viernes, 17 de marzo de 2017

LOS ADOLESCENTES, EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA ELECCIÓN DE PROYECTOS DE VIDA


                 


Elina Goñi, Miguel Carbajal y Gianella Solochiello[1].
Resumen

Los adolescentes del Uruguay se ven enfrentados muy tempranamente a elegir áreas de interés (Bachilleratos) que los conducirán a una carrera o grupo de ellas. Aquellos que continúan la educación secundaria, suman a los conflictos propios de su etapa, la obligatoriedad de elegir, las expectativas familiares y la carencia de información. Frente a esto, la tarea de los orientadores es acompañarlos, ayudarlos a pensar y a verbalizar, y trabajar también con las familias.

Palabras Claves: sistema educativo, elecciones vocacionales, proyectos de vida

Abstract

The present paper intends to share with colleagues in the region how the teenagers of Uruguay are positioned in reference to the construction of their vocational / occupational projects. It will basically refer to teenagers in Montevideo, the capital of the country, which includes half the population of Uruguay. The reality of young people inside the country is different and heterogeneous, depending on the region or town where they live and their social and economic situation. They must chose an area of interest when they are too young, so not only they have to deal with typical problems of teenagers, but also with lack of information, family expectations and fear of failing. To face this situation, it is necessary to work with teenagers and their families regarding this issue, talking about their fears and expectations and providing basic information. 

Introducción

El objetivo del presente trabajo es compartir con colegas de la región cómo se posicionan los adolescentes del Uruguay en referencia a la construcción de sus proyectos vocacionales/ocupacionales. Se trabajará básicamente sobre los jóvenes de Montevideo, capital del país, que es el departamento que condensa la mitad de la población del Uruguay. La realidad de jóvenes del interior es diferente y heterogénea, según el departamento o poblado de que se trata.
Actualmente en Uruguay la mayoría de los jóvenes del interior que eligen seguir una carrera universitaria, se ven obligados a trasladarse a Montevideo, ya que es donde se concentra la mayor oferta educativa, esto genera en los jóvenes emociones ligadas al duelo provocado por la migración, situación que atraviesa el tránsito educativo y su proyecto de vida. (Solochiello, Rodríguez &  Isasa, 2016).

Antecedentes
La educación secundaria es obligatoria en nuestro país desde 2009 (Ley 18437) desde 1º a 6to año en el sistema Secundario o en la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). Esta tiene una oferta de Bachilleratos que ofrecen una formación técnico-profesional que requiere habilidades específicas.
Los primeros 3 años son el ciclo básico de secundaria, con una formación general dividida en asignaturas básicas, como matemáticas, biología, idioma español, inglés, historia, entre otras. Esta propuesta es la misma para todos los jóvenes. La educación privada incorpora una oferta que contempla más horas y variedad en idiomas, como también educación física y deportes, pero en lo académico la oferta se iguala.
A partir de este momento existe la posibilidad de continuar los estudios en los Bachilleratos Tecnológicos (UTU), o seguir en el sistema de la Educación Secundaria en los Bachilleratos Diversificados. (B.D.) También la educación privada ofrece ambas opciones.

En este pasaje de 3ro a 4to o a la educación técnica es donde se produce el mayor abandono de los estudios “(...) de cada 100 jóvenes que fueron ingresando año a año al sistema educativo, solo 71 consiguieron culminar la Educación Media Básica y apenas 39 completaron la Educación Media Superior, ubicando al país con la tasa más alta de abandono en América Latina.” (González, 2016). Esto aplica fundamentalmente a las poblaciones más vulnerables.  Sobre este tema existen una serie de estudios (Gavilán, 2012; Carbajal, 2003, González, 2016),  y todos coinciden en señalar  la multicausalidad, en Uruguay se pueden destacar:

-menor cantidad de propuestas para jóvenes del interior del país, sobre todo de contextos rurales.
-discurso desalentador del mundo adulto sobre las posibilidades de futuro.
-programas educativos poco atractivos con metodologías poco cercanas a la realidad de los adolescentes.
-ideales sociales sobre la "universidad" como única proveedora de éxito que contrastan con otros modelos que prometen dinero y éxito rápido (medios de comunicación masiva, narcotráfico, futbol, etc.).
De todos modos, si bien escapa al objetivo de este trabajo ahondar en las causas de abandono escolar, se señalan porque evidentemente no todos acceden al segundo ciclo de enseñanza. Los sectores socioeconómicos medio y alto continúan en el sistema con la mirada puesta en la universidad. Tanto familias, como jóvenes han internalizado el ideal de realizar estudios terciarios y luego una especialización o postgrado.

La diversificación del bachillerato.

Una vez culminado el ciclo básico, como ya se dijo, los jóvenes pueden continuar en el bachillerato diversificado. Si bien se denomina así, 4to año (o 1ºo BD) en realidad no se diversifica. Es un diseño único para todos los alumnos, donde tienen contacto con las diferentes áreas de conocimiento. Es durante este año que la mayoría de los alumnos deben elegir una orientación. A partir de la reformulación de planes de 2006 (Consejo de Educación Secundaria, 2006)  las opciones para 5to año (2do B.D.) son:
 Orientación Artística, Orientación Biológica, Orientación Científica y Orientación Humanística. Cada orientación luego se subdivide en nuevas áreas que van dirigiendo al estudiante a una carrera o grupo de carreras. Este momento es fundamental ya que es donde detectamos las dificultades, dado que los jóvenes deben comenzar a descartar y elegir cuando en su mayoría tienen 16 años. Concordamos con Rivas (1988) en que no se deberían tomar ese tipo de decisiones a tan temprana edad.  A la obligación de elegir en una etapa evolutiva donde aún los jóvenes no han alcanzado el nivel de maduración necesario para tal decisión, se suma el contexto de un país cuya economía se encuentra en vías de desarrollo, insuficiente para proveer los recursos necesarios a la mayoría de su población, situación que  ejerce presión  en ese momento, haciendo que los jóvenes jerarquicen más aun los posibles éxitos económicos.

El objetivo del trabajo no es ahondar en aspectos propios de la adolescencia como, la necesidad de construir un pasado (Aulagnier, 1991), el desafío de crecer (Varela, 2002: Kancyper, 1998), todo el conflicto  identitario por resolver (Jeammet,1989), (Blos,1991) y también  Rother Hornstein (2008) . En un nivel más concreto se observa que durante ese año los jóvenes también enfrentan ciertos eventos  que demandan en gran forma su atención e interés. (por la edad en que debe elegir). En los grupos colegiales aún continúan las fiestas de 15, lo que en Uruguay requiere toda una preparación. También en muchas instituciones se realiza un viaje de fin de año, como terminando un ciclo, que implica   planificación e involucramiento de la institución y del grupo de padres. Otra situación que suele afectar a algunos jóvenes en el sistema de educación privada, es que hay colegios que sólo tienen clase hasta 4to año (1º BD). Por esta razón, deben elegir otra institución para continuar sus estudios, lo que requiere movilizar a los muchachos, pero también a sus familias.

En Uruguay los adolescentes se ven interpelados por el sistema educativo a la edad de 16, pero luego año a año deberán seguir descartando y eligiendo. ¿Cómo se los ve frente a estas elecciones?  Lo primero que se detecta al trabajar con grupos de 1º BD, o en la consulta particular, es el miedo a equivocarse y la dificultad de renunciar. Esto aparece explícitamente o en técnicas que manejan un nivel consciente como "Frases incompletas" (Bohoslavsky, 1970) o al proponerles una lluvia de ideas o cuestionario. “Curso dos quintos y después veo", "tengo miedo a no tener trabajo de lo que elija", "no quiero pensar en la universidad" son ejemplos de frases expresadas en estos grupos.

Para muchos adolescentes de clase media, esta es la primera elección importante que realizan en sus vidas. Se puede agregar como elemento potenciador, la ansiedad de la familia, sus expectativas conscientes e inconscientes, los mandatos y herencias, que también encarnan en el Ideal del Yo del adolescente.

Finalmente identificamos una carencia de información sobre las posibilidades educativas para los adolescentes de 1º BD. La oferta es amplia y se modifica año a año, crece, cambian los requisitos de ingreso, años de estudio y esto termina de complejizar el panorama.

¿Cómo eligen entonces?

A partir de la experiencia en el trabajo con adolescentes, cobra relevancia el peso que adquieren ciertos prejuicios, como el imaginario social que rodea a cada orientación.  La orientación científica porta el título de "los inteligentes", ya que es una orientación que tiene mucha carga de matemática y física, en una sociedad donde las ciencias duras quedaron vinculadas a la inteligencia general.

La orientación artística, recientemente incorporada (2006), es la que tiene “peor prensa”: “es la que eligen quienes no quieren estudiar, o no saben qué hacer”, se la vincula al ocio, los músicos o artesanos…De hecho debido a ese prejuicio algunos colegios privados demoraron años en incorporar esta orientación en su oferta educativa. Anteriormente, era la orientación humanística la más desvalorizada, pero a partir de esta última incorporación, cedió su puesto. En una entrevista, la madre de una alumna con un perfil claro hacia las ciencias sociales comentó: "le sobra cabeza para hacer humanístico" Otra adolescente que transitaba por un  proceso de orientación expresaba su temor al descartar cursar ingeniería, por miedo a luego arrepentirse de no haber estudiado una carrera de mayor prestigio social. La orientación Biológica, si bien tiene una formación muy específica dirigida hacia las ciencias naturales, hereda de planes anteriores la idea de "la eligen los que no saben bien que hacer, tiene un poco de científico y un poco de humanístico".  También esta orientación quedó muy vinculada a la carrera de medicina, que requiere de muchos años de estudio y tiene un fuerte peso en familias que ejercen esta profesión. Igualmente ocurre con la carrera de agronomía que   recibe herencias y mandatos familiares en sectores sociales más pudientes.

Finalmente, un ingrediente más del imaginario social de nuestro país es la división entre carreras para hombres y para mujeres. Esto incide a la hora de elegir una orientación que, en la fantasía, los conduce a una carrera que corresponde al otro sexo.

Naturalmente tiene también peso el gusto por ciertas asignaturas, lo cual a veces no queda diferenciado de la relación con el profesor. Juega un papel, no menor, en esta etapa la elección que realizan sus amigos. Al elegir orientación los grupos se subdividen, y en este momento vital donde el grupo de pares es tan importante, la separación   siempre es vivida como pérdida y amenaza.

“Me pone nerviosa tener que decidir el resto de mi vida” dijo Lucía, “yo no me veo en nada” dijo Elisa; “me gustan muchas cosas: fotografía y dibujo, el fútbol, pero también matemáticas, quiero hacer algo de comunicación, ¡no sé qué 5to hacer!”

planteó Nicolás.

Estas frases ilustran con claridad la dificultad de proyectarse al futuro como también de jerarquizar los propios intereses para poder renunciar, elemento inevitable y doloroso de toda elección.

Como se puede advertir, el momento de la primera elección de su proyecto, no solo encuentra a los jóvenes transitando una etapa llena de incertidumbres en un mundo lleno de “provisionalidades”. Se agrega también un sistema educativo interpelante y una serie de factores concretos que distraen de la tarea.

Qué hacer

La obligación de elegir es precoz, y está pautada desde el propio sistema educativo, Sin embargo, tanto a través del trabajo cotidiano de los orientadores y su participación en los debates teóricos, se debe ir promoviendo conciencia en los ámbitos de decisión política acerca de los diferentes planes de estudio, sobre la conveniencia de generar algunos cambios que habiliten a postergar las elecciones. Es importante que se tome conciencia que cuanto más tempranas las elecciones, mayor es la interferencia de factores provisorios que hacen a la inmadurez de esta etapa y entorpecen su desarrollo.

Tampoco al forzar a los adolescentes a una situación de elección éstos maduran antes. Afortunadamente viven su adolescencia con sus tropezones y logros, “adolecen” pese a todo...

El objetivo de la orientación en esta etapa del desarrollo estará puesto en hacer conscientes estos elementos y para esto resultan privilegiados los dispositivos grupales, donde se discute, se piensa y se confronta, muchas veces con humor. Poner en palabras los propios prejuicios, expresar los deseos familiares (muchas veces no dichos) y verbalizar los miedos permite disminuir la ansiedad ante la elección. Esta ansiedad puede a veces poner en marcha mecanismos de defensa fóbicos o contrafóbicos que empañan el proceso de elección. Se trata de "acompañar" a los adolescentes como parte de la tarea de orientación educativa y promover la búsqueda de información en este momento donde es además el propio sistema que lo complejiza.

Mostrándoles a los adolescentes y a sus familias que estas son las primeras de un sinfín de elecciones que deberán realizar. Como plantea Müller(2003) las transformaciones  vertiginosas y los cambios del siglo XXI requieren una revisión de paradigmas. Promover una revisión crítica de los prejuicios asociadas con el mundo del trabajo y los roles ocupacionales es parte del trabajo de los orientadores y orientadoras que trabajamos con familias y adolescentes. Por tanto, el foco debe estar en ayudarlos a elegir ampliando la mirada y promoviendo la noción de que, el proceso de elección se desarrolla a lo largo de la vida e incluye un conjunto de decisiones personales, ocupacionales y familiares.












Referencias bibliográficas


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Blos, P. (1991) La transición adolescente. Amorrortu: Buenos Aires.

Bohoslavsky, R. (1971)  Orientación Vocacional .La estrategia Clínica. Nueva Visión: Buenos Aires.

Carbajal, M. (2003) Orientación Vocacional Ocupacional. Educación y trabajo. Ed Frontera: Montevideo.

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Consejo de Educación Secundaria. Reformulación 2006. Recuperado en:
http://www.ces.edu.uy/ces/index.ph poption=com_content&view=article&id=680:reformulacion-2006-programas-bachillerato&catid=2&Itemid=21 )

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Rother Hornstein, M. Adolescencias. Trayectorias Turbulentas. Paidos, Buenos Aires, 2008.

Rodríguez Villamil, M. (2004). Programas preventivos de infancia y juventud. Relaciones, 90: Disponible en: http://www.educacionsuperior.edu.co/rlpo/publicaciones/otras_publicaciones/nov-programas-de-prevencion-en-infancia-y-adolescencia-uruguay.pdf

Solochiello G., Rodríguez Correa A.,  Isasa, M. (2016) “Experiencia de orientación vocacional en un liceo privado en el norte del país. Publicación de las III Jornadas Nacionales de Orientación Educativa y Vocacional- Uruguay   (67-71)
                       
Varela, G. (2000). Duelos y Adolescencia.  En Publicación del Congreso de Psicoanálisis y Jornadas Científicas. “Los Duelos y sus Destinos. Depresiones hoy” Asociación Psicoanalítica del Uruguay: Montevideo.



[1] Área de Orientación Vocacional. Departamento de psicología del desarrollo y Educacional. Universidad Católica. Integrantes de la Red de Orientadores del Uruguay.

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