estudio y el trabajo, la dificultad con los horarios de clase establecido y el sistema de evaluación, representan los principales factores por los que los noveles estudiantes dejan sus estudios universitarios. Por otra parte Fernández (2010) y Boado (2004) investigan la desvinculación en la Udelar y centran sus conclusiones fundamentalmente respecto a la formación previa y el impacto en el rendimiento académico actual. Fernández (2010) considera que la desvinculación es una decisión y la relaciona con “un estado social en la medida que ubica al sujeto, en el extremo negativo del eje de la integración al sistema educativo” (Fernández, 2010, p. 7).

Estrategias de orientación en la universidad: La experiencia del Programa de Respaldo al Aprendizaje (PROGRESA).


Teniendo como referencia las investigaciones mencionadas (Ezcurra, 2011; Terigi, 2009) y la experiencia desarrollada por la Udelar, se toma el modelo de responsabilidad institucional para desde allí analizar y explicar el fenómeno de la permanencia y la implementación de estrategias de apoyo estudiantil. Es desde esta perspectiva que el PROGRESA configura su estrategia de intervención como dispositivo universitario. Partiendo del mismo, se presentan los principales factores a tener en cuenta con relación a posibles medidas que aporten a la permanencia y posibiliten fortalecer las trayectorias de los estudiantes en la Universidad.


En este sentido se destacan tres ejes a considerar que engloban diferentes dimensiones:

-       El trabajo previo al ingreso a la Universidad: dentro del cual se destaca la orientación vocacional y el acercamiento a la universidad, tanto a su estructura como a sus actores.
-       La formación docente dirigida principalmente a construir herramientas adecuadas para los nuevos contextos y poblaciones estudiantiles que tendrá un impacto en la formación de nuevas identidades docentes.
-       Nuevas modalidades de enseñanza. Metodologías y ambientes de aprendizaje cooperativo que coloquen al estudiante como participante activo de las mismas, involucrando la diversidad estudiantil, como factor potenciador de los aprendizajes.

·    Estrategias de orientación al pre ingreso.

Particularmente las referidas a la elección vocacional, donde el estudio aporta sustantivamente a la construcción del proyecto de vida. Dispositivos de información, que permitan el trabajo con la oferta educativa y dentro de la propia la institución futura que favorezcan elecciones asertivas, así como las tutorías de interfase entre las instituciones de educación media superior y la Universidad (Durán, et. al. 2013).

·    Orientación y respaldo en el primer año.
A raíz de los altos índices de desvinculación que se concentran en el primer año de ingreso a la Universidad, este, es considerado como año crítico. Son diversas las universidades que atienden especialmente este tramo y múltiples las investigaciones y conferencias internacionales que focalizan en el mismo. En este sentido, fortalecer el diseño de acciones de respaldo y orientación para el primer año resulta clave apuntando al fortalecimiento de los vínculos tanto entre pares, con los docentes, el conocimiento de la nueva cultura institucional y dentro de ella las diferentes estructuras que existen de apoyo para puedan ser efectivamente utilizadas.





·    Las dificultades académicas de los estudiantes.
·     
·    Las dificultades académicas son un factor de peso que afecta especialmente a los estudiantes en desventaja, lo cual abona la hipótesis del carácter educativo de la desvinculación en la ES (Tinto,1997). Es evidente en este punto también la incidencia del sector social ya que las poblaciones en desventaja suelen concurrir a instituciones de menor calidad de la que acceden los sectores favorecidos.

·    El desfasaje entre el estudiante real y el estudiante esperado.

Este punto se relaciona fuertemente con el capital cultural, en este caso el esperado por parte de la institución. Una de las consecuencias más relevantes de la disparidad entre el estudiante que se espera y el que llega, es que las propuestas tanto académicas como de vida universitaria, se organizan en función del primero. De ahí la necesidad de trabajar con todos los involucrados en especial con el colectivo docente. 

·    La participación estudiantil
La participación o implicación de los estudiantes en las propuestas a desarrollarse o mejor dicho en su propio proyecto formativo, es un condicionante de primer orden en clave de permanencia y egreso.

·    La autopercepciòn de los estudiantes

Ocupa un lugar relevante en la construcción de un proyecto a futuro. También acá se evidencian mayores dificultades en los estudiantes de segmentos desfavorecidos que en general tienen menos confianza, lo cual está relacionado con el capital cultural que poseen y cómo usarlo para enfrentarse a la nueva cultura institucional que les es desconocida.

·    Los vínculos entre de los actores del demos universitario.

La pertenencia institucional y la construcción de la nueva identidad de universitario tiene como uno de sus principales soportes la posibilidad de identificarse, de empatizar con el entorno y sus actores. En este sentido es especialmente relevante fortalecer el vínculo entre los propios estudiantes a través de dispositivos institucionales que así lo promuevan como las tutorías entre pares. Por lo tanto, favorecer el relacionamiento con los docentes implica tanto la instalación de los ambientes adecuados, como la formación de los mismos, no ya como transmisores de conocimiento sino más bien como facilitadores del mismo.

·     Nuevas modalidades de enseñanza.

Los cambios acontecidos en la Universidad, en particular los referidos a la masividad de las clases y a las características heterogéneas de los estudiantes, necesitan se los acompañe con nuevas modalidades de enseñanza que se ajusten a los mismos. Entre ellas resultan particularmente significativas, las metodologías de trabajo cooperativo que toman a la heterogeneidad de estudiantes y el acompañamiento docente, como potenciadores de la interacción y las habilidades sociales, favoreciendo una participación activa en los procesos de aprendizaje de los estudiantes implicados. (Santiviago, C. y col, 2015)
·    El trabajo en red.

A partir de la existencia de un número importante y diversificado de estructuras que se han creado o fortalecido en los últimos años, se vuelve muy necesaria la articulación entre aquellas exclusivamente universitarias con todas las demás involucradas, desde diferentes ángulos en las políticas públicas y dentro de ellas las educativas. Los programas deben apuntar a un verdadero trabajo interinstitucional que realmente genere las condiciones de posibilidad para el pleno cumplimiento del derecho a la educación.

Fundamentos de la existencia de Programas de apoyo a la permanencia en la ES

Basada en la descripción de las fortalezas y debilidades contingentes al desarrollo de las trayectorias educativas de los estudiantes, Ezcurra (2011) analiza lo que define como innovaciones periféricas, políticas y programas que al  buscar hacer frente a la necesidad de permanencia y egreso de los estudiantes, no logran dar una respuesta asertiva como lo demuestran los datos de desvinculación. Considera que se debe en primer lugar a que estos programas en general están destinados en exclusividad a los estudiantes, centrado en ellos la razón del “fracaso” sin involucrar a los demás actores del demos universitario, en particular, por la relevancia que tiene, el colectivo docente. Tinto (1997) considera imperioso introducir en las medidas tendientes a fortalecer la permanencia, aquellos modelos que incluyen al aula y a los docentes. Dentro de ella se destaca como prácticas eficaces aquellas que promueven la participación estudiantil y las metodologías colaborativas. Colocando así a las IES con un rol central en la construcción de las trayectorias estudiantiles tanto las encauzadas como las no encauzadas
En segundo lugar, las políticas focalizadas hacia los estudiantes con problemas, fortalecen el modelo individual, responsabilizando y estigmatizando a los mismos. Sea por necesidades económicas, psicológicas o académicas. Se deben desarrollar acciones dirigidas a todos los estudiantes independientemente de su condición. Proponiendo un modelo que lleve a reconocer  la responsabilidad institucional como clave de cambio de las tendencias estructurales de exclusión de buena parte de las nuevas generaciones de universitarios.
En tercer lugar y en relación al primer punto, las medidas propuestas no tiene vinculación con los cursos regulares y no integran el “currículum oculto”, las habilidades de aprendizaje, saber estudiar y saber aprender. Se torna fundamental diseñar  propuestas de enseñanza que posibiliten al estudiante un rol activo, preparando al estudiante para un aprendizaje autónomo, promoviendo situaciones y estrategias de aprendizaje que permitan una aplicación eficiente por parte de éste.
Por último los cambios que se proponen además de constituirse en periféricos respecto al objetivo central, buscan que el estudiante se adapte a las medidas y no al revés. En tal sentido, un programa que busque desarrollar acciones de respaldo y orientación, debe conocer y diseñar acciones adaptadas a la diversidad de estudiantes. Es la institución la que debe modificarse sin perder su identidad, para albergar exitosamente a los nuevos contingentes poblacionales, tanto cuantitativa como cualitativamente.

Consideraciones finales

El conocimiento instalado en la actualidad como clave para el desarrollo de las naciones,  ubica a las universidades en un papel central que trae consigo diversos tipos de cambios en la ES, como la diversificación de las carreras, el incremento de IES y un aumento significativo en la matrícula.

Este último aspecto, se puede considerar un avance respecto al proceso de democratización del conocimiento, no solo desde una perspectiva cuantitativa, sino fundamentalmente cualitativa, porque los nuevos contingentes de estudiantes provienen de sectores que anteriormente no accedían a la universidad. El pleno cumplimiento del derecho a la Educación Superior, sin embargo, implica no solo el acceso sino el logro de   los aprendizajes esperados; esto exige formas de organización institucional y de trabajo pedagógico que lo garanticen (Terigi, 2009), lo cual aún es una utopía en la gran mayoría de los países de Latinoamérica en general y en Uruguay en particular. Principalmente debido a que el incremento en el número de estudiantes, viene acompañado de un porcentaje muy importante de estudiantes que se desvinculan de sus instituciones y esta desvinculación sigue un patrón de clase. Es decir que afecta a aquellos estudiantes que provienen de los sectores en desventaja social, lo que ha llevado a las instituciones a adoptar medidas que reviertan esta situación apuntando al fortalecimiento de las trayectorias educativas de cara a la permanencia y el egreso.

Las políticas y los programas hasta ahora instrumentados no han arrojado los aportes esperados en clave de inclusión y permanencia, una de cuyas explicaciones más fundamentadas se vincula con la constatación que hasta el momento, se han realizado innovaciones periféricas (Ezcurra, 2011), reproduciendo las condiciones de clase. Se torna imprescindible afinar la perspectiva de inclusión apuntado a una verdadero cambio que así lo promueva diferenciando lo que pueden ser medidas remediales o paliativas, que por el contrario diluye el conflicto y por lo tanto las posibles soluciones, de aquellas realmente transformadoras.

Este cambio puede asociarse dentro de algunos de los factores  que influyen el desarrollo de la Orientación en América Latina, tal como lo plantea Martín, Lauterbach & Carey, (2014). principalmente dentro del factor denominado características del sistema de educación pública, dado que la identificación de las particularidades del sistema influyen en el desarrollo de la Orientación  educativa y la práctica en ese país.

En el caso de la Universidad de la República la correlación entre el elevado número de estudiantes que ingresan y el que se desvincula, ha tenido importantes impactos, particularmente si se tiene en cuenta que la casi totalidad de los estudiantes de Enseñanza Media Superior ingresa a la educación terciaria y es la Udelar quien absorbe la gran mayoría de estos estudiantes. En el plano económico, la Udelar se prepara y planifica para un conjunto de estudiantes, que ya en los primeros meses no van a estar, lo cual implica un gasto inadecuado, de los ya escasos recursos con los que cuenta, referidos a la infraestructura pertinente, los materiales y recursos bibliográficos, los recursos docentes y la organización institucional en general. Asimismo, es un deber con la sociedad toda,  quien financia la educación pública y no se logra por tanto optimizar los recursos que en ella invierte.

Con relación al proyecto país, se comparte con Arocena y Sutz (2001) que la Universidad pública deben concebirse como la palanca fundamental con que cuentan países subdesarrollados como Uruguay, para acceder a la llamada sociedad del conocimiento y alcanzar un desarrollo integral. Es en esta dimensión donde la Universidad asoma como la única institución capaz de producir, articular y coordinar las distintas iniciativas para afrontar tamaño desafío, y buscar reducir las desigualdades sociales, las cuales tienden a reproducirse en el ámbito educativo.

Bibliografía

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LOS ADOLESCENTES, EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ELECCIÓN DE PROYECTOS DE VIDA


                 


Elina Goñi, Miguel Carbajal y Gianella Solochiello[1].
Resumen

Los adolescentes del Uruguay se ven enfrentados muy tempranamente a elegir áreas de interés (Bachilleratos) que los conducirán a una carrera o grupo de ellas. Aquellos que continúan la educación secundaria, suman a los conflictos propios de su etapa, la obligatoriedad de elegir, las expectativas familiares y la carencia de información. Frente a esto, la tarea de los orientadores es acompañarlos, ayudarlos a pensar y a verbalizar, y trabajar también con las familias.

Palabras Claves: sistema educativo, elecciones vocacionales, proyectos de vida

Abstract

The present paper intends to share with colleagues in the region how the teenagers of Uruguay are positioned in reference to the construction of their vocational / occupational projects. It will basically refer to teenagers in Montevideo, the capital of the country, which includes half the population of Uruguay. The reality of young people inside the country is different and heterogeneous, depending on the region or town where they live and their social and economic situation. They must chose an area of interest when they are too young, so not only they have to deal with typical problems of teenagers, but also with lack of information, family expectations and fear of failing. To face this situation, it is necessary to work with teenagers and their families regarding this issue, talking about their fears and expectations and providing basic information. 

Introducción

El objetivo del presente trabajo es compartir con colegas de la región cómo se posicionan los adolescentes del Uruguay en referencia a la construcción de sus proyectos vocacionales/ocupacionales. Se trabajará básicamente sobre los jóvenes de Montevideo, capital del país, que es el departamento que condensa la mitad de la población del Uruguay. La realidad de jóvenes del interior es diferente y heterogénea, según el departamento o poblado de que se trata.
Actualmente en Uruguay la mayoría de los jóvenes del interior que eligen seguir una carrera universitaria, se ven obligados a trasladarse a Montevideo, ya que es donde se concentra la mayor oferta educativa, esto genera en los jóvenes emociones ligadas al duelo provocado por la migración, situación que atraviesa el tránsito educativo y su proyecto de vida. (Solochiello, Rodríguez &  Isasa, 2016).

Antecedentes
La educación secundaria es obligatoria en nuestro país desde 2009 (Ley 18437) desde 1º a 6to año en el sistema Secundario o en la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). Esta tiene una oferta de Bachilleratos que ofrecen una formación técnico-profesional que requiere habilidades específicas.
Los primeros 3 años son el ciclo básico de secundaria, con una formación general dividida en asignaturas básicas, como matemáticas, biología, idioma español, inglés, historia, entre otras. Esta propuesta es la misma para todos los jóvenes. La educación privada incorpora una oferta que contempla más horas y variedad en idiomas, como también educación física y deportes, pero en lo académico la oferta se iguala.
A partir de este momento existe la posibilidad de continuar los estudios en los Bachilleratos Tecnológicos (UTU), o seguir en el sistema de la Educación Secundaria en los Bachilleratos Diversificados. (B.D.) También la educación privada ofrece ambas opciones.

En este pasaje de 3ro a 4to o a la educación técnica es donde se produce el mayor abandono de los estudios “(...) de cada 100 jóvenes que fueron ingresando año a año al sistema educativo, solo 71 consiguieron culminar la Educación Media Básica y apenas 39 completaron la Educación Media Superior, ubicando al país con la tasa más alta de abandono en América Latina.” (González, 2016). Esto aplica fundamentalmente a las poblaciones más vulnerables.  Sobre este tema existen una serie de estudios (Gavilán, 2012; Carbajal, 2003, González, 2016),  y todos coinciden en señalar  la multicausalidad, en Uruguay se pueden destacar:

-menor cantidad de propuestas para jóvenes del interior del país, sobre todo de contextos rurales.
-discurso desalentador del mundo adulto sobre las posibilidades de futuro.
-programas educativos poco atractivos con metodologías poco cercanas a la realidad de los adolescentes.
-ideales sociales sobre la "universidad" como única proveedora de éxito que contrastan con otros modelos que prometen dinero y éxito rápido (medios de comunicación masiva, narcotráfico, futbol, etc.).
De todos modos, si bien escapa al objetivo de este trabajo ahondar en las causas de abandono escolar, se señalan porque evidentemente no todos acceden al segundo ciclo de enseñanza. Los sectores socioeconómicos medio y alto continúan en el sistema con la mirada puesta en la universidad. Tanto familias, como jóvenes han internalizado el ideal de realizar estudios terciarios y luego una especialización o postgrado.

La diversificación del bachillerato.

Una vez culminado el ciclo básico, como ya se dijo, los jóvenes pueden continuar en el bachillerato diversificado. Si bien se denomina así, 4to año (o 1ºo BD) en realidad no se diversifica. Es un diseño único para todos los alumnos, donde tienen contacto con las diferentes áreas de conocimiento. Es durante este año que la mayoría de los alumnos deben elegir una orientación. A partir de la reformulación de planes de 2006 (Consejo de Educación Secundaria, 2006)  las opciones para 5to año (2do B.D.) son:
 Orientación Artística, Orientación Biológica, Orientación Científica y Orientación Humanística. Cada orientación luego se subdivide en nuevas áreas que van dirigiendo al estudiante a una carrera o grupo de carreras. Este momento es fundamental ya que es donde detectamos las dificultades, dado que los jóvenes deben comenzar a descartar y elegir cuando en su mayoría tienen 16 años. Concordamos con Rivas (1988) en que no se deberían tomar ese tipo de decisiones a tan temprana edad.  A la obligación de elegir en una etapa evolutiva donde aún los jóvenes no han alcanzado el nivel de maduración necesario para tal decisión, se suma el contexto de un país cuya economía se encuentra en vías de desarrollo, insuficiente para proveer los recursos necesarios a la mayoría de su población, situación que  ejerce presión  en ese momento, haciendo que los jóvenes jerarquicen más aun los posibles éxitos económicos.

El objetivo del trabajo no es ahondar en aspectos propios de la adolescencia como, la necesidad de construir un pasado (Aulagnier, 1991), el desafío de crecer (Varela, 2002: Kancyper, 1998), todo el conflicto  identitario por resolver (Jeammet,1989), (Blos,1991) y también  Rother Hornstein (2008) . En un nivel más concreto se observa que durante ese año los jóvenes también enfrentan ciertos eventos  que demandan en gran forma su atención e interés. (por la edad en que debe elegir). En los grupos colegiales aún continúan las fiestas de 15, lo que en Uruguay requiere toda una preparación. También en muchas instituciones se realiza un viaje de fin de año, como terminando un ciclo, que implica   planificación e involucramiento de la institución y del grupo de padres. Otra situación que suele afectar a algunos jóvenes en el sistema de educación privada, es que hay colegios que sólo tienen clase hasta 4to año (1º BD). Por esta razón, deben elegir otra institución para continuar sus estudios, lo que requiere movilizar a los muchachos, pero también a sus familias.

En Uruguay los adolescentes se ven interpelados por el sistema educativo a la edad de 16, pero luego año a año deberán seguir descartando y eligiendo. ¿Cómo se los ve frente a estas elecciones?  Lo primero que se detecta al trabajar con grupos de 1º BD, o en la consulta particular, es el miedo a equivocarse y la dificultad de renunciar. Esto aparece explícitamente o en técnicas que manejan un nivel consciente como "Frases incompletas" (Bohoslavsky, 1970) o al proponerles una lluvia de ideas o cuestionario. “Curso dos quintos y después veo", "tengo miedo a no tener trabajo de lo que elija", "no quiero pensar en la universidad" son ejemplos de frases expresadas en estos grupos.

Para muchos adolescentes de clase media, esta es la primera elección importante que realizan en sus vidas. Se puede agregar como elemento potenciador, la ansiedad de la familia, sus expectativas conscientes e inconscientes, los mandatos y herencias, que también encarnan en el Ideal del Yo del adolescente.

Finalmente identificamos una carencia de información sobre las posibilidades educativas para los adolescentes de 1º BD. La oferta es amplia y se modifica año a año, crece, cambian los requisitos de ingreso, años de estudio y esto termina de complejizar el panorama.

¿Cómo eligen entonces?

A partir de la experiencia en el trabajo con adolescentes, cobra relevancia el peso que adquieren ciertos prejuicios, como el imaginario social que rodea a cada orientación.  La orientación científica porta el título de "los inteligentes", ya que es una orientación que tiene mucha carga de matemática y física, en una sociedad donde las ciencias duras quedaron vinculadas a la inteligencia general.

La orientación artística, recientemente incorporada (2006), es la que tiene “peor prensa”: “es la que eligen quienes no quieren estudiar, o no saben qué hacer”, se la vincula al ocio, los músicos o artesanos…De hecho debido a ese prejuicio algunos colegios privados demoraron años en incorporar esta orientación en su oferta educativa. Anteriormente, era la orientación humanística la más desvalorizada, pero a partir de esta última incorporación, cedió su puesto. En una entrevista, la madre de una alumna con un perfil claro hacia las ciencias sociales comentó: "le sobra cabeza para hacer humanístico" Otra adolescente que transitaba por un  proceso de orientación expresaba su temor al descartar cursar ingeniería, por miedo a luego arrepentirse de no haber estudiado una carrera de mayor prestigio social. La orientación Biológica, si bien tiene una formación muy específica dirigida hacia las ciencias naturales, hereda de planes anteriores la idea de "la eligen los que no saben bien que hacer, tiene un poco de científico y un poco de humanístico".  También esta orientación quedó muy vinculada a la carrera de medicina, que requiere de muchos años de estudio y tiene un fuerte peso en familias que ejercen esta profesión. Igualmente ocurre con la carrera de agronomía que   recibe herencias y mandatos familiares en sectores sociales más pudientes.

Finalmente, un ingrediente más del imaginario social de nuestro país es la división entre carreras para hombres y para mujeres. Esto incide a la hora de elegir una orientación que, en la fantasía, los conduce a una carrera que corresponde al otro sexo.

Naturalmente tiene también peso el gusto por ciertas asignaturas, lo cual a veces no queda diferenciado de la relación con el profesor. Juega un papel, no menor, en esta etapa la elección que realizan sus amigos. Al elegir orientación los grupos se subdividen, y en este momento vital donde el grupo de pares es tan importante, la separación   siempre es vivida como pérdida y amenaza.

“Me pone nerviosa tener que decidir el resto de mi vida” dijo Lucía, “yo no me veo en nada” dijo Elisa; “me gustan muchas cosas: fotografía y dibujo, el fútbol, pero también matemáticas, quiero hacer algo de comunicación, ¡no sé qué 5to hacer!”

planteó Nicolás.

Estas frases ilustran con claridad la dificultad de proyectarse al futuro como también de jerarquizar los propios intereses para poder renunciar, elemento inevitable y doloroso de toda elección.

Como se puede advertir, el momento de la primera elección de su proyecto, no solo encuentra a los jóvenes transitando una etapa llena de incertidumbres en un mundo lleno de “provisionalidades”. Se agrega también un sistema educativo interpelante y una serie de factores concretos que distraen de la tarea.

Qué hacer

La obligación de elegir es precoz, y está pautada desde el propio sistema educativo, Sin embargo, tanto a través del trabajo cotidiano de los orientadores y su participación en los debates teóricos, se debe ir promoviendo conciencia en los ámbitos de decisión política acerca de los diferentes planes de estudio, sobre la conveniencia de generar algunos cambios que habiliten a postergar las elecciones. Es importante que se tome conciencia que cuanto más tempranas las elecciones, mayor es la interferencia de factores provisorios que hacen a la inmadurez de esta etapa y entorpecen su desarrollo.

Tampoco al forzar a los adolescentes a una situación de elección éstos maduran antes. Afortunadamente viven su adolescencia con sus tropezones y logros, “adolecen” pese a todo...

El objetivo de la orientación en esta etapa del desarrollo estará puesto en hacer conscientes estos elementos y para esto resultan privilegiados los dispositivos grupales, donde se discute, se piensa y se confronta, muchas veces con humor. Poner en palabras los propios prejuicios, expresar los deseos familiares (muchas veces no dichos) y verbalizar los miedos permite disminuir la ansiedad ante la elección. Esta ansiedad puede a veces poner en marcha mecanismos de defensa fóbicos o contrafóbicos que empañan el proceso de elección. Se trata de "acompañar" a los adolescentes como parte de la tarea de orientación educativa y promover la búsqueda de información en este momento donde es además el propio sistema que lo complejiza.

Mostrándoles a los adolescentes y a sus familias que estas son las primeras de un sinfín de elecciones que deberán realizar. Como plantea Müller(2003) las transformaciones  vertiginosas y los cambios del siglo XXI requieren una revisión de paradigmas. Promover una revisión crítica de los prejuicios asociadas con el mundo del trabajo y los roles ocupacionales es parte del trabajo de los orientadores y orientadoras que trabajamos con familias y adolescentes. Por tanto, el foco debe estar en ayudarlos a elegir ampliando la mirada y promoviendo la noción de que, el proceso de elección se desarrolla a lo largo de la vida e incluye un conjunto de decisiones personales, ocupacionales y familiares.












Referencias bibliográficas


Aulagnier, P. (1991). Construirse un pasado. Revista de Psicoanálisis de ApdeBa. Vol XIII, N° 3.

Blos, P. (1991) La transición adolescente. Amorrortu: Buenos Aires.

Bohoslavsky, R. (1971)  Orientación Vocacional .La estrategia Clínica. Nueva Visión: Buenos Aires.

Carbajal, M. (2003) Orientación Vocacional Ocupacional. Educación y trabajo. Ed Frontera: Montevideo.

CODICEN/ANEP (2016). Resultados de Educación Secundaria. Disponible en: http://www.anep.edu.uy/observatorio/paginas/resultados/resultados_secundaria.html

Consejo de Educación Secundaria. Reformulación 2006. Recuperado en:
http://www.ces.edu.uy/ces/index.ph poption=com_content&view=article&id=680:reformulacion-2006-programas-bachillerato&catid=2&Itemid=21 )

Gavilán, M. (comp) (2912). Equidad y Orientación Educativa y Ocupacional. Lugar: Buenos. Aires.

Jeammet, Ph. (1989). La apuesta narcisista en la adolescencia. Temas de Psicoanálisis.Año VII. No. 12. A.P:U:. Uruguay
                       
Kancyper, L (1997). La confrontación generacional.Paidós: Buenos Aires.

Kancyper, L. (1990). Adolescencia y desidentificación. Revista de Psicoanálisis, Asociación Psicoanalítica Argentina. T. 47 (4),

González, J. (2016). Motivación y abandono escolar en la educación media. UdelaR: Montevideo. Disponible en: http://sifp1.psico.edu.uy/sites/default/files/Trabajos%20finales%20Archivos/tfg_febrero_2016_jimena_gonzalez.pdf

Ley 18437. Ley General de Educación (2009). Disponible en: http://www.ces.edu.uy/ces/index.phpoption=com_content&view=article&id=569:ley-no-18437-ley-general-de-educacion-160109&Itemid=78

Müller, M. (2003). “Actualidad en la Orientación Vocacional Profesional”. Revista Actualidad Psicológica. Año XXVIII, (315) Buenos Aires.

Rivas, F. (1988). Psicología Vocacional. Enfoques del Asesoramiento. Morata: Madrid
                       
Rother Hornstein, M. Adolescencias. Trayectorias Turbulentas. Paidos, Buenos Aires, 2008.

Rodríguez Villamil, M. (2004). Programas preventivos de infancia y juventud. Relaciones, 90: Disponible en: http://www.educacionsuperior.edu.co/rlpo/publicaciones/otras_publicaciones/nov-programas-de-prevencion-en-infancia-y-adolescencia-uruguay.pdf

Solochiello G., Rodríguez Correa A.,  Isasa, M. (2016) “Experiencia de orientación vocacional en un liceo privado en el norte del país. Publicación de las III Jornadas Nacionales de Orientación Educativa y Vocacional- Uruguay   (67-71)
                       
Varela, G. (2000). Duelos y Adolescencia.  En Publicación del Congreso de Psicoanálisis y Jornadas Científicas. “Los Duelos y sus Destinos. Depresiones hoy” Asociación Psicoanalítica del Uruguay: Montevideo.



[1] Área de Orientación Vocacional. Departamento de psicología del desarrollo y Educacional. Universidad Católica. Integrantes de la Red de Orientadores del Uruguay.

Reflexiones de Paul Timmins (NCDA) sobre la II Congreso RELAPRO Bs Aires Abril / 2017


 Reflections of Paul Timmins about the II Conference RELAPRO Bs Aires April  /2017



            It was a tremendous professional honor and opportunity for me to travel to Buenos Aires, Argentina in April for the II Congress of Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación (RELAPRO), titled “Approaches Models and Strategies of Guidance in Latin America."

            It is humbling to have been elected to lead the National Career Development Association (NCDA). I’m president-elect now, and will serve as president for a year starting in October, 2017. For more than a century, NCDA’s members have developed the theories that guide career development work, conducted research to inform effective practice, and inspired and empowered individuals to achieve their career and life goals. To celebrate this work, I’ve chosen a simple theme for my presidential year: “Leading the Way by Integrating Theory, Research, and Practice.”

I was so inspired as I learned about the work being done by everyone in attendance at the Congress. I salute your work to develop an understanding of the unique career development needs of those in your own countries and your commitment to supporting those clients through strong partnerships and support across the borders of your countries.

Though my participation in conversations was limited by my lack of fluency in Spanish, I was truly struck by how many of the conversations you’re having mirror challenges that we face in the United States:

·  Need for strong counseling training. One of our NCDA trustees is our Trustee for Counselor Educators and Researchers. By having a representative on the Board who can advocate for strong training, and through programming like our annual Counselor Educator Academy, we strive to support faculty members who are teaching the next generation of career practitioners. And our recently-launched Credentialing Initiative which will help our members demonstrate that they have the skills and knowledge to effectively serve their clients.

·  Advocating for public policy that supports career development. We all have a need to lobby the leaders of our governments to ensure that they develop strong schools, establish programs that provide training for those who wish to enter new careers, and provide resources for career development practitioners. Our NCDA Government Relations Committee leads these efforts for our association, alerting members to legislation that could impact their work and encouraging members, when the time is right, to connect with their representatives in government to ask for their support of key legislation.


·  Need to support each other in our work. This is why I have chosen to make NCDA my professional “home.” I learn so much from my colleagues -- and I really value the chance to share my work with them. Our work settings may be different and our clients may have different needs -- but we all strive to support the clients we serve.

I left convinced that NCDA’s members (most, of course, are in the US, but others are around the world) and all of friends in Latin America can learn much from each other -- and I am thrilled that we are moving forward with establishing a formal partnership.
Descripción: https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif

Paul Timmins
Career Services Director | College of Liberal Arts | University of Minnesota | cla.umn.edu/career
President, 2017-2018 | National Career Development Association | ncda.org
411 Bruininks Hall, 222 Pleasant St. SE, Minneapolis, MN 55455
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Reflexiones de Paul Timmins sobre la II Congreso  RELAPRO Bs Aires Abril / 2017


Fue un tremendo honor profesional y oportunidad para mí viajar a Buenos Aires, Argentina en abril para el II Congreso de la Red Latinoamericana de Profesionales de la Orientación (RELAPRO), titulado "Enfoques Modelos y Estrategias de Orientación en América Latina".
Con humildad comunico haber sido elegido para dirigir la Asociación Nacional de Desarrollo Profesional (NCDA). Soy presidente electo ahora y presidiré por un año a partir de octubre de 2017. Durante más de un siglo, los miembros de NCDA han desarrollado las teorías que guían el trabajo de desarrollo de carrera, llevaron a cabo investigaciones para informar prácticas efectivas e inspiraron y Personas con poder para lograr sus metas de carrera y de vida. Para celebrar este trabajo, he elegido un tema sencillo para mi año presidencial: "Liderando el Camino Integrando Teoría, Investigación y Práctica".

Yo he sido muy inspirado y he aprendido mucho sobre el trabajo que están haciendo todos los presentes en el Congreso. Saludo su trabajo en miras a desarrollar una comprensión de las necesidades únicas de desarrollo profesional de aquellos en sus propios países y su compromiso de apoyar a esos usuarios a través de alianzas sólidas y apoyo a través de las fronteras de sus países.

Aunque mi participación en las conversaciones fue limitada por mi falta de fluidez en español, me sorprendió muchísimo la similitud de las conversaciones que se están enfrentando en los Estados Unidos:

• Necesidad de un fuerte entrenamiento de consejería. Uno de nuestros objetivos en NCDA es nuestro apuesta por Educadores e Investigadores Consejeros. Al tener un representante en la Junta que puede abogar por un entrenamiento fuerte, y a través de la programación de nuestra Academia de Educadores de Consejeros anuales, nos esforzamos por apoyar a los miembros de la facultad que están enseñando a la próxima generación de profesionales de carrera. Y nuestra recién lanzada Iniciativa de Credenciales que ayudará a nuestros miembros a demostrar que poseen las habilidades y el conocimiento para servir efectivamente a sus consultantes.

• Abogar por políticas públicas que apoyen el desarrollo profesional. Todos tenemos la necesidad de presionar a los líderes de nuestros gobiernos para asegurar que desarrollen escuelas fuertes, establezcan programas que proporcionen capacitación para aquellos que desean ingresar en nuevas carreras, y provean recursos para profesionales de desarrollo profesional. Nuestro Comité de Relaciones Gubernamentales de NCDA lidera estos esfuerzos para nuestra asociación, alertando a los miembros sobre la legislación que podría afectar su trabajo y alentar a los miembros, cuando sea el momento adecuado, a conectarse con sus representantes en el gobierno para pedir su apoyo a la legislación clave.

• Necesidad de apoyarnos mutuamente en nuestro trabajo. Es por eso que he elegido hacer de NCDA mi "hogar" profesional. Aprendo mucho de mis colegas, y realmente valoro la oportunidad de compartir mi trabajo con ellos. Nuestra configuración de trabajo puede ser diferente y nuestros consultantes pueden tener diferentes necesidades - pero todos nos esforzamos por apoyar a los usuarios a los que servimos.
Quedé convencido de que los miembros del NCDA (la mayoría, por supuesto, están en los Estados Unidos, pero otros están alrededor del mundo) y todos los amigos en América Latina podemos aprender mucho unos de otros - y estoy encantado de que estemos avanzando con el establecimiento Una asociación formal.


Paul Timmins
Career Services Director | College of Liberal Arts | University of Minnesota | cla.umn.edu/career
President, 2017-2018 | National Career Development Association | ncda.org
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